Inmigración e informalidad
(%=Image(9948135,»L»)%)
Miami (AIPE)- Los políticos y burócratas más peligrosos son aquellos que creen que su poder está por encima de las leyes económicas. Así vemos a gobernantes latinoamericanos fijando precios que logran la desaparición de alimentos y otros productos esenciales que sujetan a regulaciones, mientras que en Estados Unidos los políticos y burócratas imponen restricciones a la inmigración, pensando que pueden alegremente ignorar la oferta y demanda de mano de obra.
Aquí en Estados Unidos sigue creciendo la demanda de ingenieros y especialistas en nuevas tecnologías, muy por encima del número de gente que se gradúa en esas especialidades y de las visas de trabajo otorgadas a técnicos e ingenieros extranjeros. Según la oficina del censo, mientras poco más del 10 por ciento de los inmigrantes tienen títulos de postgrado, menos de 9 por ciento de los nacidos en Estados Unidos han completado estudios de postgrado.
Ante la complejidad de los trámites para emplear a técnicos e ingenieros extranjeros, muchas empresas optan por abrir oficinas y subsidiarias en otros países. Pero crece mucho más la escasez de mano de obra en empresas que emplean personal no especializado, en áreas como la construcción, limpieza, recogiendo cosechas y sirviendo comida rápida. Tanto en la construcción como en la agricultura, gran parte de los indocumentados son contratados para hacer un trabajo específico, el cual puede durar un día, unas semanas o unos pocos meses.
El informe recién publicado por el Consejo de Relaciones Extranjeras (Council on Foreign Relations) explica la razón del fracaso de las actuales políticas de inmigración impuestas por Washington: “el fenómeno de la inmigración ilegal es un fenómeno persistente en parte porque tiene una poderosa razón económica. Los trabajadores no especializados son cada día más escasos en Estados Unidos, mientras continúa la abundancia de ellos en México, América Central y otros lugares”.
Su autor, el profesor de economía Gordon H. Hanson, de la Universidad de California en San Diego, mantiene que “el libre mercado requiere gente libre” y que la inmigración ilegal es actualmente mucho más eficiente que la inmigración legal porque esta última no responde a las verdaderas necesidades.
La razón es que los indocumentados fluyen directamente hacia donde más los necesitan, mientras que los inmigrantes legales enfrentan todo tipo de retrasos y grandes trabas para cambiar de empleo. Entonces, la manera de arreglar la inmigración legal es imitando lo que sucede en la informalidad.
En ese sentido, el sector de indocumentados en Estados Unidos tiene un gran parecido con el sector informal en América Latina, el cual crece en la medida en que los más pobres no pueden cumplir con los extensos y costosos requisitos legales.
___* Director de la agencia AIPE y académico asociado del Cato Institute.
©