La borrachera opositora venezolana
… el problema más grande que enfrentan,(en la oposición), aparte de la cobardía innata que llevan en la sangre, salvo honrosas excepciones, es la de no leer un libro ni por casualidad. El 100% de los dirigentes políticos venezolanos cree que Platón es el perro del Pato Donald, que Aristóteles es el nombre de un gato y que Julio César sólo fue uno de los amantes de Cleopatra aunque la mayoría cree que Cleopatra fue una yegua que ganó el Derby de Kentucky en los 60.
Obviamente, no tienen idea de quien fue Stalin, ni Mussolini, Hitler, Franco, Perón Pol Pot o Idí Amín. La mayoría de estos políticos piensa que Venezuela limita con Estados Unidos y Bolivia. El hasta hace poco alcalde de la ciudad de Maracay, un coronel del ejército, gran chavista él, está convencido de que Pinochet y no O’Higgins, fue el Libertador de Chile.
Los grandes problemas que enfrentan los dirigentes políticos venezolanos de oposición, y por ende sus partidos (casi inexistentes), son la corrupción y la abulia: no conozco a casi ningún autocalificado líder, hablo de aquellos que tienen un par de docenas de seguidores, que no se arrodillen ante las autoridades gubernamentales, sean estas nacionales, o regionales y locales, para hacer negocios. Hace unos días, me encontré con uno de esos líderes que pontifican sobre la libertad y la democracia, pero que negocia con un conocido general, gobernador de uno de los estados de Venezuela, la construcción de 400 viviendas de 70 metros cuadrados, lo cual no tendría nada de malo, pues tiene derecho a ejercer su trabajo; pero, de inmediato, trató de justificar las políticas habitacionales del régimen, el cual en 11 años ha logrado construir unas 120 mil casas, existiendo un déficit de algo así como 2,7 millones de viviendas, y de ponderar las políticas habitacionales del presidente Chávez “que estaría siendo torpedeado desde el interior de su propio gobierno para que no prosperen sus políticas sociales”.
Lo anterior es sólo una muestra. La otra, la de un industrial del plástico, que acordó fabricar 50 mil muñecas para que el gobierno castrista se las regalara a las niñas cubanas. Obviamente, los 50 millones de dólares que costaron las muñecas las pagó el gobierno venezolano y Fidel las vendió en el mercado internacional. Esas muñecas representaban una señal de consumismo avanzado para el criterio del moribundo líder isleño.
Estos políticos, como dicen los venezolanos, “de vaina leen las páginas de los caballos en los diarios”, jamás, nunca, leyeron ni los manifiestos de Hugo Chávez a partir de 1993: “Cómo Salir del Laberinto”, papel que contiene el programa de los insurrectos militares del 92, y que habían comenzado unos 10 años antes. Tampoco conocen, un resumen de este proyecto, el cual se repartió por millones de ejemplares en forma gratuita, titulado “Agenda Alternativa Bolivariana”, para contrarrestar la Agenda Alternativa Venezolana, del presidente Rafael Caldera, que por cierto fue co-redactada por Teodoro Petkoff, ministro de Caldera y William Lara, actual ministro de información y gran censor del gobierno chavista, y ahora premiado con la gobernación{on del estado Guarico, obviamente, ganado fraudulentamente; entonces era miembro del PCV y asesor de Caldera. De esta manera ahora lloran, patalean, van a los organismos internacionales y gritan a los cuatro vientos de que Hugo Chávez quiere instaurar un modelo comunista (dicen unos), un gobierno socialista (dicen otros, una dictadura del proletariado). (En un país en donde el proletariado no existe según Rigoberto Lanz, connotado sociólogo del régimen.
En otras palabras, dicen cualquier cosa con tal de tratar de desprestigiar al régimen pues no saben, no tienen idea, del pensamiento chavista, el cual, hay que reconocer, es confuso, porque Chávez parece decir como vayamos andando, vamos viendo, total de los errores se aprende, lo cual es totalmente cierto, si no fuera así, pregúntenle a los japoneses y alemanes.
