La burguesía masiva
El pre-difunto, ya desvariando ataca de forma ruin y vulgar al candidato unitario de la MUD.
Él mismo sabaneitor en sus cadenas, ahora permanentes, dice que esos tres millones de votos y los otros 2 millones más que pueda acumular la oposición en Octubre, se estrellarán contra los 8, 9 ó 10 suyos, cifra cambiante, según su delirio o su rabia, con la que aspira hacernos tragar los votos nuestros ese 7 de octubre, habiendo alertado diariamente que ese será el resultado y que cuidado como se piensa y menos aun se actúa, contra ese veredicto final de su CNE, su Ministerio de Elecciones.
Lo novedoso es que en su afán de traer y llevar el escenario electoral al terreno de la “lucha de clases” el pre-difunto propala, a los cuatro vientos, que la batalla es contra Capriles: como candidato de la burguesía, mientras él es el “pueblo mesmo”, los pata´ en suelo, los “jediondos” el «perraje», en fin todo ese ditirámbico arsenal de auto parcelamiento, donde admitiendo que se le adversa y por millones, ya él escogió que es la mayoría, emparrandando a su bando, insuflándoles el resentimiento de disminuidos sociales con motes clasistas y racistas, propios del arsenal del irredentismo mas rastrero y portador de violencias por ahora verbales. Ni el mismo alcanza a medir el efecto autodestructivo de esa prédica.
Su objetivo es por supuesto sembrar el miedo paralizante. Ya Chávez tiene 14 años usándolo (incluyen la primera campaña electoral) y mi absoluta convicción es que además de haber logrado edificar esto, como principal pilar de sostén de la estabilidad de su régimen, también ya logró herrarlo al rojo vivo, como única razón de vida política, en el alma y la frente bien visible, de quienes creen que para salir de Chávez, solo se necesita una fiesta electoral… oh vana ilusión.
Paradójicamente quienes menos creen en salir de él, por medio del voto, tratan de auto-convencerse que esa es la única manera de intentarlo… la mente humana y la psiquis colectiva tiene meandros insondables, amigos lectores.
El pre-difunto ya resolvió que su CNE le asignará equis cifra victoriosa y esa será la que deba aceptarse y les dice “a la burguesía”, que ni se les ocurra querer alterar ese designio, por cuanto su aniquilación física estará entonces planteada, como tarea inmediata para su legión de enfurecidos vengadores sociales, que no aceptaran ser despojados de su Chávez y de su “magna obra” de gran reparto y despilfarro del ingreso petrolero.
Creo por otra parte que negar que cada episodio de gran consulta colectiva, como la del pasado 12 de febrero, nos da las pistas para entender nuestro drama nacional, sería más que insensato, una estupidez.
La gente que voto masivamente, nuestra burguesía masiva, QUIERE PAZ, no quiere confrontación. Primera y elemental constatación.
Quieren despertar un día de estos y que le digan que el loco se fue, que los votos dieron resultado, que esta pesadilla terminó, sin habernos arriesgado a un escenario donde haya que arrancarle el poder que él ha jurado no dejar mientras viva, teniendo de su lado la fuerza de las turbas, más aun cuando las ha ido uniformando y dándoles toda clase de privilegios.
Lo que más llama la atención es el voto de los emigrados, sobre todo por su sincronicidad y motivaciones idénticas. En igual o mayor proporción que los porcentajes logrados aquí por la opción ganadora.
Estamos frente a una opción de naturaleza masiva, por definición pacifista a ultranza, que se sintió representada por la quinta esencia del mensaje que esgrimió cabalmente el deseo de entenderse con el régimen, bajo la forma, absolutamente ilusoria, de proponerle el cambio sin desgarramiento alguno, algo así como:
Oye, ya esta bueno que solo gobiernes tú, ahora danos el chance de gobernar nosotros y a cambio te garantizamos que queda en pie todo lo que tú estás repartiendo… es un acuerdo civilizado, para no pelear. Queremos vivir aquí, en lo que nos queda de país, o yendo y viniendo con American Airlines y las divisas subsidiadas, y aunque preferimos tolerarte como un socio menor, por supuesto importante, todavía confiamos que tendrás el sano juicio de suponer que también te conviene un tiempo en la oposición.
Estoy obligado por una cuestión de principios a decir cosas que otros consideran irritativas. Como no sé escribir en contra de lo que considero verdades elementales, déjenme decirles que estas ideas pacifistas a ultranza, esconden un mal disimulado derrotismo.
Es decir, queremos que te vayas, queremos ganar, pero preferimos perder antes de alterar la paz precaria que todavía nos permite ver nuestros hijos crecer, o ir al próximo concierto de rock o de vedettes de moda que dejas venir, seguir almorzando bien en los buenos restaurantes donde muchas veces conseguimos el repele o el bocatto di cardenalle, de las oportunidades de dinero fácil o de chambas artificiosas que abundan, logradas en medio de la corrupción generalizada.
