Opinión Nacional

Evolución del conocimiento social

El conocimiento ha sido uno de los temas preferidos por la Filosofía y en general, por el común denominador de las ciencias a lo largo del desarrollo cultural de la Humanidad. En términos generales, la discusión de su naturaleza se centra en la relación sujeto que conoce y objeto de estudio .Antes de Inmanuel Kant y su “Crítica a la Razón Pura”, el discurso sobre el conocimiento se centraba en el objeto de estudio.

Si bien es cierto que pensadores tan importantes como Descartes, Leibnitz, Locke,
Bekerley, Hume, entre otros,lo trataron en sus respectivos trabajos,es con Kant cuando el punto de vista del sujeto comienza a adquirir presencia en la tipificación del hecho cognitivo.Así como el admitir la experiencia cambió nuestra apreciación de las cosas en el siglo XV “despertando”al saber en una etapa prolija en descubrimientos, ahora la dimensión sensorial cambiaba el mundo de las ideas porque sobre esta orbitaba la percepción del objeto conocido y no al contrario.Así entonces, la “tenaza” del conocer,se articula a partir de dos brazos operativos: la sensorialidad del sujeto y su inteligencia o entendimiento.

Sin embargo, el período de incubación de la tecnología sería largo.Las artes despertaron del sueño letárgico del medioevo luego del catastrófico acontecer de la peste bubónica cuando se produjo la mortandad del 50% de la población europea, aproximadamente unos 15 millones de personas, para retomar sus fuentes y llevarlas a un concepto estético superior, porque los medios estaban al alcance de la época: el ser humano, el avance de la geometría, el hallazgo de la perspectiva, los colores de la tierra y de toda la naturaleza en general. La tecnología requería un motor que la impulsara.Los ingenios de Da Vinci, clamaban por una fuente de energía que no aparecía.

Pero el retardo en el arribo de esa fuente energética, no solo limitaba a la tecnología y a las ciencias.Lo hacía con todo el pensamiento y conocimiento humano: con las creencias, con la Filolosofía, con la Sociedad. Si no cambiaba el quehacer tecnológico con el hallazgo de una forma de energía alternativa a la tracción de sangre (la aportada por animales de transporte y carga y por el propio hombre), el mundo no podía cristalizar todo lo que la imaginación y la elucubración intelectual habían encontrado luego de la invención de la imprenta. Es cierto que el pensamiento se expandió explosivamente al difundirse las ideas como nunca antes, ocasionando auténticas transformaciones de la geografía política y religiosa, e igualmente, del mundo intelectual. Las ideas habían adquirido alas, volaban, se difundían, se veían volar, pero sólo surcaban el cielo.Ese cielo, no era accesible al hombre común .Si los medios de producción seguían atados a la tecnología de “tracción sanguínea”, el hombre seguiría siendo esclavo de su trabajo, y esa esclavitud seguiría proyectándose a la Sociedad en que vivía .El poder del hacer, sólo podía estar en manos de quien tuviera el medio para realizarlo. Y el medio solo estuvo en manos del hombre común hasta que encontró los medios de crear, manejar, distribuir y utilizar la electricidad.Podríamos decir, sin temor a equivocarnos, que la electricidad fue a la Sociedad, lo que la imprenta había sido para el pensamiento. Aunque ningún libro de Historia se lo atribuya, es la electricidad la verdadera libertadora de esclavos. Su medio de transformación más eficaz, porque puso en manos del hombre común, la herramienta para hacer mucho más productivo su trabajo. Toda sociedad posee y emplea un determinado conocimiento sobre si misma y sobre las demás sociedades con las que está en relación.Este conocimiento le permite a los miembros del grupo normar y justificar su conducta en el seno de la propia sociedad y ante quienes no pertenecen a ella.Cada sistema conceptual y explicativo de la realidad social incluye los criterios que permiten clasificar en categorías sociales significativas a todos los individuos,-pertenezcan o no al grupo.

Al interior del sistema social, el conjunto articulado de categorías sociales reconocidas expresa las atribuciones de quienes integran cada una de ellas y presupone el tipo de relaciones posibles en el conjunto del sistema.El sistema de parentesco, por ejemplo, que a voces es muy
complejo, debe ser conocido por cada miembro del grupo en muchas sociedades Indias
latinoamericanas, porque es el código que le permite actuar en la forma prescrita en situaciones relevantes de la vida social.Es un código de relaciones sociales que implica derechos ,deberes y reciprocidad .Lo mismo puede decirse de los sistemas de poder, de las formas de organización territorial, de las instituciones de trabajo colectivo y de los especialistas que tienen a su cargo funciones específicas ; en cada caso hay un conocimiento social que es indispensable para el funcionamiento de la Sociedad.

Un libro clásico como Facing Mount Kenya, de Jomo Kenyatta, (2) nos revela como puede sistematizarse la experiencia existencial del investigador y como se logra entonces obtener una visión desde adentro, mucho más rica y precisa –qué la que es dable alcanzar por un investigador extraño, por acucioso que éste sea.

Con su lectura uno aprende, por ejemplo, que las categorías sociales que emplean
los gikuyu para conceptualizar sistemáticamente su realidad social, han sido con frecuencia mal traducidas por los investigadores europeos, al emplear conceptos que tienen una connotación precisa en la tradición de las ciencias sociales occidentales y aplicarlos a realidades parecidas, pero en última instancia diferentes, del universo gikuyu. El instrumental teórico y metodológico de Kenyatta, sin embargo,es también de raigambre occidental;41 mismo, en algunos momentos, emplea categorías que no corresponden al universo conceptual gikuyu para describir su sociedad y compararla, gruesamente,con las sociedades europeas Pese a esto,Kenyatta nos ofrece una visión interior de la sociedad gikuyu en la que recupera la memoria individual y colectiva, las experiencias cotidianas, sus vivencias y,ante todo, la percepción de un mundo organizado que es muy diferente al que presentan las versiones de los investigadores extraños. Pero uno no reconoce a occidente en el libro de Kenyatta: no hay una reflexión sistemática sobre el mundo del colonizador, más allá de las acciones que directamente inciden en el universo gikuyu. Se conocen los efectos, porque se viven; pero no se perciben sus causas, su génesis y las tendencias de las fuerzas que los producen.

El mismo caso que encontramos en el entendimiento de los códigos africanos, supone para la ciencia mundial el reto de abordar las disímiles culturas del mundo sin complejos de superioridad. Por esa razón, coloco en duda la validez del término sociedades primitivas. No es otra cosa que una infeliz frase, más vinculada con los dogmas populares de las creencias comunes religiosas o no, que una auténtica expresión digna de la ciencia. Hoy día, hasta la expresión desarrollo tecnológico habría que verla con cuidado en su contexto. Porque si hablamos en términos ambientales, Quién está mas desarrollada, la sociedad conservacionista que vive en armonía con su ambiente o la sociedad predadora que lo destruye. En tu juicio, apreciado lector, se encuentra la respuesta. Quizás te sirva pensar que desarrollo es una condición que proyecta vigor al futuro.

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