Unas de las premisas de las cuales se ha olvidado Chávez (no hablo de sus seguidores: léase ministros, viceministros, gobernadores, alcaldes, generales, etcétera, porque no tienen voz ni pensamientos propios, es que proponían la vía pacífica a la salida de la crisis capitalista y el diálogo con todos los sectores. Este diálogo no se ha dado y, no se dará nunca.
En ¿Cómo Salir del Laberinto? se plantea claramente, sin discusión, “la reconstrucción de la nación”; es decir, el cambio estructural. Van tan lejos en el documento que se plantea allí “una nueva civilización, capaz de responder a los múltiples requerimientos de la sociedad venezolana”. Para esto, ofrecen voluntad de cambio y diálogo. ¿Se han preguntado nuestros políticos cuánto diálogo ha habido con el gobierno en 11 años?
El documento en cuestión plantea sin ambigüedad la necesidad de encontrar un equilibrio. Crear una etapa de transición (que habría terminado el 3 de diciembre 2006), “dando inicio a una profunda transformación ético-moral y estructural hacia una sociedad original (“inventamos o erramos – S.R [.1].)”
El documento cuestiona dos valores importantes: a) la cuestión económica al decir, “quien usufructúa de nuestras riquezas) y b) ¿Quién posee las armas? (que deben estar en manos del pueblo). A esto, y lo consiguieron, lo llaman “RECONQUISTA de nuestra soberanía integral”(SIC)
En el documento se plantea claramente la reestructuración municipal. La creación de los consejos comunales,(CC), los cuales no podrán tener más de 400 integrantes, que serán elegidos, solamente por aquellos que hayan completado un curso de administración socialista dictado por el gobierno; recibirán dinero para llevar a cabo proyectos, partidas que se les restará a los municipios, los cuales deberán desaparecer. ¿Qué sucedió con estos CC; pues son los que mandan en los municipios, hacen encuestas en los barrios para saber cuántas personas caben en una vivienda y así solucionar el problema habitacional; encuestan a los abarroteros y pequeños supermercados, para poder en alguna ocasión saquearlos (los grandes Supermercados, como la Cadena SuperLider de Aragua, no entran en el juego pues pertenece a capitales chavistas; a los nuevos ricos de la nación.
También se propone allí un gobierno jurídico-político-militar. ¿Qué es lo que ha hecho Chávez? Ha involucrado a la FAN en su proceso revolucionario y hasta le cambió la consigna de los desfiles, los cuales ahora se hacen con la consigna: “Revolución, Patria, Socialismo o Muerte”, al mejor estilo cubano, implementada por el ahora opositor general Raúl Isaías Baduel. Por otro lado, todo el corrupto aparato judicial, responde exclusivamente a sus directrices. ¿Dirán los dirigentes políticos de oposición que esto no estaba anunciado?…
Chávez fue categórico en su documento, cuando dice que “nadie se escapa al control bolivariano, al control revolucionario”.
El documento chavista dice que con esto “hay que demostrar el poder real y disuadir al pueblo con firmeza”, con la participación masiva de “todas las fuerza y con efectos sicológicos eficientes” para “ordenar la rendición inmediata de las fuerzas que se oponen a la revolución”.
Este sistema ha venido poniéndose en práctica desde hace 11 años. Los adversarios del gobierno, sin embargo, no fueron capaces de avizorar esto; tomaron a Chávez como un demagogo más y este, actuó como la arañita que fue tejiendo su red poco a poco, fue envolviendo a la sociedad venezolana, de tal manera, que aún hay miles de industriales, banqueros, comerciantes, constructores, profesionales, que creen que lo prometido por Chávez en sus discursos es demagogia. El presidente Chávez tiene un Plan organizado y lo está cumpliendo al pie de la letra.
