Hagámosle lo mismo que a Fujimori
Esto se está yendo al diablo. Venezuela entera, sus instituciones, su economía, su diplomacia y hasta las reglas de convivencia civilizadas elementales se están reventando aceleradamente.
Si nuestra gente quiere equivocadamente, condicionado por los medios de oposición, aguantar hasta el 2013, entonces que la oposición mediática siga con su calendario de rendiciones electorales.
Pero sepamos que esto llegó al llegadero.
Y si no es así, entonces que los famosos líderes hablen claro y pacten abiertamente con Chávez alguna fórmula civilizada de convivencia, porque nadie en su sano juicio puede creer que esto aguanta en este clima de confrontación y desorden institucional, los años que Chávez aspira seguir incólume en el poder presidencial espurio.
Anticipo que si lo hicieran se burlaría de ellos, lo cual entonces dará razón a quienes decimos que nada podemos esperar ni del régimen, ni del calendario electoral fraudulento de Chávez.
El país se desintegra socialmente. El desgobierno campea.
Todo se fue de madre.
Hasta los más altos círculos de poder saquean impunemente en la hora del sálvese quien pueda.
El escapismo de la amenaza de Guerra con Colombia apenas disfraza el delirio de querer continentalizar la defensa del chavismo, eso es parte fundamental de su plan de sobrevivencia aquí. Uribe es el mayor obstáculo para esa pretensión por los próximos 6 años. Eso genera la mayor iracundia de Chávez.
Honduras mostró el camino en repudio a ese delirio del caudillo sepulturero de Venezuela.
Como respuesta al frenazo que se le está dando a la influencia política de “la chequera que camina en toda América Latina”, el gobierno busca el caos aquí, para dar el golpe de timón hacia un despotismo desembozado.
Frente a ese plan la llamada oposición solo vive de susto en susto y de recule en recule, temiendo lo peor y aconsejando no mover la capota frente al Miura. Siguen sin darse cuenta que es un toro viejo, cojo, lento, obeso sí, pero ciego y sordo, sarnoso, cobarde y ya mas asustado que los propios toreros nuestros, que es mucho decir.
Hay que pararle el trote a este mandamás, antes de que nos lleve al abismo de las confrontaciones externas e internas.
La ladronera boliburguesa y sus asociados bien apellidados del pasado cuarto- republicano tendrá que conformarse con lo que ya saciaron de su codicia.
Después ajustaremos cuentas.
Los pedigüeños que medran del presupuesto no pueden pretender que toda una nación se entierre para garantizarles a ellos su vagancia infinita detrás de su hegemón, demagogo como pocos en la historia mundial.
Basta. Propongo una salida urgente. Un calendario… una manera de zafarnos de esta pesadilla. Discutámosla.
El país entero, incluyendo hasta los que apenas ayer daban vivas al atronao, debe unirse en torno a una salida pacífica y democrática.
Pero esta salida no puede esperar tres años más.
Chávez debe irse cuanto antes.
Debe forzarse a una elección presidencial anticipada.
Pero tal elección no puede darse sin la garantía de imparcialidad y transparencia del proceso electoral, del CNE, del REP y de los escrutinios.
La Constitución chavista dice que esas elecciones deben darse en diciembre de 2012, pero este país revienta antes con consecuencias aterrorizantes.
Entonces preventivamente hay que imponer un acuerdo para generar un relevo presidencial que garantice mantener la vida civilizada del país y evitar la barbarie, la guerra y sobre todo el desquiciamiento que origina el desgobierno masivo, en todas las aéreas de servicios públicos y de la actividad económica.
Si la oposición mediática dice que puede derrotarse a Chávez en unas elecciones para la Asamblea Nacional, entonces es que tendríamos fuerzas mayoritarias para exigir la renuncia de Chávez de forma inmediata.
¿Quieren jugar a los demócratas impecables?
Entonces propongan en una unidad total, una lista de mayoría para la Asamblea por la que votemos dándoles el mandato explicito de exigir desde esa mayoría de la Asamblea, la renuncia inmediata de Chávez apenas se constituya.
En mi caso particular yo no tengo ganas de ir a votar por un apoltronado con sueldo millonario por 5 años mientras discursea pendejeras de cohabitación con el chavismo atornillado en el poder, mediante fraudes que se avalan desde esa A. N.
La pedantería de Chávez y su soberbia están medidas en el mismo nivel de la cobardía de la oposición, que resolvió coexistir con él hasta que se muera de viejo en el poder fraudulento y despótico.
Entendámonos. No se trata de torpedear que el pueblo se manifieste electoralmente, incluso en medio de esa truculenta institucionalidad del C.N.E. Chavista. Pero es que es inadmisible que la llamada oposición, nos quiera llevar sogueados a un voto de complacencia con un sistema electoral chavista fraudulento, que solo tendrá como objetivo mantener a Chávez en el poder mínimo hasta el 2013 y es esto lo que nos resulta demencial, por inaceptable, por cuanto ello constituye sencillamente el suicidio del país.
La pelea en el camino de lo que queda de chances de un calendario pacífico y democrático de salida del chavismo, debe levantar en un primer tiempo la bandera de la elección presidencial anticipada, por vía de renuncia impuesta o requerida mediante presión de opinión publica movilizada, que terminaría por aplicarse, si se abandona la quimera de esperar tres años más, agonizando en medio de este desastre.
Simultáneamente debe escogerse un candidato que esté dispuesto a hacer lo equivalente a lo realizado por Alejandro Toledo en Perú, contra el fraude dictatorial de Fujimori. Bastó la tenacidad y lo insobornable de este candidato, para ver derrumbado todo el edifico despótico del fujimorismo que era bastante parecido al de Chávez.
A quien nominemos debe estar dispuesto a COBRAR de verdad, incluso antes de una fecha probable de elecciones. Porque este sujeto sabaneitor se negará a considerar un calendario que plantee su salida del poder, a no ser que medie una situación de hecho.
Si no se logra en lo inmediato nominar a alguien, como producto de algún acuerdo multipartidista, entonces desde ahora algunos deberán recorrer el país proponiendo esta fórmula, para que un consenso creciente en torno a alguno se abra paso hasta interpretar a la mayoría nacional. En ese baile me meto, con la esperanza de que encontremos el de mejor perfil para pelear.
En la más modesta de las hipótesis si esta corriente no fuese mayoritaria, por o menos tendría un espacio en la opinión nacional que no puede mantenerse realengo y anónimo, como si todo el país tuviese que escoger entre Chávez y la oposición cohabitacionista que aspira a la alterabilidad como si aquí estuviéramos en los viejos tiempos de la famosa Cuarta.