La “Copa América” y la propaganda “bolivariana”

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La “Copa América” en manos de un gobierno con propósitos «totales» y con las ganas de quedarse en el poder para siempre, en el entendido para ellos que está construyendo una nueva era para Venezuela, se proyecta mucho más como un instrumento con fines de propaganda política, que como una oportunidad de desarrollar nuestras capacidades competitivas en la industria del turismo o de inversiones en otras áreas conexas o no a esta, y menos aún para impulsar el que se desate la prosperidad del fútbol venezolano.

El gobierno “bolivariano”, lo viene enseñando sin pudor hasta la saciedad con la inundación de sus raciones asfixiantes de propaganda dentro y fuera de Venezuela y el control de sus ya infinitas herramientas mediáticas, que su objetivo básico de vida o muerte descansa en erigirse en un “nuevo” modelo político para el continente.

Sería absurdo no darse por enterados al observar el despliegue mediático que tendrá esta copa alrededor del mundo, que el fanatismo conjurado en torno a la figura de un striper del desnudismo político como Chávez vaya a sustraerse de inyectar de ideología cartularia y efectista el evento.

Ahora bien, cabe preguntarse ¿sería políticamente correcto a sabiendas que tal cosa ocurrirá que los sectores adversarios llamaran al boicot contra la Copa? ¿Es lícito ese llamado? ¿Lo entendería nuestro pueblo? ¿Deberíamos los opositores ligar la derrota de la vinotinto porque sus victorias las usufructuaría el régimen despótico a su beneficio?

Reflexionar de este modo- como algunos lo están haciendo- y admitir que es necesario que naufrague la competencia y le vaya mal al gobierno y a la selección venezolana, pues -según ellos, sería positivo en el camino de la restauración de la democracia en tanto que debilitaría al régimen, resulta para nosotros en una visión apocalíptica y simplista que no compartimos de ninguna manera y está inscrita en un ya tradicional radicalismo histérico blandido por un reducido sector de fanáticos irracionales que nada han aportado hasta ahora para hacer descreer de Chávez y su administración.

Nuestro pueblo- y tiene razón en ello-jamás recibiría con agrado, simpatice o no con el poder, que en forma explícita o más encubierta se note o perciba que se está ligando un fracaso con el afán de sacarle partido político a fallas organizativas o eventuales derrotas, en tanto que se trata de símbolos vinculados per se en el imaginario de la gente a cuestiones metapolíticas como el gentilicio y la nacionalidad.

Nosotros si creemos que dejará mucho de positivo para el deporte y para el fútbol nuestro que la Copa América se realice en el país, todo ello con independencia del las intenciones de contaminación propagandísticas que se tiene el gobierno. Los hegemones de ahora son circunstancias del momento histórico como lo fueron Videla y su generales asesinos en la copa Mundial de Fútbol Argentina 1978 donde la dictadura pretendió lavarse la cara, pero cayeron y la albiceleste ostenta un título mundial no susceptible de chantajes.

En cierto modo deberíamos darnos con una piedra en los dientes ¿Es acaso poca cosa que 900 millones de dólares que se han invertido en Venezuela en estadios e infraestructuras en ocasión de la Copa se hayan salvado de las chulísima pezuñas de Fidel?