¿Inmigrantes?…
No se me quita de la cabeza la foto de una enfurecida señora que sostiene una pancarta que dice «hijos de inmigrantes de m¿ fuera». ¿Y quiénes son los «inmigrantes»? Tomemos la definición del DRAE: «un inmigrante es una persona que llega a un país para establecerse en él, especialmente con la idea de formar nuevas colonias o domiciliarse en las ya formadas».
¿Una persona que llegó cuándo?… ¿Hace una, dos o más generaciones¿ o alguien que acaba de llegar? Porque en Venezuela prácticamente no hay inmigrantes recientes. La inseguridad, la debilidad de la moneda y la situación política son las principales causas. De hecho, nuestro país, que fue un país de inmigrantes, ha pasado a ser un país de emigrantes. No lo hubiéramos imaginado hace treinta años. Un país del que se han ido muchos jóvenes, y otros muchos desean irse, sin distingo de clases sociales ni estatus económico.
Sabemos que los pobladores de América vinieron todos de fuera. Los primeros, a quienes llamamos aborígenes, llegaron desde Asia a través del Estrecho de Bering. Los arawacos venezolanos fueron diezmados por los caribes, en lo que constituye el primer genocidio de nuestra historia, mucho antes de que llegara Colón. Al territorio que conocemos hoy como Venezuela llegaron los primeros españoles en 1498, y más tarde, a principios del siglo XVI, los primeros africanos, cuando los Welser, banqueros alemanes acreedores de la corona española, los trajeron como esclavos.
Para 1830, la mayoría de la población estaba constituida por pardos, descendientes y mestizos de las tres razas. Desde entonces, los gobiernos republicanos promovieron inmigraciones de isleños, italianos, alemanes, portugueses, españoles, chinos, árabes, franceses, ingleses, europeos orientales¿ y más recientemente latinoamericanos, en particular colombianos, y caribeños.
En pocas palabras, todos los venezolanos, unos más temprano y otros más tarde, somos descendientes de inmigrantes. En esta tierra de gracia uno de los problemas que NO teníamos, era el de la xenofobia. La tierra de desgracia en la que nos estamos convirtiendo aceleradamente, ahora padece también de este terrible mal. ¿Ser inmigrante es ser culpable de algo?… El que esté «libre de culpa» que lance la primera piedra.