Muchos te confesamos que te odiamos, pero no estamos tan mal, porque nuestros ingresos se mantienen, o han crecido mucho, o poco y en el peor de los casos han disminuido pero aún podemos soportarlo, y así lo preferimos, si la alternativa es solo la riesgosa confrontación con tu poder chantajista.
El capitalismo que tanto dices odiar, no solo sigue en pie sino que lo haz fortalecido a la sombra del estatismo, al construir tu poderosa Chaviburguesía y al atacar a algunas de las grandes fortunas de la gente de María Corina.
Además le has abierto paso y espacio a una nueva clase media roja y permitido que una buena parte de la vieja emigre, o vaya y venga. Sabemos que sigues permitiéndonos convivir contigo aunque solo sea teniendo la ilusión que te mueras o que se cansen de ti tus propios electores estafados.
La principal lección de estas elecciones primarias fue: no es el mensaje inspirador de un candidato el que ganó por paliza estas elecciones, fue la astucia y marketing potentado de un grupo de gigantescos plutócratas, que han multiplicado sus fortunas bajo la sombra del samán rojo, que habiendo estudiado hasta en el detalle cual era el mensaje, propusieron el del candidato ganador que interpretaba la psiquis colectiva conformista, que no desea ninguna confrontación. Esto lo seguiré afirmando, así los inquisidores me vomiten con sus calumnias, por la sencilla razón que tal juicio es demostrable.
La prueba más fehaciente de que ocurrió así, es la pobrísima votación de quienes sostuvimos la necesidad de ser frontales contra el régimen, incluida María Corina, cuyo mensaje fue ampliamente favorecido por publicidad y medios pero cuya votación fue desproporcionadamente débil.
Oye, candidato, le dijeron di esto, esto y esto, y estamos seguros que serás mayoría, ya eso está estudiado y garantizado. Gastaremos todos los millones que sean necesarios en ese mensaje que puedes considerar tuyo, pero es el nuestro, el que nos conviene, y por sobre todo es el que identifica lo que la gente quiere oír, incluyendo los “amigos “ del Caribe.
Así fue y así será, hasta nuevo aviso. Por lo pronto pueden insultarme los que se sientan descubiertos, recuerden que tienen que “matar” basurear o ignorar, a quien les hace presente que hay algo turbio, iluso, frívolo o lleno de ignorancia en el fondo de muchas almas, para preferir seguir conviviendo con Chávez, o sencillamente aceptar algo tan elemental como es el hecho que se actúa por espíritu de conservación, que incluye el miedo como cognomento esencial de esta existencia como rehenes, o por intereses que hay que saber resguardar, porque si hay algo más sensible o acobardado que un millón de dólares es cien millones de dólares.
Sin embargo sería bueno que muchos se enteraran, que las grandes revueltas en la historia de siglos contra la opresión, vienen impulsadas o inducidas por ese mismo espíritu de conservación, o cuando los intereses se ven definitivamente acorralados…
A veces es tal la amenaza que la gente se desespera y se lanza a morder la yugular del agresor…eso viene del cerebro reptil… de la autodefensa para sobrevivir por mandato de la especie, aunque también lo es someterse dócilmente, para que se nos deje sobrevivir… es el síndrome de Estocolmo… es el síndrome de exponer el vientre, las partes blandas, ante la mandíbula del macho dominante, esconder el rabo y bajar la cerviz, postrarse de hinojos, en señal de sumisión.
Hasta aquí muchos amigos podrán recriminarme que la crudeza de estas verdades solo lleva a un cruel escepticismo y están equivocados.
Estoy absolutamente convencido que el pre-difunto terminara hundido en su propia mierda ideológica, y en su propia lógica de la obsesión del poder por el poder mismo.
Hará fraude y con algo de suerte creerá que el 7 en la noche otro Rosales le admitirá que perdimos.
Pero eso es lo que no tengo derecho a suponer por adelantado. Hay ahora un candidato unitario, que sin importar lo blandengue de su mensaje, aconsejado por los dueños de la opinión, como el que mejor interpreta el país, que en el fondo de su alma está en franca mayoría obstinado de este régimen, y a pesar de las dudas que yo pueda tener sobre su entereza para superar las pruebas que habrán de ponerle en el camino y sobre la responsabilidad que él creyó poder asumir; la trama de los acontecimientos dirá, si durante esta campaña que arranca y en la hora critica de la elección, sin hablar del desproporcionado objetivo de ganarle a Chávez, a pesar de sus cartas marcadas y en su propio terreno para desmontarle su poder, este pueblo y en particular su clase media informada y expectante se resigna a otros años de destrucción, o inicia una nueva etapa que no podrá ser otra que la de la confrontación por ahora diferida.
Demás esta decir que cuando nos decidamos a luchar para desalojar del poder a esta peste roja ese día ganaremos…
