Fidel y Chávez, la dialéctica enrevesada

El embarque de los populistas se hace notorio por sus producciones intelectuales, no quiere decir èsto que el político debe ser un intelectual; pero por lo que escriben los conoceréis. Y a Fidel Castro sólo se le conoce aquel panfleto de La historia me absolverá; que los seudo izquierdistas de la época, o bien los confundidos del momento, les sirvió para llevarlo a la ionosfera; en el caso de su colega el venezolano Hugo Chávez, el hombre del Por Ahorra, a lo sumo uno que otro documento a manera de libro, escrito en su bucólica cárcel de Yare. Pues bien, los dos hombres pasan por lo excelso en el análisis dialéctico, según sus adulantes, fariseos y acomodados marxistas. Veamos.

La dialéctica marxista nos dice Ferrater Mora en su Diccionario de Filosofía, no es “un método para describir y entender, no como Hegel, el auto desarrollo de la Idea, sino la realidad en tanto que realidad empírica” (Pág. 870). Sin entrar en detalles de si verdaderamente existe una dialéctica marxista, las diferencia entre la lógica dialéctica y formal, el planteamiento de Sastre y la dialéctica negativa de Adorno, sinteticemos en palabras de Mao Tsetung: El marxismo-leninismo no ha agotado en modo alguno la verdad, sino que en el curso de la practica abre sin cesar el camino al conocimiento (Cinco Tesis Filosóficas, Pág. 35). Y es precisamente en esta aseveración del difunto chino, donde se pude comenzar a develar la mentira, que implica el enrevesamiento interesado de los supuestos puristas del socialismo en América latina, como se proclaman el cubano y el barinès.

Desde el mito de la Sierra y la llegada triunfante en la Habana, Fidel montó su teatro. Un hombre con energía, histriónico hasta no más decir, ejercitador de la palabra en maratónicas alocuciones; todo jugó para montar la estructura de poder en la isla. De simple populista del cincuenta, conoce al Chè Guevara, hombre que si tiene un pensamiento creador; entonces gira a la izquierda a su conveniencia; diezma a sus opositores con el mote de contrarrevolucionarios, incluido al propio Chè. En su consolidación en el poder va dejando sólo espacio para él y su hermano Raúl, y uno que otro dirigente palangrista, en tanto fusila al militar Ochoa, so pretexto de conducta licenciosa; cuando el hombre había sido ejemplo de combate en África y destacaba por un genuino liderazgo en la población cubana. La fases del mito Fidel se podrían resumir en el platonismo de un pequeño burgués en conspiración como aventura, maridaje con el Chè, desplazamiento del Chè, juego con los rusos, consolidación casi monolítica en el poder, caída del bloque soviético, ajuste en la isla, aparición por suerte del mito Chávez, retiro por enfermedad del poder, reaparición cual profeta, tal me comentaba el físico y matemático puro Heli Arrieta, con sus reflexiones sesagadas; y su presencia pública en la Asamblea Nacional Cubana, con invitados estrellas a lo Mario Silva y Vanesa Daivi, nada parecido a Jean Paúl Sastre y Simona Behavior.

Así Fidel va estructurando una agenda en conexión con la Miraflores de Chávez por Ahora. El hombre nos alerta con el gobierno mundial, liderado por un club creado por el extinto Rockefeller, grupo que planifica y ejecuta en definitiva desde la neutralización del auge revolucionario de la población gringa en la década del sesenta con aquello de los Beatle, creación de drogas para adormecer las consciencias e invasiones como la de Irak, muy posiblemente la nueva de Irán. Si bien son ciertas algunas de sus reflexiones, el hombre en ningún momento toca los otros imperialismos. Él junto a su paisano Elías Martínez Acosta, tienen como obsesión formatear a los cubanos y a quienes pueden en el mundo, con identificar imperialismo con Norte América; el señor Fidel en ningún caso refiere el imperialismo ruso, imposible, mucho le debe; tampoco al chino y en ningún momento alude al subimperialismo indio y brasilero. La idea como negocio para mantenerse en el poder, es plantear una Casa Blanca como el eje del mal, responsable única del desastre financiero; sin que asome la participación por ejemplo de un Lula junto a Sarkoski pregonando un capitalismo humanizado, o bien el grupo Bric trabajando porque no se venga a bajo el sistema financiero mundial. Su silencio es sepulcral ante las invasiones rusas a sus excolonias, el negocio de armas de la extinta Unión Soviética y el apoyo de la Rusia en las Naciones Unidas ante la conjura del gran capital; de ese modo el todavía algo barbudo nos lleva a su dialéctica de acomodo, es decir, enrevesada para embaucar a incautos, allegarse a sus compañeros de viaje y mantener una intelectualidad de borregos.

