Izarrita, víctima de la podredumbre
Al observar la risa de Izarrita, suerte de aspirante a Nerón o Tiberio, por ende afectado en lo más íntimo de su psicología, no pude menos que reparar en el Breviario de Podredumbre y su autor, Emil Cioran. El vocero del innombrable es una síntesis mejorada del escrito de este filósofo rumano, porque le canta y le ríe a la muerte a pesar de su exactitud.
Los centenares de miles de containers de comida podrida, que en buena hora pueden servir para la vida de miles de hambrientos que a diario ven a la muerte en sus narices, poca cosa representan para el espectáculo de Andrés Izarra a través de CNN: ex ministro de información del Régimen y jefe de Tele Sur, se ríe a carcajadas de las viudas e hijos de las 117.900 víctimas de homicidios ocurridas durante el mandato de Esteban.
El número de los muertos habidos palidece ante la burla. Y la pregunta que cabe, ante el impudor y frialdad que son propias de un sepulturero de oficio, apenas encuentra respuesta en el pesimismo existencial o nihilismo de Cioran: “Cuando nada puede impedirte sangrar, las ideas mismas se tiñen de rojo o se invaden como tumores las unas a las otras”.
De allí que la frialdad que trasmuta la Cuba de Fidel y sus agentes del G2 a la mente del padre y de los hijos del Socialismo del Siglo XXI – comunismo puro según el propio Castro y como también lo afirma el Cardenal – es, pues, sinónimo de cultura de la muerte, confusión de las ideas, eso sí, sobre una tierra pintada de rojo por la sangre de quienes hoy ocupan la morgue de Bello Monte, sea por las vallas de publicidad que los últimos mercaderes del capitalismo aún le fabrican al inquilino de Miraflores.
En el fondo, debo decirlo con lástima por Izarra y dolor respetuoso para sus afectos cercanos, él es víctima de los fenómenos que ausculta y describe Cioran cuando habla del hombre carcomido. Nunca ha saboreado Izarra, como tampoco Esteban, a quien tanto le rinde culto aquél, el peligro de la propia extinción. Por ello se burla de la muerte y desprecia lo único que ella si tiene y la diferencia de la vida, su exactitud, lo repito. La vida y su canto le rinden culto a la diversidad de lo humano y aíslan los fanatismos.
No por azar el estrenado Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, es claro en su mensaje al innombrable y a los suyos sin necesidad de nombrarlos: Hablan de guerra y la invitan con hilaridad porque no han consolado viudas e hijos después de la tragedia. En otras palabras, Izarra y el régimen a quien sirve, crean fantasmas y atizan a la muerte a distancia, para que otros la padezcan. Así ocurre el 4F cuando Esteban se esconde mientras los suyos se arriesgan, y también el 11A, cuando los mandaderos de éste hacen por él lo que él es incapaz de hacer en su cobardía.
La risa, en fin, por lo general es sinónimo de alegría. Pero otras veces es miedo, como la de Izarra, que no olvidarán pronto la opinión pública mundial y la venezolana. Él causa conmiseración dada su edad, y no es justo que sea víctima de un miedo prestado; ese que hace presa de todos quienes nos gobiernan durante los últimos doce años desde los ministerios hasta la Asamblea, pasando por los tribunales, al punto que hoy les importa más el pellejo que cargan a cuestas que las víctimas de nuestra violencia criminal intestina.
El miedo en Izarra y en sus compañeros de revolución tiene un origen y explicación únicos. Es el miedo que no logra despachar de sí Esteban desde los mismos días en que funge de aspirante presidencial y ya habla de magnicidios. Es el miedo que carga en sus alforjas y drena con risas desenfrenadas ante el presidente Santos, quien lo tiene al descubierto y bien medido. Es el miedo, en fin, que igualmente se nos instala a los venezolanos en una hora malhadada y por un sino de nuestra historia, por darle párvulo a un enfermo del culto a sí mismo y no decidir exorcizarnos de su presencia.
Lo dice con mejor propiedad el autor del Breviario de Podredumbre al contarnos que “tener miedo es pensar continuamente en sí mismo y no poder imaginar un curso objetivo de las cosas”. El miedoso – víctima de una subjetividad exagerada – se cree, en mayor medida que el resto de los humanos, el blanco de los acontecimientos hostiles, concluye.
La enseñanza no se hace esperar. La risa de Izarra es miedo y es culto a la muerte, por pánico que le tiene a la muerte y que le nace de sus diarias andanzas con Esteban, el innombrable, germen de una enfermedad que se hace nacional y expande paulatinamente.
“Contra el miedo y la podredumbre vota el 26S!
ENTRE LÍNEAS
? LO DICE DEMOCRACIA Y DESARROLLO. “El problema de guerrilleros colombianos en la frontera venezolana forma parte del compromiso de San Pedro Alejandrino. Juan Manuel Santos tuvo la discreción de plantearlo con el término seguridad, pues no ignora que la condena de Chávez a las FARC y ELN tiene mucho de retórica. Santos ha sido categórico en las condiciones que demanda: entregar las armas, dar libertad a todos los secuestrados y abandonar las zonas que ocupan. La mayoría de los guerrilleros ha recibido cédulas de identidad venezolanas, forman parte de las comunas, y las dirigen en la frontera. Santos, por otra parte recibe la herencia de Uribe, aun cuando en la campaña electoral ambos tuvieron un lenguaje sobrio. Nadie ignora en Colombia que la despedida de Uribe a Chávez fue de pocos amigos: una denuncia ante la Corte Penal Internacional (CPI) y una demanda ante la Comisión Internacional de Derechos Humanos (CIDH). Según Efe la denuncia y la demanda ante esos organismos internacionales responden a violación de derechos humanos por parte de Chávez como persona natural, y de Venezuela como Estado”.
? “CHÁVEZ LLAMÓ “COBARDE, MENTIROSO, CIZAÑERO Y MANIOBRERO” A URIBE y dijo que “un hombre así no merece ser presidente de nada, menos de un país”, sino que “sirve para ser jefe de una mafia”. Ordenó el cierre de la Embajada en Colombia, tras declarar que Uribe es “un criminal, paramilitar, narcotraficante y lacayo del imperio”. “Uribe se bajó los pantalones al suscribir el acuerdo militar con Washington”. Para Chávez Juan Manuel Santos, candidato presidencial, “podría generar una guerra en esta parte del mundo, cumpliendo instrucciones de los yanquis”. El mismo día de las elecciones… Chávez declara: Si Santos fuera elegido presidente, yo no lo voy a recibir y sería sumamente difícil, casi imposible, restablecer relaciones, Santos se convertiría en una amenaza más grave que el actual gobierno”. No obstante, lo primero que hizo Chávez, luego de la toma de posesión de Santos, fue decir que estaba dispuesto a recibirlo en Venezuela o a viajar a Colombia y tres días después se presentó en San Pedro Alejandrino”, concluye en su documento la asociación civil que patrocina Konrad-Adenauer Stiftung.
? DOS MUERTES OFICIALES, que no nos causan risa. Paz a sus familias. Fallece el diputado Luis Tascón, autor de la lista que dicta la muerte civil de los opositores y luego pelea con Esteban por los hechos de corrupción de su gobierno; y Alberto Müller Rojas, general y catedrático, primero gobernador con el Presidente Lusinchi y luego asesor del innombrable.