Isaías, el profano
Isaías, el profano, funge como suerte de Tarazona y sirve incondicional a quien, tras el telón, mueve los títeres del entuerto histórico que hoy hace presa de los venezolanos, bajo el signo de una revolución de impostura ¡Y es que aquél y su patrón distan de ser revolucionarios en serio!
La revolución es algo más que el burdo ejercicio de conservar el poder. Y lo veraz es que Isaías y el innombrable Esteban en nada mellan la legitimidad del sistema de libertades que les precede, que tan liberal es que a su costa y sin sangre se hacen del poder para ejercerlo con indecencia sin par.
Luego de actuar como Vicepresidente y Fiscal General, Isaías transita por los predios de El Pardo desde donde aspira a un modesto cargo de suplente en el Tribunal Supremo. ¡El ambiente madrileño le carga y pesa al nervioso y sudoroso pretendiente de poeta! Le traiciona el ánimo y hasta le hace decir estupideces que fluyen de su experiencia, como aquella de las torturas por la policía española a unos etarras para que confiesen haberse entrenado como terroristas en los patios de Esteban, bajo el cuidado de los suyos.
¡Al menos tiene la vergüenza de no ondear la bandera de ocho estrellas en los actos solemnes de la Hispanidad! Sabe que la prensa le persigue y no basta que la Vicepresidenta del Gobierno del señor Zapatero remiende el capote del soldado de Sabaneta para que Isaías logre tener serenidad.
Es probable que se le nombre suplente de alguno de los jueces supremos, o acaso titular. A buen seguro que Esteban y su par, la derrotada Cilia, acogen su planteamiento. Es una manera de ponerle fin, por un rato, al ruido que causa la complicidad terrorista cruzada entre el gobierno de Esteban, la ETA, y las FARC.
Cabe decir, al margen, que el pedido de extradición del etarra Cubillas, camarada del Vicepresidente y sucesor de Isaías, Elías Jaua, no se amortigua con el infantil pedido de extradición del General González a España, como lo pretende la otra sucesora, la Fiscal Ortega Díaz.
Una cosa es el terrorismo, crimen que ofende a la Humanidad, y otra el golpismo tropical de estirpe política, que no hace lugar a las extradiciones. Como tampoco hace lugar la excusa que en beneficio de Cubillas alega la señora Ortega – llamada a investigarlo – afirmando su nacionalidad venezolana. En el Derecho internacional – cuyas enseñanzas pasa por alto la Fiscal – rige el principio de la nacionalidad efectiva. Y Cubillas, como lo sugiere la Audiencia Nacional, se comporta como un actor del drama español y no como ciudadano de Venezuela.
Lo cierto es que el profeta Isaías debe andar molesto por el agravio de su nombre santo a manos del profano embajador. No por azar las Sagradas Escrituras recuerdan al primero, considerado como el profeta mayor, por su genio y educación literaria, en tanto que el segundo no calza como tal, ni siquiera como mal poeta.
El profeta anuncia el reinado de la justicia y de la equidad en la tierra, en tanto que el profano las hace añicos durante su oficio como Fiscal General, huérfano de conciencia propia y servil al dictado de su gendarme.
Las cuentas del profano Isaías medran pendientes de ser rendidas, y lo serán, en su momento. Por lo pronto, su pedido remueve la memoria nacional, que le reclama explicar los presuntos y muy graves hechos delictivos ocurridos – según su antiguo colaborador, Hernán Contreras – en el Ministerio Público que conduce. Allí se forjan actas y se fraguan testigos falsos, para llevar al cadalso a los enemigos de Esteban, tanto como se mantiene en la oscuridad la autoría cierta del homicidio de Danilo Anderson y se traspapelan expedientes de etarras, en criterio de los mentideros.
¡Ay de los que al mal llaman bien, y al bien mal; que de la luz hacen tinieblas, y de las tinieblas luz: y dan lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!, sentencia el profeta Isaías para anunciar que más pronto que tarde la Verdad se hace presente. Los profanos, como el aspirante Isaías, verán, por ende, “como la lengua de fuego devora el rastrojo, y como se consume en la llama la hierba seca, su raíz se tornará podredumbre, y su flor será arrebatada como el polvo”.
El profeta se adelanta en 700 años al tiempo cristiano. El profano busca canonjías que lo pongan a cobijo, antes de la nueva Asamblea y en espera del 2.012. Nada menos, y nada más.
ENTRE LÍNEAS
-El asunto de los hermanos Makled, sigue sobre el tapete. Quizás pierda perfil dentro de la opinión pública pronto, dado que el tráfico internacional de drogas tiene a Venezuela como puente de privilegio y a este último affaire preceden y luego siguen otros hechos igualmente graves. La agenda oficial del delito crece cada día. Ello es el producto de la instalación en Venezuela de un Estado forajido en alianza con las peores causas, y de un gobernante que sostiene vínculos con los más ominosos personajes del planeta. Pero, en todo caso, lo preocupante y que debe ser investigado con seriedad por propios y ajenos, ya que el asunto involucra a un crimen de transcendencia internacional, es la estrecha relación que predican las informaciones entre los presuntos traficantes y altos personeros civiles y militares del gobierno de Venezuela.
– No son todos los que están, ni están todos los que son. La crónica de Rómulo Veroes, y la de Casto Ocando desde Miami, nuestras fuentes, relacionan personajes de distinto nivel de influencia, entre quienes se menciona al Capitán de Navío Ramón Rodríguez Chacín, enlace de Esteban con las FARC desde 1999. ¿Cuáles son sus reales responsabilidades? Es un asunto que compete dilucidarlo a la Justicia, si actúa con la independencia de que actualmente carece. Uno de dichos generales nos explica telefónicamente que él como otros conocen a los Makled, pero socialmente, y dentro de tal ambiente es común que pidan ayuda una que otra vez cuando son víctimas del maltrato o indolencia de trato por parte de funcionarios, y nada más. Lo que no implica que estén enterados de la vida puertas adentro de quienes ahora son señalados como traficantes de drogas. Es razonable.
-El propio Walid Makled habla de 15 generales que integran su lista de asalariados y de otros 25 generales que son apenas sus amigos. Es posible. La narrativa sobre el tráfico internacional de drogas cuenta que Pablo Escobar Gaviria hace obras de caridad en Medellín y hasta patrocina equipos deportivos, lo que de suyo no transforma en traficantes a sus deportistas. Mas lo cierto es que el hecho del allanamiento de la finca de los Makled, la existencia de una pista de aterrizaje y de aviones en la misma, como de la presencia de paquetes de droga, según lo afirma el Ministro del Interior, muestra el cuerpo de un delito cuyas autorías cabe determinar, todavía más cuanto que las mismas logran tejerse dentro de la estructura de poder próxima a Esteban, según lo declaran los Makled.
¡Tendremos energía nuclear, a falta de agua, de luz eléctrica y de alimentos!