Hacia el Fascismo del Siglo XXI
Decir que este gobierno es de izquierda, es morder el anzuelo, decir que el objetivo es el socialismo o el comunismo, es morder el anzuelo. Parte de lo que nos han vendido a los venezolanos desde los medios de comunicación, desde el gobierno y desde las franquicias opositoras, ha sido la división del pueblo.
De la misma manera quienes piensan que en Cuba se vive un régimen comunista, también se equivocan y muerden el anzuelo, el comunismo es en palabras sencillas el bien común, igualdad, pero Fidel Castro no es precisamente ese misericordioso líder que reparte las ganancias del Estado de manera equitativa con todos los ciudadanos, la fortuna y riqueza de Fidel es solamente de él, eso tiene otro nombre y antes de darle alguno relacionado con las distintos sistemas de producción propuestos por el hombre a lo largo de la historia, yo prefiero llamarlo: “coñoemadrismo”.
En Cuba Fidel Castro practica el más brutal y feroz capitalismo salvaje de Estado, es decir, el colectivo produce, pero la plusvalía va a las arcas del gobierno, el pueblo no tiene derecho a acumular riqueza, sólo el gobierno y por supuesto los jefes de ese gobierno. En China la clase trabajadora es esclava, horarios de trabajo hasta de catorce horas establecidos por la ley, y la producción masiva de productos para el capital yanqui, si no vaya a un Mc Donalds y lea donde fabrican los “muñequitos” que le dan a los niños: Made in China”. Estos sistemas de gobierno han hablado contra el capital, dicen que “el sistema capitalista no es el camino”, pero lamentablemente ellos dependen de la mano invisible del mercado, si no existieran los Mc Donalds y todas las grandes transnacionales que operan y explotan a la clase trabajadora en China -con el permiso del gobierno, para poder generar recursos- ¿De donde llenaría el gobierno chino sus arcas?
En Venezuela nos venden la idea del socialismo, hemos visto como a unos hacendados les han quitado “sus” tierras, que pasarán a manos del Estado para ponerlas a producir por cooperativas, pero también se ve como emerge una nueva clase de ricos “bolivarianos”, empresarios que crecen a la sombra del gobierno y no son precisamente cooperativas, sino banqueros, aseguradores y cualquier otra empresa diseñada dentro del esquema capitalista, que no tienen nada que ver con el discurso que Chávez le vende a la gente pobre, que por cierto aún son pobres y por lo visto lo seguirán siendo.
Este gobierno por más que reniegue del capitalismo, mas depende de ese sistema de producción y de la mano invisible del mercado, gracias a la ley de demanda y oferta establecida por el esquema capitalista, los altos precios del petróleo permiten al gobierno obtener grandes sumas de dinero para sostenerse, sin recursos económicos provenientes del tan odiado sistema capitalista, no fuera posible la revolución de Hugo Chávez, ¿De dónde sacaría para repartir becas y financiar programas políticos como las misiones?
Hay que pensar en frío, ya hasta Fedecámaras busca la manera de participar en el reparto del pastel que hace el gobierno con sus inmensos recursos, entonces los venezolanos podemos empezar a intuir lo siguiente: Se prepara el terreno para un sistema fascista-neoliberal –este ha sido el gobierno que más impuestos ha cobrado, ha pagado al día la deuda externa, ha negociado con las transnacionales petroleras- donde se puede permitir la participación del capital privado pero en detrimento del colectivo, es decir, las ganancias de horas hombre pasarían a manos del Estado, que no se le llamará impuesto, sino la contribución del ciudadano a la revolución, a los productores privados se les exigiría su no participación política, más que comunismo o socialismo y todo lo que venden con el mensaje elaborado con técnicas “goebbelianas”, en Venezuela estamos rumbo al fascismo y a la explotación del pueblo para llenar las arcas del gobierno y de los nuevos capitalistas sumados a la revolución. Las protesta de los trabajadores de Guayana es una muestra de lo que digo acá, si la clase trabajadora intuye lo que puede venir y se pone en pie de lucha, será nueva enemiga del gobierno, sino estamos condenados a la esclavitud y el fascismo del siglo XXI.
