¿Hacia dónde vamos?

En regímenes totalitarios, sea el de Estados Fallidos o el de Estados Forajidos, las ideas sobre el hombre, la sociedad, la economía y el poder son similares. Es eso que, pretendiendo ser política es definitivamente su negación; y eso, es ampliamente conocido.

En Venezuela ha estado vigente en distintos momentos de la historia republicana, y en el hoy cotidiano, se conoce con un apelativo: Chavismo.

Nada nuevo

Son concepciones que están bastante bien definidas desde mucho tiempo atrás. Una última versión escrita de esas definiciones existe y la hemos tomado en esta ocasión de una publicación del diario La Nación del estado Táchira en su edición del lunes 17 de septiembre de 1990 coordinada por Carlos Delgado Duarte.

Fueron y son las mismas que sustentaron las ideas, los conceptos y los desempeños ulteriores del fundado y desaparecido partido militar MBR-200 y que hoy, supuestamente, están por herencia, o deberían estar directamente representadas en lo que se identifica como el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).

Son concepciones políticas suficiente y públicamente conocidas por todos los afectos y colaboracionistas del régimen; también ampliamente conocidas pero, que tampoco jamás han sido refutadas, discutidas, contestadas o polemizadas por ninguno de los que en el ayer y en el hoy, han formado o forman parte de ese disperso conglomerado de individualidades subsumidas en sus limitados intereses particulares y circunstanciales, pero que a la vez, sin arriesgar nada, pretenden ser aceptados y reconocido por la sociedad como indispensables; como necesarios para asumir en algún momento un papel político por ser los insustituible de una llamada, mas no operante, oposición.

Praxis

Así las cosas, como lo demuestran los eventos de este diario y continuado acontecer político venezolano de más siete mil días desde la fecha de esa publicación, con el expreso desempeño de los afectos al régimen, los colaboracionistas a los cuales se les une ese agobiante y explícito silencio de la supuesta oposición.

Con o sin partidos políticos y expresamente por sobre unos y otros, las ideas y conceptos “revolucionarios” son anunciados, confirmados, reconfirmados y expresamente los imponen día tras día, con o sin cadena de medios de comunicación, por ese proyecto de dictador que tenemos como Presidente de –la Fallida pero en franco proceso de Forajida– Venezuela: El teniente coronel Hugo Rafael Chávez Frías.

Sin temor a errar, resulta preciso, y no estamos en el supuesto de parecidos o de meras casualidades. Si tomando aquello publicado en el diario La Nación de San Cristóbal en el año 1990 y esto que en diez años ha sido ejecutado o está en proceso de ejecución, cada día son mayores las similitudes y coincidencias.

No tiene importancia si uno u otro interesado o afectado, por disquisiciones intelectuales, quiere llamarlo estalinismo, maoísmo, fascismo, nazismo, franquismo, fidelismo, nacerismo, peronismo o pinocheismo.

Es lo mismo en definitiva. Todos esos “ismos” han sido, son y seguirán siendo y representando la misma calamidad para la política y para el objeto de ésta: El hombre y su libertad.

Por los hechos los conoceréis:

Hugo Rafael Chávez Frías, resume sus ideas y conceptos sobre el hombre a seis puntos:

1. La Libertad es una ilusión, es irrealizable, porque nadie sabe usarla con discreción.

2. Hay que arrancar de los espíritus hasta la concepción de Dios.

3. Hemos embrutecido y corrompido varias generaciones.

4. La libertad, los derechos, el principio electivo, deberán desaparecer del repertorio humano.

5. Por la necesidad hemos de convertirlos en humildes siervos.

6. Los hombres preferirán el descanso de la servidumbre.

Hugo Rafael Chávez Frías, sintetiza sus ideas y conceptos sobre la sociedad a seis puntos:

1. Destruir la importancia de la familia y su valor educativo.

2. Eliminar todo resto de pensamiento independiente.

3. Escoger inexpertos en el arte de gobernar.

4. Mejorar y aprovechar las cualidades de los abogados.

5. Un sistema de represión del pensamiento en vigor.

6. Imponer una prensa para imbéciles.

Hugo Rafael Chávez Frías, esquematiza sus ideas y conceptos sobre la economía, a cinco puntos:

1. La suma de nuestros actos se resuelve en cifras.

2. La deuda y sus reconvenciones son producto de la corrupción.

3. Por la crisis económica acrecentaremos el odio.

4. Para arruinar la industria debemos favorecer la inflación.

5. Tendremos a nuestro alrededor un ejército de economistas y banqueros.

Hugo Rafael Chávez Frías, compendia ideas y conceptos sobre la seguridad, en seis puntos:

1. Los sin trabajo son los más peligrosos .

2. El derecho del más fuerte debe ser usado.

3. Se tolera a los conspiradores que no pasen de palabras.

4. Haciendo mártires engrosaremos nuestra filas.

5. El aumento de las fuerzas militares es esencial para los planes.

6. Todos los mecanismos del Estado deben estar en mis manos.

Sería muy extenso tomar cada una de las precisiones para ejemplarizarlas en expresiones concretas; dejamos esa tarea a cada interesado.

Lo que en definitiva queda suficientemente argumentado es una circunstancia política incontestable en y para la sociedad venezolana. Se resume ésta al hecho de que, ningún político venezolano de ayer y de hoy, independiente de derechas, centros, izquierdas o medios lados, puede negar su sostenida indiferencia, conveniente negligencia y su ineludible responsabilidad en los hechos del pasado, en el diario acontecer del presente y en el derivado futuro del país; tanto y en cuanto por el de dónde venimos como por el: ¿Hacia dónde vamos?