La educación sin distancia
En la medida que avanza el Siglo XXI, los retos para toda la población mundial y en particular para los llamados países subdesarrollados son mayores. La holgura entre el subdesarrollo y la sobrevivencia de las naciones que se encuentran en tal condición se va haciendo cada vez menor, previéndose en consecuencia un colapso de proporciones inalcanzables, si no se adoptan los mecanismos para que la población se convierta en una colectividad con una inteligencia social de alto valor agregado que le permita ser plenamente productiva, y de esa manera ,logre sortear con éxito los grandes desafíos que habrá de enfrentar la Humanidad a corto y mediano plazo.
Para ello es necesario capacitar a todas las personas, independientemente de la edad de la cual dispongan, en un esfuerzo ciclópeo por transmitir la información útil que contribuya a preservar la integridad de los derechos humanos cuya reunión constituye lo que denominamos bajo el nombre de calidad de vida. En esa convocatoria están citados todos, sin espacio para la exclusión o la discriminación de sexo, edad, credo o cualquier otra.Todos somos aprendices del conocimiento transformador. La capacidad para la producción tanto en volumen como en calidad es requerida por las exigencias que los nuevos tiempos presentan ante un panorama creciente de demandas y necesidades que van comprometiendo la capacidad de las naciones no preparadas tecnológicamente para abordarlas. Lo que antes se constituyó en una alternativa, hoy en día es una inaplazable realidad.
En este sentido, la educación permanente y la educación a distancia, constituyen dos conceptos que reunidos conforman lo que he denominado la educación sin distancia, para enfatizar la necesidad de trascender los espacios físicos y las limitaciones etarias, produciendo un concepto de educación que pueda valerse de las transformaciones en tecnologías de las telecomunicaciones a los efectos de generar un proceso educativo de altísima calidad , competencia, pertinencia y oportunidad, permitiéndonos complementar exitosamente calidad y cantidad, volumen educativo con excelencia educativa, capaz de llevar la herramienta didáctica donde nunca antes ha llegado, a la par de garantizar el rompimiento de los conceptos tradicionales de trabajo, estudio e investigación, potenciando al máximo el intelecto humano para superar los retos creativos que imponen los escenarios situacionales de la globalización.
Carlos Tunnerman en La educación superior en el umbral del Siglo XXI, nos indica que la educación permanente permite diseñar no una «educación para el cambio» sino una «educación en el cambio». La educación superior del futuro, al asumir el reto del vertiginoso desarrollo de las ciencias y las tecnologías, deberá enfatizar sobre la formación básica y general y priorizar los procesos de aprendizaje, de suerte que el futuro graduado o egresado esté dotado de los recursos intelectuales como para seguir educándose por si mismo. Esto significa que la educación que se le brinde deberá estimular su creatividad e imaginación.
Los conocimientos científicos y tecnológicos no pueden ser incorporados a los planes de estudio de la universidad al mismo ritmo en que se producen. Esto trae como consecuencia que los conocimientos que se imparten en las instituciones de educación superior se refieran más al pasado que al presente, más a la historia que al futuro.
Frente al carácter fragmentado, analítico y enciclopédico de la educación convencional, en donde el papel del profesor se centra en la instrucción, la educación permanente tiene esencialmente carácter integrador del conocimiento, síntesis ordenadora de la actividad humana y el papel del profesor se centra en el sujeto que aprende.
