La familia
La Doctrina Demócrata Cristiana, a diferencia de esa falsa entelequia denominada Socialismo del Siglo XXI, defiende a la familia como un valor imprescindible. Más allá del lugar común por todos conocido según el cual la familia es “la célula fundamental de la Sociedad”, lo cual por lo demás es indiscutible, ya que sin la familia es irremediablemente imposible la conformación social, además de ser el lugar donde la educación de los hombres y mujeres del futuro tiene su principal espacio, la Democracia Cristiana considera a la familia como el núcleo esencial de la sociedad, como su comunidad básica y proclama su actualidad como centro de la vida social. Es así como la familia se constituye en lugar privilegiado en que las personas se educan conjugando el amor por la vida y la verdad. La creación de nuevas familias debe considerar, como base para proyectar su estabilidad, el amor y el respeto mutuo.
La Doctrina Social de la Iglesia nos enseña que la familia es la primera comunidad natural formada por los padres y los hijos, siendo en ella la armonía y el ejemplo de los padres, enseña a los hijos la fuerza de las relaciones humanas; es el ambiente donde cada ser humano empieza a vivir y a educarse en la fe y en la vida cívica; se aprende a amar por la entrega generosa de unos a otros; evita la soledad; da alimento, vestido y salud a sus miembros. El futuro de la sociedad y de la humanidad depende de lo que sean las familias de hoy. Nos señala además que la autoridad civil debe reconocer la estructura natural de la familia y sus derechos propios y primordiales, actuando en una doble vertiente: proteger y hacer progresar a la familia y al individuo, pero sin absorberlo ni suplantarlo. En este sentido el estado debe asegurar a la familia entre otras cosas el derecho a condiciones de vida digna: vivienda, salud y manutención; el derecho a una seguridad social permanente; las personas ancianas tienen el derecho a una familia, o cuando no sea posible, a instituciones para vivir serenamente; debe ser defendido por encima de todo, el derecho a la unidad familiar y el derecho de vivir juntos, así como ejercer la tutela de las familias por las autoridades para que las ayuden a ejercer sus derechos. (Síntesis sobre la Doctrina Social de la Iglesia).
En definitiva, la familia es el lugar privilegiado en donde se conjugan el amor a la vida y el amor a la verdad, convirtiéndose en el espacio donde se manifiestan todas las condiciones primarias de lo humano para su desarrollo posterior. Es en su seno que el sujeto recibe la herencia cultural de su comunidad, así como la formación para llevar a cabo el desarrollo social a través de su trabajo creador.
Es por todo lo antes dicho, que los demócrata cristianos condenamos enérgicamente la destrucción de la familia por el Estado comunista del siglo veintiuno, que quiere los hijos para si y los arranca de su medio natural que es el hogar, llevándoselos para inculcarles una ideología que atenta contra los principios básicos de convivencia humana y destruye a la familia como célula fundamental. Queremos la protección del Estado a la familia, en especial al derecho de los padres a determinar la educación de los hijos y el de los hijos a disponer de un hogar estable, que es su medio natural de desarrollo.
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