Es más, cuando exista la toma del poder absoluto, los bolivarianos se plantean en su documento ¿Cómo Salir del laberinto?, “enjuiciar en forma ejemplarizante, castigando con largos años de presidio y confiscación de sus bienes muebles e inmuebles, en Venezuela y en el exterior, sin derecho a apelación ni libertad condicional a todos aquellos funcionarios públicos y privados que han cometido, o conspiren en algún delito de corrupción judicial, administrativa, peculado, narcotráfico, usura, abuso de autoridad y de confianza, violación de algunos de los derechos humanos, ciudadanos, civiles, militares y sociales, ecocidios, crímenes y represión con armas letales, etc., (…)”
Lo anterior ya se ha llevado a la práctica, hay unos 400 presos políticos, algunos sólo por opinar, y aún sin juicio, no se les ha permitido ser juzgados en libertad, contraviniéndose todos los preceptos constitucionales. Ningún delito de corrupción pública o privada ha sido castigado; ningún crimen contra los derechos humanos cometidos por simpatizantes del gobierno o de sus propias fuerzas ha sido castigado; el Defensor del Pueblo brilla por su ausencia, siempre hace mutis por el foro y con su aterciopelada voz siempre ha considerado delincuentes a las víctimas, llegando a decir que en Venezuela no hay presos políticos sino que “políticos presos”.
En materia financiera, el atraso del pensamiento bolivariano es patente; por ejemplo, plantean, en su documento congelar los intereses bancarios al 10%, lo que significa que no abatirán la inflación; por otra parte, dicen que cooperativizarán el 33% de los bancos nacionales y aplicarán un “diezmo” del 10% al resto de la banca. De hecho, hoy toda la banca estatal est{a quebrada debido a los negociados del régimen. Plantean congelar el precio de los alimentos indefinidamente, creando una gran escases de alimentos y medicinas de manera tal que los socios del régimen puedan hacer sus negocios para “abastecer al pueblo”… Las consecuencias de esto se están viendo en el diario vivir. Cuando no se consigue azúcar en Venezuela, se consigue leche, cuando hay leche no hay arroz, y as{i va el círculo vicioso; y siempre escasean otros alimentos y los que se expenden tienen precios usureros. Esto, obviamente, al parecer, no lo ven ni lo verán los dirigentes opositores y menos los oficialistas que gozan de multimillonarios sueldos. Otro de los atrasos financieros, que dice el discurso bolivariano, es el regreso “al patrón oro” aunque los generales de la G.N. y otros organismos se roba todo el oro producido en el sur del país, y aplicarle un 100% de impuestos a los capitales venezolanos en el extranjero. Obviamente, ninguna de estas dos promesas ha sido cumplida aún.
La nueva reforma agraria emprendida por el gobierno revolucionario, se distanció del proyecto original. En éste, se decía, por ejemplo que se les suministraría la titularidad de la tierra a los trabajadores del agro. En su lugar, se les ha entregado “Cartas Agrarias”, que realmente no tienen ningún valor como propiedad, y las tierras quedan en manos del Estado. Se plantea también la entrega de un 30% de las acciones de las empresas a los trabajadores, profesionales y técnicos, pero, en su lugar, el gobierno ha optado por la estatización de la propiedad privada, lo cual contradice el espíritu socialista del documento “revolucionario”.
En definitiva, “en ¿Cómo Salir del Laberinto? Se plantea lo que se llama el “gran Viraje” o el “Proyecto Nacional Simón Bolívar”. Este es un documento contradictorio pues está basado en “ideas” supuestamente socialistoides, enmarcadas “en nuestras propias raíces históricas, fundamentadas en el árbol de las tres raíces” que son el pensamiento Robinsoniano [.2], el pensamiento e ideal de Simón Bolívar [.3] y, finalmente, enmarcado en el pensamiento, si es que tuvo alguno, del esclavista y bandido del siglo XIX Ezequiel Zamora, a quien los revolucionarios tergiversando la historia, transformaron en héroe.
Este pensamiento, tiene por efecto un fuerte componente fascistoide pues se piensa imponer en el continente. Según sus mentores, es la única manera de liberar a los pueblos del yugo “capitalista salvaje” o Neo-liberalismo. Ya han calado hondo en Bolivia, Ecuador, Nicaragua y Paraguay…
El llamado Proyecto Simón Bolívar, que no conocen nuestros dirigentes políticos, ni venezolanos, ni extranjeros, plantea varios ejes para su accionar: “Necesidades y objetivos materiales – Necesidades y objetivos sociales – Necesidades y objetivos cívico culturales y militares – Necesidades y objetivos políticos”.
