Jalando No Cae, Con Insultos Tampoco.
Luego de 8 años y medio y a pesar de haberse ensayado las mas diversas tácticas para desalojar al chavismo del poder, lo menos comprendido es precisamente el tema de cómo es que se enfrenta un gobierno malandro, tal como el que encabeza sabaneitor.
Muchas veces hasta provoca tirar la toalla, en la tarea de querer hacer comprender, que hay abismales distancias y profundísimas diferencias, entre nuestra realidad y la de Estados Totalitarios, donde todo vestigio de sociedad democrática fue pulverizado, como lo es Cuba, Corea del Norte, Bielorrusia, Irán, Siria, etc., o lo fueron la extinta URSS, la Alemania Nazi, la Italia fascista, la España franquista, etc.
No cabe la menor duda, para quién les haya estudiado, que esas experiencias son drásticamente diferentes a nuestro contexto, de Republica deformada al extremo, por un régimen y gobierno autoritario, militarista, pirata, delincuencial, clientelar populista, pero que no a podido invalidar la sociedad democrática, cuyos cimientos son aún fuertes, a los que no ha podido destruir, aunque si dañar severamente.
Es casi superfluo pero debo aclarar, que tampoco padecemos un régimen militar genocida, como fue el del General Videla en la Argentina de los setentas o el de Pinochet y evidentemente, ni siquiera como el de Velazco Alvarado en Perú (1968-76) o el propio Pérez Jiménez.
Lo peor que puede hacerse, para entender un proceso peculiar, es andar buscándole similitudes con realidades y contextos históricos, geopolíticos y con países con una morfología social radicalmente distinta a la nuestra, por no hablar de su historia y los accidentes padecidos en sus instituciones.
Nuestra situación, no es, repito NO ES, la de ninguna sociedad y Estado totalitario, a pesar de todo lo machacado por la superficialidad acostumbrada de muchos «analistas» que confunden todo.
Nuestro proceso es distinto, al no haber surgido este gobierno, de una ruptura violenta de régimen, sino de una reforma de régimen pactada, con elites y plutócratas del régimen anterior y cuyo origen fue el sufragio universal, inicialmente legítimo.
También es diferente a un régimen revolucionario de facto, si bien es notorio, que en la construcción del régimen chavista, si se refleja la existencia de un proceso dictatorial, autoritario, militarista, delincuencial, de estado forajido. Digo proceso, no acto definitivo e irreversible.
Es cierto que no está descartado que un régimen que inicialmente tuvo un origen electoral mayoritario, pueda convertirse, por excepción, en totalitario, como fue el caso del régimen Nazi y Hitler, pero comparar la Alemania y Europa de los años treinta y a este sabaneitor con Hitler, sólo sería prueba de extremada ignorancia.
El régimen chavista se yuxtapone, parasita, gangrena, corroe, etc., un Estado Democrático en su origen y que degenera aceleradamente hacia un Estado de otro signo.
¿Cuál? ¿Cual otro signo?. Está en plena transición. Su descomposición actual y anarquía creciente, dificultan que se cierre lo que hasta ahora es un paréntesis, entre el viejo estado de origen gomecista y reformateado democráticamente, por el pacto de Punto Fijo, y un nuevo diseño que aun esta lejos de concluir y que solo es viable con la completa destrucción de la sociedad democrática.
El proceso en marcha, que repito no ha concluido de forma irreversible, implica, que ese Estado delincuente edifique su maquinaria de corrupción, esa si ya bastante avanzada, pero sobre la base estructural de un estado que asfixie definitivamente las libertades económicas, todos los derechos civiles y por supuesto, que silencie con miles de tumbas la protesta engendrada en una cultura democrática y de insobornable apego a las libertades.
El monolitismo chavista empezó a fracturarse y eso constituye la más evidente prueba de su atascamiento como proyecto nacional duradero.
Precisamente para poder adulterar su origen, basado en el sufragio, es que el chavismo adoptó el expediente de montar un complicado y costosísimo sistema electoral fraudulento, ante su manifiesta incapacidad para intentar la dictadura, apelando a la represión masiva y al desconocimiento de su propia constitución.
