Interpretaciones
Cuenta Alan Greenspan que la CNBC inventó un truco llamado el «indicador del maletín», en el que las cámaras lo seguían en las mañanas de reunión del FOMC (Federal Open Market Committee) cuando llegaba a la FED (Federal Reserve System). Si su maletín lucía delgado, rezaba la teoría, entonces tenía su mente en calma y la economía iba bien. Pero si lucía lleno a más no poder, significaba que se había quemado las pestañas y se avecinaba una subida de tipos de interés. Refiere Greenspan: el grosor de mi maletín estaba en función exclusivamente de si llevaba almuerzo dentro (1).
La anterior anécdota viene a colación porque la circunstancia ha propiciado la lluvia de interpretaciones de los analistas de bancas de inversión como JP Morgan, Barclays y Bank of America, relacionadas todas con el contenido de la memoria y cuenta de fin de año del presidente Maduro, por cierto, todas interesantes.
Sin embargo, aquí los analistas serios perciben que el Gobierno huye hacia adelante, lo cual quiere decir que no tiene salida económica. El hecho de que hayamos tenido ya las elecciones municipales con sus distintas interpretaciones para los mismos resultados y el hecho de que nos disponemos a atravesar un período de 20 meses sin elecciones –lo cual se traduce en un relativo bajo costo político inmediato para cualquier medida impopular a tomar por el gobierno- hace que la radicalización sea ya también un hecho. ¿Qué mayor indicativo de control que una la ley para la regulación de ganancias y la fusión de la superintendencia de control de precios y la de protección al consumidor?
A lo anterior podemos sumarle el regreso de Nelson Merentes al BCV con su gestión anterior todavía a cuestas caracterizada por la destrucción del valor interno y externo de nuestro signo monetario, por nombrar uno solo de sus éxitos. Me afianzo más en mi conclusión: mayor control. Ahora bien, ¿por qué Merentes y no otro?
El día 19/diciembre, luego de 9 días de retraso legal en la publicación de las cifras de inflación del mes de noviembre/2013, se esperaba una anunciada rueda de prensa en la que Eudomar Tovar informaría al respecto. Tal rueda de prensa fue cancelada por «cambios de última hora en la agenda del presidente del BCV». Y a partir de ésa fecha no lo escuchamos ni lo vimos más. ¿Que fue lo que pasó en los previos de tal rueda de prensa? No lo sabemos pero puedo adelantar una hipótesis: quizá Eudomar Tovar intentó valerse de la ya muy cuestionada independencia del BCV y selló así su final.
El día 31/diciembre salió en el portal del BCV el informe de fin de año sin firma ni logo, con cifras opacas y con una redacción que parecía emanada de la Dirección Nacional del PSUV. Quince días después, previa colocación de todos los cargos a la orden para «facilitar» la renovación del Gobierno, se materializó la memoria y cuenta del presidente Maduro y el regreso de Merentes.
Aquí lo relevante no es que Merentes sea o no moderado, o sea o no pragmático, cualquiera que sea el significado de éste último calificativo. Hay división dentro del chavismo y resulta evidente que Merentes, con cara de «yo no fui» y comprometido con la revolución, plegado y dócil, no fue nunca -ni será- un obstáculo y eso pesa más que un economista «envalentonado». En lo adelante, el Gobierno seguirá destruyendo la economía con Merentes, y éste con su característico estilo conversacional, «encantará» a los empresarios venezolanos con promesas estocásticas cuando estos crucen el puente ese que les tendió Maduro durante la memoria y cuenta, llamándolos a construir un mejor país.
En el Arte de la Guerra de Sun Zi, capítulo 9, se puede leer: «si envía mensajes humildes y sin embargo continúa con los preparativos, significa que está a punto de avanzar».
¿Moderación y pragmatismo? Pues no: debilidad en el análisis de unos y división radicalización en el sujeto y objeto de análisis.