La enfermedad como espectáculo
Ello a pesar de que nunca hemos tenido la oportunidad de ver un documento profesional de un medico reconocido sobre el carácter de sus padecimientos. Todo lo que sabemos de ellos nos ha sido transmitido por legos en asuntos de medicina, en este caso de una de sus mas complejas ramas: la ontología, ya sea por miembros de su familia o por ministros del gabinete o por el propio Hugo Chávez Frías. Este hecho ha causado la ola de rumores y comentarios de la más variada índole que han cursado y cursan al respecto.
Por otro lado, una mayoría cada vez mayor de los conciudadanos estamos enfrentados a ese proyecto, por los numerosos danos que ya ha hecho y sigue haciendo al país y a nuestra sociedad. Estamos anhelando profundos cambios del sistema político, de las políticas publicas ejecutadas y aun en proceso de ejecución, así como de los modos de convivencia social anémica con sus expresiones de creciente control, de inseguridad personal y de supresión de las libertades civiles y políticas.
Conscientes de esto, los propagandistas y publicistas del régimen, al mejor estilo de los de otros sistemas totalitarios, han puesto en escena un enorme espectáculo. Su principal actor es el propio CP, los de segunda fila los ministros del gabinete, así como algunos prominentes diputados del PSUV en la Asamblea Nacional, y los de tercera los columnistas y conductores de programas radiales y televisivos al servicio de la “Revolución Bolivariana”. Los objetivos del espectáculo son varios. Para los ciudadanos “de a pie”, se trata de conquistar su compasión hacia el enfermo. A este objetivo sirven las presentaciones de Hugo Chávez, ya sea por televisión o desde el “balcón del pueblo” o por teléfono desde La Habana, en las que aparecen conceptos que raras veces había usado: el amor por todos los venezolanos, la “reconciliación” de todos, la debilidad del ser humano, la justicia, la religión etc.; incluso su slogan de “Patria, socialismo o muerte” ha desaparecido de su vocabulario. El fin ultimo es, sin duda, convencernos que el pueda dar un cambio político-social al régimen que hace superflua la resistencia. A este objetivo sirven también las misas y demás actos religiosos a los que asiste.
Para los seguidores de su proyecto, el objetivo es convencerlos que el es el único que puede llevar adelante la “Revolución” y que sin el todas las “conquistas” serán borradas por los opositores. Para las Fuerzas Armadas Bolivarianas, su mensaje esta destinado a mantener su reconocimiento como su “Comandante en Jefe”, enterado como debe estar de las profundas divisiones que existen en su seno.
Los ministros del gabinete y los diputados del PSUV en la Asamblea tienen básicamente la función de mantener, con sus manifestaciones publicas, la unidad del ejecutivo en todas sus ramas. Es por ello que ha confirmado a todos los titulares de las distintas carteras (alrededor de 30) y se ha presentado con ellos por TV en un ejercicio común de gimnasia.
Los columnistas y conductores de programas en radio y TV deben atacar a los enemigos del régimen, con los epítetos más soeces. Mario Silva de “La Hojilla” y el lector de los “Papeles de Mandinga” son los prototipos del periodismo de la “Revolución Bolivariana”.
Todo este engranaje de la puesta en escena esta muy bien diseñado, de modo que es difícil distinguir entre verdad y mentira, lo cual siempre ha sido el objetivo de los propagandistas tipo Joseph Goebbels (de Hitler). En breve, aprovechan la lamentable enfermedad del CP para una propaganda mentirosa con fines electoreros.
Para ser claro: En contra de este espectáculo, queremos estar con Chávez en las elecciones, a ver quien tiene la visión de país que votan sus ciudadanos en el bicentenario de su independencia. Estamos convencidos en cuanto a las vías de paz y libertad, de respeto a todos los ciudadanos, de obediencia a nuestra conciencia y convicción democráticas y humanistas.