Con cierta lógica quiere ahora, usando su sistema electoral fraudulento, ir a cambios constitucionales que hagan legalmente votada incluso su dictadura.
Si el problema nuestro consistiera en endilgarle los peores calificativos a Chávez, para desacreditarlo, tenemos todo un arsenal de tipo ético y moral, para efectivamente descalificarlo justificadamente, pero cuando se va a diseñar una política para salir de su régimen nefasto, lo peor que podemos hacer es pretender que saldremos de él, por la mayor carga de insultos posibles y no por descubrir cuales son nuestras grandes fortalezas que se corresponden, asimétricamente, con las mas profundas debilidades de su régimen y viceversa.
Todo el secreto está amigos, en que la sociedad democrática venezolana esta viva, es poderosa, vital, no está liquidada y podemos reagruparla y Chávez no ha podido reventarla en 8 años y medio y no ha querido intentarlo, porque el riesgo de fracasar rotundamente ha sido su consejero, aunque si logró derrotarnos varias veces parcialmente, con el concurso de los disparates de las direcciones de la oposición, que malbarataron el grueso de nuestro capital sociopolítico.
Cuando vemos una manifestación de enfranelados de rojo protestando, y hay cientos de ellas por semana en todo el país, sepamos que esas son manifestaciones o protestas airadas de la sociedad democrática, así los bocones que dirijan cada una de ellas hayan convencido a los protestatarios, como quizá lo están ellos, que lo mejor es invocar a Chávez como aliado y su supuesta inocencia, o ausencia de responsabilidad, en lo que se denuncia, para obtener alguna ganancia en el pleito contra el burócrata de la segunda línea, al que responsabilizan, equivocadamente de manera directa, por sus desgracias.
Todas terminarán como las protestas del Padre Palmar, contra la corrupción bestial del Ministro Ramírez y la cúpula de PDVSA, de la que Chávez asumió personalmente sin ambages su defensa: Chávez es el padre de la corrupción y exige silencio disciplinado. Tomen nota los que aún necesitaban mas pruebas.
Sin embargo, nuestra costumbre de creer que democracia y libertad para la clase media, tienen el mismo contenido que para los sectores de los peores ingresos del país, que conforman el 60 % de la población, nos sigue llevando a grandes equívocos.
Mi punto es que el derrumbe del chavismo como poder de Estado, viene por el ariete de los enfranelados de rojo y no exclusivamente por nuestra protesta de clase media, por las libertades amenazadas y conculcadas.
Repito: nuestra lucha por las libertades son vitales, pero nunca creamos que son suficientes, si se siguen dando aisladas de las luchas de los enfranelados de rojo, por sus reivindicaciones sobre sus privaciones y carencias elementales, que les empujan a la calle contra el régimen pirata, ineficiente y malandro, y que terminarán comprendiendo, como el cura Palmar, que el gran responsable de todo este despelote macabro es su ídolo de barro, el fariseo, apostata, demagogo y déspota sabaneitor.
Si lo que he dicho interpreta las posibilidades reales de convertirse en el factor dominante de la vida política, a saber, que la IMPLOSIÓN político-social del chavismo, va a convertirse en la clave de su derrocamiento, por fracturas de todo orden, que contienen todas las hipótesis y todos los peligros, entonces deberemos prestar una atención distinta, de serias sospechas, por lo menos sobre su inutilidad, a las proclamas de pureza sectaria desde nuestra oposición, a la que curiosamente hacen coro, tarifados reconocidos, que no hacen sino denostar a personeros políticos como los de PODEMOS, que están en proceso de ruptura política con el gobierno y el mandamás, por no hablar de la soberana estupidez de quienes hicieron de Teodoro, Rosales y Borges, enemigos políticos merecedores de mayores diatribas que el propio Chávez.