El marco más peligroso de los objetivos planteados en el documento, es sin duda el de Necesidades –Objetivos Cívico Militares y Culturales, pues allí se plantea el gobierno de Cabildo Abierto, con la práctica asambleística que obviamente es dominada por las turbas gubernamentales previamente preparadas para ello y que, en definitiva, acaban con el poder municipal. En la elección de las autoridades de estos grupos, que ahora llaman el “sexto poder comunal”, son los consejos comunales que serán controlados en forma total por la “revolución”. Estos gobiernos, supuestamente (esta etapa comenzaría a partir de la nueva Constitución y para eso necesitan la reforma), tendrán que reestructurar el sistema educativo: hay que ideologizar a los estudiantes en las bondades del socialismo del siglo XXI. El documento dice que hay que unificar criterios e ideas; en otras palabras, se propone el pensamiento único, cuestión de la cual, los dirigentes opositores no se dan cuenta.
El documento chavista es tan completo que incluso plantea la expulsión del país del grupo evangélico Nuevas Tribus, lo cual se hizo a principios del 2006. Plantea la creación de congresos internacionales, cuya finalidad, obviamente, es ganar apoyo de exaltados de otros países.
Se plantea, además, un nuevo poder militar mediante la selección de los mejores cuadros. Es decir, se quedan en ellas, solamente los elementos revolucionarios o comprometidos con los cambios. (¿Lina Ron, será una futura generala de la revolución? La reestructuración, dice el documento, debe ser total en el seno de las Fuerzas Armadas y allí plantean la disolución de la Dirección de Inteligencia Militar – DIM – disolución de la Guardia Nacional – GN – y otras instituciones como la DISIP (Policía Política).
El documento que plantea o formula el Proyecto Político Bolivariano “Simón Bolívar”, si bien es cierto que no habla directamente del socialismo, plantea en sus 40 páginas, políticas que podríamos considerar castro-comunistas, las cuales han sido puestas en práctica poco a poco para darle al proceso revolucionario un cariz democrático no solamente ante los venezolanos sino que en especial ante la opinión pública internacional.
Por otro lado, se pretende cansar al pueblo, en especial a la clase media, con un sistema electorero que funge de democrático, pero que distrae la atención popular y la de la oposición semi-organizada, para que estos no se preocupen de la verdadera acción política fascistoide del gobierno, que significa detentar el poder a la manera de Kim Il Sung, de Fidel Castro o de Gadafi.
Lamentablemente, la ignorancia total y la ignorancia supina, de dirigentes de la oposición venezolana, ha permitido la entronización de un sistema que durará, seguramente mucho tiempo en el país bolivariano. Ante esto hay que recordar un viejo dicho español que dice “la culpa no es del cerdo sino de quien le da afrecho”. El alimento político del proyecto de Hugo Chávez, fue aupado, ayudado y financiado por la oligarquía venezolana, la cual puso a su disposición dinero, medios de comunicación y transporte y mucho más. El proyecto democrático existente después de la caída de Pérez Jiménez, hace más de 5 décadas, ya no le daba dividendos a esta oligarquía, la cual piensa, solamente, en sus ganancias. No es una coincidencia que en estos últimos años se hayan fugado más de 300 mil millones de dólares desde Venezuela con la complicidad del Banco Central, de PDVSA y del mismo gobierno. Si Chávez, realmente quisiera hacer una revolución, debería comenzar por recuperar esos fondos para eliminar la tremenda pobreza y miseria existente en Venezuela.
Referencias [.1] Simón Rodríguez [.2] Samuel Robinson, era el “alias” que usaba don Simón Rodríguez, Insigne maestro y pensador venezolano que pasó gran parte de su vida en el exilio y quien creía en el socialismo utópico, aunque se adelantó a Marx en cuanto al análisis cuantitativo y cualitativo de los procesos transformadores [.3] S.B. propiciaba la unidad americana sin estados Unidos como un bloque comercial que pudiera hacer frente a las grandes potencias económicas del siglo XIX. Fundamentalmente su pensamiento era liberal *e-mail: