Opinión Nacional

Hay que ser bien pendejo

¿Será que esperamos que nos cocinen los genitales en agua hirviendo para comenzar a movernos?

Todo lo que pensabas que era imposible  ha sucedido, desde las más insólitas expropiaciones, pasando por las más increíbles faltas a la Constitución, para llegar a un estado permanente de mentiras revolucionarias, restregadas en nuestra cara con el mayor descaro.

Chávez eres tú. Intentan clavarte esa huella de manera indeleble en tu genética, para que sirva de mampara a esta farsa inagotable, que se redescubre día a día con una inmoralidad inusitada. Este es un circo lleno de estiércol, producido por una gran demagogia y una falta de respeto a la inteligencia. Devaluaciones “buenas” para proteger al pueblo de los oligarcas, serán seguidas por aumentos del IVA y la creación de más impuestos –tal como el inexplicable debito bancario- sobre la base filosófica de que Chávez es el pueblo, el pueblo eres tú, lo tuyo es mío, y lo mío es de Chávez. Acciones de un gobierno para “proteger” a los venezolanos de la especulación y la inflación.

Chávez es la patria y como tal, gobierna por telepatía desde una sala de Hospital. Chávez tiene un permiso permanente para estar enfermo. Aguardan una madrugada cualquiera para darnos otra sorpresita.

Los venezolanos somos una sarta de pendejos.

Sidor no produce, Venalum lo hace a quince por ciento de su capacidad, Petróleos de Venezuela no paga al día a sus proveedores, pero vende a más  cien  dólares el barril de crudo. Es impresionante la manera como acaban con el dinero de los venezolanos sin producir progreso, bienestar y seguridad. Pura y absoluta paja política sin resultados.

Pronto estaremos arrodillados ante un altar adorando al gestor de este desastre que no alcanzaremos a resolver los miembros de esta generación. Me duele pensar que dejamos arrastrar este orden de cosas a nuestros hijos. Me duele observar la indolencia de nuestros congéneres que aceptan sin miramientos esta solapada acción de un puñado de advenedizos que se aprovechan de la flacidez de nuestro musculo político.

Ahora los venezolanos hacemos cola para comprar en un Bicentenario, lo que antes comprábamos en cualquier lugar ¿Qué será lo próximo que aceptaremos?

Es hora de despertar y es hora de hacer algo por nuestro futuro. Es la hora en que nuestra dignidad se niega a seguir resistiendo el peso de esta infamia. Es la hora de entender que los favores que recibes de esta revolución los pagaran tus hijos y los míos, recibiendo un país sin progreso y sin libertades. De una vez por todas, dejemos de ser pendejos.

Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Te puede interesar
Cerrar
Botón volver arriba