¿Golpe en puertas?
Circula por Internet una información según la cual un par de gobernadores militares y varios altos jefes militares estarían anunciando (o propiciando) un golpe si no se declara, ya, que Chávez no puede gobernar y se convocan las elecciones presidenciales previstas en la Constitución. Es, desde luego, imposible saber si eso es verdad o si es invención de alguien que simplemente lo desea, o del G2 cubano con intenciones de ver quiénes pisan ese peine y obran en consecuencia.
Si es verdad, muy bueno, si no lo es, quienes lo inventaron tienen la posibilidad (o corren el riesgo) de que se convierta en cierto, lo que para unos y otros puede tener consecuencias impredecibles, porque nadie sabe lo que puede pasar si en un plazo corto se hacen elecciones presidenciales. El candidato “ungido” por Chávez y los Castro no ha dado la talla. Ha demostrado que no tiene el carisma de Chávez en absoluto y en cambio sí tiene la incapacidad brutal de los chavistas.
Es muy difícil que arrastre los votos chavistas, sobre todo los de los que no son tan chavistas como para seguir ciegamente las órdenes de los subalternos de Chávez. De modo que es muy posible que se genere una altísima abstención que ni siquiera las trampas del CNE puedan compensar en favor del PSUV. Y, como es usual, un fracaso en las presidenciales arrastraría un fracaso en las municipales, lo cual sería una verdadera catástrofe para los rojos rojitos. Tampoco se sabe si un candidato de la oposición va a lograr un triunfo tan contundente como para que el CNE no pueda revertirlo con sus trampas, y una derrota del candidato democrático condenaría a la democracia venezolana a morir de mengua.
De modo que ese golpe “constitucionalista” no parece favorecer a nadie. Otra cosa sería un verdadero golpe institucionalista, cuyo fin sería el recuperar la democracia y las instituciones, a pesar de la muy mala intención que contra Venezuela existe en toda América. Implicaría una decisión histórica, verdaderamente grande, de vencer a punta de voluntad y trabajo los obstáculos que se sabe están allí, y que no son nada fáciles de vencer.