Habilitante y Facilitante
Si bien el diccionario de la Real Academia no reconoce la palabra “facilitante” he creído conveniente incorporar el neologismo porque, en la Venezuela del Socialismo del Siglo Veintiuno, cuando se habilita se facilita.
Vamos a explicarnos: en el régimen sin separación de poderes que rige en Venezuela, cuando el Jefe Supremo quiere lograr algo que fomente su absurda e insostenible “revolución” y que requiera aprobación legislativa, resulta mucho más fácil pedir que se le delegue la facultad de legislar, que se le permitan los ukases, ante de que someter un proyecto de ley a las exigencias constitucionales para la creación y/o modificación de leyes.
Es mucho más fácil imponer el camino hacia el estado totalitario, clon del cubano, con decretos presidenciales con fuerza y vigor de ley, que permitir que los diputados de oposición, en el curso de los debates de las discusiones que se requieren para aprobar una ley, puedan expresar su opinión en contra de proyectos que no se compadecen con una democracia y no se ajustan a las normas de la Constitución.
Maduro sabe muy bien que con una Asamblea que controla se puede lograr, por la vía constitucional, con las discusiones previstas, le aprueben los proyectos que se le antojen, sobre todos los concebidos por los hermanos Castro desde Cuba. Pero ese proceso toma tiempo y Maduro no quiere esperar, cuando ve que el apoyo popular cae a pasos agigantados. Con un ley habilitante, piensa él, puede poner las barreras que impidan que esa caída en el apoyo popular ponga en peligro la estabilidad de su gobierno.
Para que la Asamblea le delegue el poder de legislar a Maduro, hace falta contar con las dos terceras partes de los votos. Se necesitan 99 votos que no tiene. Pero, para habilitar, ese inconveniente hay modos de facilitar. Basta con pedirle a la Fouquier Tinville venezolana que invente la comisión de un delito inexistente, por parte de una diputada de oposición, par que solicite su antejuicio de mérito, cuya sentencia ya se redactó cuando se supo que se iba a solicitar ese antejuicio, para inhabilitar a la diputada, permitiendo que su suplente, aparentemente saltador de talanquera, le otorgue a Maduro el voto 99.
Seguramente los Castro le dijeron a Maduro: “si se habilita se facilita”,