La ambición cretina
Me resulta en exceso amargo, tener que referirme a un
asunto que no tenía que tener a estas alturas de
nuestra tragedia la menor de las discusiones.
La unidad de las fuerzas democráticas opositoras
reunidas hasta ahora en la «Coordinadora»
Democrática», no sólo ha sido necesaria y obviamente
útil, sino que sigue siendo indispensable como
instrumento para desplazar del poder un régimen que ya
hace tiempo poco disimula sus esfuerzos por imponer su
dominación corporativista, personalista y autoritaria.
Esa condición del chavismo de verdugo de las reglas
del juego democrático, es ahora más inusitada que
nunca, lo que coloca a la instancia opositora en un
rol ineludible como instrumento clave para la
recomposición del juego.
Sabemos que lo que decimos es de perogrullo; la
inmensa mayoría del país fervorosamente situada en una
salida de Chávez del poder tiene la firmeza y el
convencimiento, que sin la unidad en la acción de los
distintos factores que adversan al régimen, éste ya no
solamente terminará por arruinar al país, retrasando
todas sus expectativas colectivas e individuales de
progreso y prosperidad, sino que finalmente puede
llegar a alcanzar y consolidar su propósitos
totalitarios.
La ambición cretina de algunos grupos y personalidades
dentro de la coordinadora, más por codicia que por
ignorancia ,tratando de acomodar sus planes
particulares al ejercicio y disfrute del poder,se
dedican ahora a la insólita tarea de tirarse cartas
marcadas de forma bastarda, pretendiendo ocupar un
terreno que les está vedado,repleto de cartuchos de
dinamita, no apto e infértil para la competencia ni el
juego. El gobierno, que al menos hasta hace muy poco
era el enemigo común, reina sobre esos espacios,
calculadamente minados por él y todo indica que
seguirá haciéndolo a placer, poniendo los ritmos de la
contienda ante la escasez de miras de los abominables
grupos que desde la coordinadora o fuera de ella ahora
se unen a Chávez para sabotear la admirable energía
cívica ciudadana.
De consumarse rupturas y fraccionamientos en el
movimiento opositor, lo único que terminarán
repartiéndose, quienes lo incitan, animan y promueven-
de eso no debe cabe la menor duda- serán los lugares
en el exilio, las conchas donde correrán a esconderse,
las literas en las prisiones y los más avisados y
amorales-quizás ya algunos lo tienen adelantado- un
puestecillo en la denigrante y corrupta burocracia
«bolivariana».
No obstante lo dicho, nos aferramos a la esperanza de
que privará la sensatez y se salvará la unidad; pues
sigue siendo transparente para nosotros, que es en las
entrañas del movimiento opositor, sobre todo en el
pueblo que lo sustenta , pero también de muchos de sus
líderes y organizaciones, donde está la Venezuela
posible, el alma y el espíritu de permanencia de lo
que de alguna manera define la conciencia de lo que
hemos sido y de lo que deseamos ser.
Constatar las vilezas de ciertos especímenes políticos
al lado de lo que anhelamos, pero con los mismos
vicios de lo que combatimos, tensa en sentido
ascendente hacia el presente y hacia el futuro la
selección de los líderes que Venezuela hace tiempo
merece, exige y a los que aspira.
Basta ya de cómicas.¡Ah y cuidado!,el país no se los
cala más.