Foro Ucevista
A Luken Quintana
Las amenazas, represiones, regaños, anuncios totalitarios y demás manifestaciones de la naturaleza del régimen están produciendo efectos que el teniente coronel muy probablemente no ha incluido en su particular y especial “racionalidad”. Grosso modo: estamos retornando a la política. Los diferentes actores, incluidos los que pertenecen al “Frente Patriótico”, están como despertándose, pensando ideas e intentando acciones que ciertamente no son compatibles con el pensamiento único que se nos quiere imponer. Del lado del oficialismo, las actitudes de PODEMOS y del PCV respecto de su disolución en el partido único del líder son emblemáticas. Del de la oposición-disidencia hay numerosas expresiones de diferentes actores colectivos e individuales, siendo la más fuerte y paradigmática la de los padres y representantes de los jóvenes educandos frente a los anuncios del ministro de educación sobre los cambios “necesarios” para adaptarla a las “exigencias de la revolución bolivariana-socialista” (¿Cuándo se resolverá esta contradicción?).
Hay también temores, especialmente en aquellas instituciones que el régimen aún no ha podido doblegar: las universidades autónomas y algunas privadas, algunos medios de comunicación y la Iglesia Católica. En estas instituciones se mueven los actores, de acuerdo con las características particulares de las mismas.
En la Universidad Central de Venezuela y en las Universidades Simón Bolívar, Católica Andrés Bello y de Carabobo se ha formado, ya hace más de un año, el Observatorio Hannah Arendt, el cual mencione en mi anterior contribución. Hoy hay que dar cuenta de otro movimiento en la más importante de todas nuestras Universidades: la Central. Se llama como el título de esta reflexión. Es un grupo de autoridades, profesores, estudiantes y empleados profesionales que se ha formado espontáneamente. Sus objetivos son los rasgos determinantes de la autonomía universitaria, esto es: reflexionar, conceptualizar y generar las transformaciones que nuestra UCV necesita urgente y permanentemente. Ello implica que no somos un partido político, pero que sabremos defendernos contra los intentos del régimen de eliminar la autonomía. Para ello, el Foro movilizará sistemáticamente la gran masa de estudiantes de pre- y postgrado, de profesores y de empleados, independientemente de su posición política. No cual hordas bárbaras de los 5 chavistas que “decoraron” recientemente el reloj-símbolo, sino como la comunidad intelectual-espiritual que es la universidad en su esencia.
Lo nuestro no es la fuerza brutal. Es el arma de la razón. Es el respeto del sitio social en el cual se ejerce la crítica y la libertad para la civilidad.