La fábula
El desconocimiento es de tal envergadura que desde el 8D cuando el propio presidente le habló al país, su ausencia prolongada augura que va más allá de lo temporal para que pueda considerarse como absoluta.
Curiosamente los Poderes Públicos se niegan a acatar lo establecido en la Constitución Nacional sobre la necesidad que una junta médica lo visite y pueda constatar su verdadero estado de salud lo que reviste importancia para el futuro del país.
El manejo de la información ha sido tan irresponsable que raya en lo inverosímil. El pueblo debió haber sido informado por un vocero calificado del equipo médico que lo atiende en Cuba con lo cual la ola de rumores habría sido acallada de inmediato.
La prueba más evidente de la gravedad del presidente Chávez es que sus más íntimos amigos los presidentes Cristina Kirchner, Lula da Silva y Rafael Correa han viajado a la isla pero no lo han podido ver.
Entonces podemos creer a Maduro que dice haber hablado largo con Chávez, que está alerta y despacha desde su lecho de enfermo, firma el nombramiento de Jaua como Canciller y redacta una carta para la Cumbre del Celac / Comunidad Europea.
Todo eso pareciera una fábula que responde a un plan cuya finalidad se desconoce. Quizás se esté siguiendo el guion elaborado en La Habana sobre la enfermedad de Fidel Castro, para que la figura del caudillo esté presente aunque ya no gobierne.
La ciudadanía debe seguir presionando a los que hoy usurpan el poder, para que la verdad se sepa y regresemos a la normalidad jurídica.