Hu?Hugo
Así remedábamos la gaguera de nuestro querido Maestro fallecido el pasado lunes. Si, Maestro con mayúscula.
Hugo Pérez La Salvia ha sido un venezolano ejemplar. Su vida estuvo llena de actividades dirigidas al bien del país y de todos sus ciudadanos.
Encontramos una primera referencia suya en la asamblea realizada el 8 de mayo de 1936 cuando tomó parte en la fundación de la Unión Nacional de Estudiantes.
Después fue factor aglutinador en la transformación de dicha organización en el denominado Comité Organizador Pro Elección Independiente que luego se transformó en el Partido Social Cristiano COPEI.
Ingeniero a carta cabal tuvo actuación destacadísima en la disciplina de la Mecánica de los Suelos, materia que junto con sus parientes los hermanos Pérez Guerra, dominaron con nota excelente.
En la Universidad Católica Andrés Bello tuvo una actuación singular y mereció la designación como epónimo en destacadas promociones de ingenieros civiles.
Su vinculación política y sus ansias de trabajar por el bien de la nación lo llevaron al Ministerio de Minas e Hidrocarburos durante el primer gobierno de Rafael Caldera y fueron importantes sus actuaciones dentro de la OPEP.
El conocimiento de la geología y la mecánica de los suelos lo condujo a interesarse en el tema petrolero y desde el Ministerio adelanta acciones muy destacadas y en la Biblioteca del Banco Central de Venezuela encontramos siete documentos que nos hablan del desempeño de nuestro profesor.
El fortalecimiento del petróleo venezolano; La OPEP no es un organismo supranacional; La política petrolera se fundamenta en el nacionalismo democrático; Las bases mínimas para los contratos de servicio; Los contratos de servicio, problema de carácter nacional; la importante conferencia dictada en 1969: Situación del petróleo venezolano y La utilización integral de los hidrocarburos, son los títulos cuyo sólo enunciado nos habla de las inquietudes y acción del Doctor Pérez La Salvia.
Con Carmen Ayala acometió la empresa más importante de su vida, se casaron y procrearon una prole numerosa a la cual le brindaron una educación y una preparación dentro de los cánones más preciados del buen ciudadano. Todos ellos son hombres y mujeres de valía.
Hace pocos meses tuvieron la desdicha de presenciar la partida de uno de sus hijos, este desgraciado evento no hizo otra cosa que acrecentar sus principios y su fe en el Creador.
En sus ratos libres fue apasionado cultivador del tango. Con su voz grave y muy bien entonada y cuando la ocasión lo permitía, se lanzaba al ruedo para brindar las melodías que popularizó Gardel. Se atrevió a grabar un disco que regaló a sus amistades.
Ha desaparecido un venezolano integral, un ejemplo a seguir y una labor difícil de continuar. Sirva esta nota para rogar paz para sus restos y resignación a sus familiares.