Si ustedes quieren descubrir fácilmente el entreculitipierneteo de lenguaje común del tarifado chavista, hermanado al fanático nuestro, moralista de verbo incendiario, rayano en la estolidez política, observen como, respecto a un fenómeno político tan interesante como el que denota el desarrollo de una fractura del frente político del gobierno, ello es tratado sólo con epítetos insultantes, contra los nuevos refractarios al régimen y que fueron o son todavía chavistas.
He visto el colmo de este tipo de razonamiento político, mas que equivocado, sórdido, cuando se comenta en dirección a un grupo de desamparados que claman justicia: «Vuelvan a votar rojo cuerda de monos».
Es allí donde me digo ¿Cómo ganar así, al lado de esta clase de miserables que claman por una invasión gringa y se expresan en términos racistas?.
A veces creo que la mayoría de este tipo de vocingleros, con sus desplantes que ven enemigos y agentes del gobierno hasta en la sopa, son asi porque algo ocultan y se empeñan en autoafirmarse como los opositores más intransigentes o buscan desviar la atención sobre los grandes responsables.
Esa oposición de integridades sospechosas, que la entiendan otros, yo renuncié a entenderlos porque no estudié psiquiatría.
La guerrilla digital solo esconde un drenaje comprensible en gente que ha sido victima de este gobierno, para ellos mi solidaridad, pero en otros casos, sólo representan unas profundas cobardías, entre otras, la de carecer del coraje de la paciencia para esperar que las grandes mayorías decidan salir del régimen, aunque ello nos cueste mas tiempo del que están dispuestos a soportar los partidarios de cualquier aventura, con tal de dar rienda suelta a sus venganzas.
Agrego, si quieren ampliar mi divergencia con nuestros fanáticos, que la estupidez mayor es exigirles, a los descontentos con el gobierno, la más rápida ruptura, para que se avengan a nuestro atrincheramiento verbal, cuando precisamente lo que hay que hacer, es trabajar laboriosamente para nutrir la oposición desde el bando rojo, ademas del nuestro, con unas direcciones que primero debemos demostrar su calidad, uniéndonos por encima de los intereses grupales.
Una de nuestras desgracias nacionales, es que al convertirnos Chávez en una colonia política sui géneris del castrismo, nuestra oposición también ha sido teñida por el lenguaje mayamero del irredento exilio cubano.
Tengo y seguiré teniendo encontronazos con una fauna opositora venezolana, que resolvió que aquí ya hay comunismo y que el régimen de estos charlatanes corruptos, representa lo mismo que representa Fidel y el comunismo para la martirizada CUBA y su sufrido exilio.
Intentemos una vez mas explicarles, a los sectarios y fanáticos de análisis en extremo superficiales, nacidos de su ceguera muchas veces provocadas por situaciones personales o familiares atroces, que no deben convertir su polaridad, en la base de ningún presupuesto teórico, para armar una política que garantice la superación de esta tragedia nacional, en la que se nos convirtió el chavismno gobernante.
Alguien con no pocas angustias podría preguntarse: ¿pero porque este la agarra contra esos opositores?. Y la respuesta es sencilla: Porque a pesar de su muy probable buena fe, pueden hacer un daño muy grande a la estrategia para salir del régimen que creen combatir.
La otra cara del colaboracionismo, cohabitacionista, de oposición complaciente, que tanto criticamos por perverso y confusionista, es ese fanatismo, muchas veces hermanado de racismos de pacotilla, que se respira en ciertos medios opositores y que reúne a verdaderos ociosos, donde no faltan bocones magnicidas, infiltrados por el G2 castrista, haciéndole campaña a las «soluciones drásticas» y viendo que bolsa se pega, para sumarlos a sus listas de sospechosos.
Para decirlo directo, no se quien es mas dañino para una estrategia que nos lleve a sacar este piltrafa de régimen, si un bolsa que cree en soluciones electorales con un CNE de esbirros, o un racista e imbeciles, que juran que con unas diligencias a tribunales internacionales estamos hechos, mientras esperan la invasión yanqui salutífera, que nos resuelva el problema del que solo nosotros debemos salir y no creándonos uno mayor, si la desgracia histórica fuese convertirnos en otro Puerto Rico, pero que debería pasar primero por otro Panamá.