Intolerancia de Benedicto es Inagotable
Para Joseph Ratzinger; el Papa Católico Benedicto Décimo Sexto, todos los judíos, todos los musulmanes; todos los hindúes, todos los budistas, y todos los otros centenares de millones de seres humanos que no son miembros o creyentes de alguna de las más de treinta mil (sí; más de 30.000) iglesias cristianas diferentes, que existen en el mundo (de las cuales la católica-romana es sólo una), «son personas oscuras en su interior»… ¿En qué se diferencia este extremismo católico del extremismo político musulmán que insta a la guerra santa (yijad) contra todos los «infieles» (todos los no-musulmanes)?
¿No existe algún cardenal, arzobispo, obispo, o sacerdote católico, que se atreva a protestar contra las constantes demostraciones públicas de su Papa de intolerancia religiosa ? ¿O será que todos son tan intolerates como Benedicto?
Caracas, 5 de Abril de 2007 UNIÓN RADIO
(http://www.unionradio.com.ve/Noticias/Noticia.aspx?NoticiaId=199487)
Benedicto XVI: Una persona sin amor de Cristo es oscura en su interior
El papa Benedicto XVI ha afirmado hoy que una persona que no tiene el amor de Cristo «es oscura en su interior» durante la homilía de la Misa Crismal, celebrada en la Basílica de San Pedro.
Con la Misa Crismal, el Vaticano ha dado comienzo hoy a las conmemoraciones de la pasión y resurrección de Cristo, el llamado Triduo Pascual, culminación del año litúrgico para la Iglesia Católica.
La Misa Crismal se celebra en la mañana del Jueves Santo y está especialmente dirigida a los sacerdotes, que renuevan sus votos de pobreza, castidad y obediencia.
Por ese motivo, Benedicto XVI dedicó la homilía al significado del sacerdocio y, en concreto, este año hizo hincapié en el simbolismo de la ropa utilizada durante la liturgia, como el amito, la camisa, la estola y la casulla.
«Cuando nos aproximamos a la liturgia para actuar en la persona de Cristo nos damos cuenta de cuán lejos estamos de él; de cuanta suciedad existe en nuestra vida», explicó Joseph Ratzinger, que concelebró la misa con los cardenales, obispos y presbíteros presentes en Roma.
Benedicto XVI dijo que «el amor de Cristo crucificado» limpia toda esa suciedad y transforma a los sacerdotes en «luz del Señor».
«Una persona sin el amor es oscura en su interior. La tinieblas externas, de las que habla el Evangelio, son el reflejo de la ceguera interna del corazón», destacó.
Tras la homilía, el Pontífice bendijo el óleo de los catecúmenos, el de los enfermos y el Crisma (aceite y bálsamos mezclados), que le fueron presentados en tres grandes jarras de plata y serán utilizados durante los ritos de esta Semana Santa.
Este año el aceite bendecido procedía de una empresa española, que lo donó al Vaticano, mientras que el bálsamo llegó desde la isla de Cerdeña, en el oeste de Italia.
Al acto en la Basílica de San Pedro asistieron principalmente sacerdotes y religiosas, aunque también estuvieron feligreses y peregrinos procedentes de todo el mundo.
Los actos de conmemoración proseguirán esta tarde en San Juan de Letrán, la catedral de Roma, a donde se trasladará Ratzinger para celebrar la misa de la Ultima Cena, en la que lavará los pies a doce personas.