La Educación permanente, de acuerdo con el concepto introducido por Miguel Angel Escotet en Universidad y devenir: entre la certeza y la incertidumbre, quiere decir que no hay una etapa para estudiar y otra para actuar. Que aprender y actuar forman parte de un proceso existencial que se inicia con el nacimiento y termina con la muerte del individuo. Educación permanente quiere decir, no sólo poseer los conocimientos y las técnicas que nos permitan desempeñarnos eficientemente en el mundo en que vivimos, sino fundamentalmente, estar capacitados para aprender, reaprender y desaprender permanentemente
Por su parte, la Educación a Distancia es una modalidad que permite el acto educativo mediante diferentes métodos, técnicas, estrategias y medios, en una situación en que alumnos y profesores se encuentran separados físicamente y sólo se relacionan de manera presencial ocasionalmente. La relación presencial depende de la distancia, el número de alumnos y el tipo de conocimiento que se imparte. Desde una perspectiva del proceso instruccional, esa modalidad permite transmitir información de carácter cognoscitivo y mensajes formativos, mediante medios no tradicionales. No requiere una relación permanente de carácter presencial y circunscrita a un recinto específico. Es un proceso de formación autodirigido por el mismo estudiante, apoyado por el material elaborado en algún centro educativo, normalmente distante.
La combinación de educación y tecnología para llegar a su audiencia a través de grandes distancias es el distintivo del aprendizaje a distancia. Esto viene a ser un medio estratégico para proporcionar entrenamiento, educación y nuevos canales de comunicación para negocios, instituciones educativas, gobierno, y otros públicos y agencias privadas. Con pronósticos de ser el mayor desarrollo en el área de la educación en el futuro, la educación a distancia es crucial en nuestra situación geopolítica como un medio para difundir y asimilar la información en una base global. Tres tipos de modalidades concurren en el aprendizaje a distancia. Son ellas el Aprendizaje Abierto, el Aprendizaje Distribuido y el Aprendizaje Flexible.
El Aprendizaje Abierto es una posibilidad de acceso a las oportunidades educacionales. Busca abrir las oportunidades a grupos de la población que tradicionalmente carecían de los prerrequisitos de la educación superior. El Aprendizaje Abierto cambió la concepción de que la educación debe ser conducida dentro de un calendario prescrito y en un medio formal escolar. El Aprendizaje Abierto fue encabezado en Inglaterra desde 1970 a través de lo que se denominó el Open University System.
Al propio tiempo, el Aprendizaje Distribuido (Distributed Learning), también conocido como Redes de Aprendizaje, combina diferentes modos de envío electrónico. Está caracterizado por grupos de usuarios y modos de comunicación, todos mediante computadoras. El Aprendizaje Distribuido está combinando cada vez más redes internas de computadoras (Intranets) corriendo en LANs (Redes locales) e Internet.
El Aprendizaje Flexible (Flexible Learning) por su parte, busca optimizar cada oportunidad de educación. Reconoce que no todos los estudiantes aprenden de la misma manera. El Aprendizaje Flexible se enfoca a las estrategias de aprendizaje de los estudiantes individualmente, usando todas las estrategias y técnicas disponibles para maximizar el proceso de educación. El aprendizaje flexible procura ser centrado en el estudiante, dando énfasis en la responsabilidad de los estudiantes, en el aprendizaje para capacitarse y en el ritmo de avance individual.
El cambio tecnológico en la educación, como lo previó la CEPAL, supone adecuar tanto los comportamientos como la infraestructura. Se trata, en cuanto a lo primero, de readecuar las prácticas pedagógicas, incorporando en forma efectiva las nuevas tecnologías al aprendizaje. En cuanto a la infraestructura, se trata de estimular redes masivas de producción industrial de medios educativos y conocimientos, apelando a las tecnologías educativas más actuales y estableciendo instituciones que las promuevan y adapten a las realidades locales. Todo ello exige cambios en la infraestructura de los establecimientos, inversiones individuales e institucionales en equipos e instrumentos, así como formación y reciclaje de docentes. El aporte tanto público como privado debe ser importante en estos ámbitos, así como la disposición de acometer sin recelos la propuesta educativa que promete, mas que ninguna otra por su accesibilidad y cobertura, el aprendizaje tecnológico del conocimiento que necesitamos para generar el desarrollo con una educación que salve las distancias que nos separan de él.
De allí la pertinencia de una educación sin distancias, que nos permita abordar los retos de la actualización, calidad e inclusión exitosamente.
