Gobierno minoritario
Desde el pasado 26 de septiembre el gobierno nacional de Hugo Chávez es minoría, al ganar con un 52 por ciento las fuerzas de la oposición el proceso de votaciones, con la estrategia de ir unidas en la Mesa de la Unidad Democrática.
Así que, a pesar de tener el sector oficialista de Hugo Chávez mayor cantidad de diputados el suyo es un gobierno nacional minoritario que tiene sus días contados hasta el 2012, fecha de la elección presidencial. Le guste o no le guste al amante seguidor de Fidel Castro, la gran verdad es que actualmente está en desventaja en el respaldo de los venezolanos.
El triunfo del año 2007, cuando el país democrático venció la propuesta socialista del gobierno autoritario chavista, permitió enderezar los entuertos y recobrar la confianza en el voto como mecanismo ciudadano y político para alcanzar el objetivo de rescatar la democracia.
En el 2008 de nuevo las fuerzas de la oposición saborearon el triunfo de ganar gobernaciones claves y la Alcaldía Mayor Metropolitana, pero cometieron errores que permitieron al chavismo ganar estados importantes como Bolívar y alcaldías relevantes como San Francisco (Zulia).
Todos esos problemas lograron superarse este año 2010 cuando se construyó la Mesa de la Unidad Democrática, con el decidido apoyo de más de 40 organizaciones políticas que acordaron las reglas para postular a los mejores y fueron armados con excelentes argumentos a la campaña electoral con una gran estrategia: evitar los trapos rojos de Chávez, quien siempre quiso polarizar con la oposición.
El saldo positivo de esta gran jornada electoral es que la oposición es mayoría y el gobierno nacional minoría y es el anticipo de los resultados que se vislumbran en el 2012, cuando seguramente Chávez tendrá que abandonar el poder por decisión de los votos de los venezolanos, cansados de su verbo violento, de sus políticas autoritarias tendentes a confiscar empresas, a desconocer la propiedad privada, a regalar los dineros de los venezolanos a otros países amigos del Presidente, de sus ataques a medios y periodistas, hastiados de verlo siempre gobernando para la televisión.
La estrategia clave – aprendida después de un largo proceso de ensayos y errores – es la unidad. La unidad entendida como la necesidad de enfatizar en la democracia social y edificar las bases para darle el piso político necesario a los nuevos gobiernos que surgirán del año 2012, fecha de cierre de una de los capítulos políticos más perversos que ha conocido la historia venezolana.
Unidad para armar los candidatos de las próximas elecciones de gobernadores y alcaldes pendientes y unidad para diseñar el país de la verdadera generación del siglo XXI, la cual quedó anclada en el siglo XIX, producto de la ideología hegemónica y los falsos postulados pregonados por este gobierno nacional que, en su accionar, involucionó a Venezuela al punto de ponerla en el precipicio con esa oferta de socialismo-comunismo.
La clara minoría que identifica hoy al gobierno nacional se acentuará cada vez más en el país si y sólo si las fuerzas políticas democráticas fortalecen la unidad política, pensando más en el venezolano del futuro que en sus intereses particulares, como ya lo hicieron el 26 de septiembre.