En el caso de Venezuela, el señor presidente de la nación en su manía de consolidarse hasta la muerte en el poder, salta en el cuadrilátero por donde mejor le convenga. Desde su pastiche del socialismo del siglo 21, mezcla de bolivarianismo manipulado, teología de la liberación y marxismo a su conveniencia; el llanero crea su fantasma: El intento fallido de la burguesía de asesinarlo; mientras el discurso se le agotó, eso no es óbice para su reincidencia en un vocabulario que no le pertenece. Más que un corporativismo a lo Mussolini, se presencia un capitalismo de estado con todas las perversiones posibles, como la creación de la renombrada Boliburguesia, la cual sin rubor alguno le mete sus garras al tesoro nacional; sin que medie control fiscal alguno ante casos de corrupción e ineficiencia en la gestión pública, ejemplo emblemático de PDVAL. En su revolución de micrófono, como muy bien dice Don Domingo Alberto Rangel, el hombre nos ha convertido en un casi definitivo Emirato Árabe, dependiente de la renta petrolera; que todavía es suplida en gran porcentaje por el odiado gringo a  su decir. El subdesarrollo del subdesarrollo ya se comienza a notar con creces; el modelo del líder, pueblo y seudo revolución hace ascua en medio del boato e intelectuales tarifados de aquí y allá, caso de Luís Briíto García y Ramonè, quienes hacen su agosto publicitando sus obras bien diagramadas y en ediciones  de lujo, dándole loas a la reencarnación de Bolívar en tierra americana por dictámenes de ellos.

El tan publicitado bloque multipolar para la administración Chávez resultó alianza con los otros imperialismos: ruso, chino, brasilero e indio en poca medida; y detrás para mantener viejas manías, transa negocios con el mundo árabe, en especifico con el Irán. No se desconoce que el país israelita es una conjura del sionismo, por algo hasta Henry Ford, el creador de las cadenas de automóvil, escribió un libro donde arremetía contra esa plaga; pero desconocer el regresionismo que significaría un musulmanismo como poder asentado por el terror nuclear; pareciese desconocer los setecientos años de imperialismo en nombre de Alá, que estos árabes impusieron en la Europa, en concreto en España. A más de esto qué tan cierto es que haya un real socialismo en países como Libia, Siria y un progreso popular en Irán. Una solidaridad automática a conveniencia, para crear una idea de lucha anti imperialista, identificado únicamente con los gringos, desconoce que la inherencia rusa y china en el Medio Oriente no ha sido precisamente gratuita; ello sin desconocer los propios problemas internos de esas nacionalidades, que han hecho imposible eso de la Unidad Árabe. En todo caso, el hombre del Por Ahora salta de Caracas a la Habana, se va a Río de Janeiro, recala en Teherán, Trípoli, se abraza con Putin y dice ser amigo de Sarkoski, el presidente francés; toda una comedia de actor, aprendida de su padre adoptivo Fidel, para afianzarse, populismo con todos los ribetes y manías; donde no se visualizan  políticas de gestión pública, camino al desarrollo económico, ni simple diversificación del aparato económico nacional.

Como dice el viejo dicho: Dios los crea y el diablo los junta (parafraseo). Dos populistas adoradores del poder, asentados en sus sillas presidenciales con más de mito, que de verdaderas ejecutorías públicas; es la triste realidad en estos dos países de tierra de fuego. El despertar de los pueblos no es cuestión de oraciones menos plegarias, el embarque se está haciendo demasiado costoso, el desarrollo hacia atrás es evidente. La Alianza para el Desprogreso va ganando la partida, trabajo herculeano de hormiga suplantar esta nefasta hegemonía.