Opinión Nacional

Evolución de la zulianidad como coartada política

El ritual de la zulianidad no pasaba de su fecha patria, obra de politiqueros locales que comienza con un decreto en  el cual se le cambia el nombre al siempre conocido Paseo Ciencias por Paseo 28 de Enero; fecha que todavía muy pocos zulianos han internalizado y en la cual una élite marabina, que no zuliana, decide que  el 28 de enero de 1821, es la fecha en que la región se  monta en el tren del proceso de independencia nacional. Si bien se buscaba aparentemente una reafirmación de lo local en lo nacional con miras a la integración y unidad patria, trastienda una intelectualidad sumisa y otra consciente, le hacían el juego a Manuel Rosales.  Remontémonos al pasado reciente

En una entrevista del diario Nacional, la tristemente célebre Ex Secretara de Cultura, periodista Marlene Nava convoca al historiador Rutilio Ortega (16/07/1979) en torno al Zulia. Allí el marxista de cátedra de otros tiempos, se explana en su discurso de persistir en su alabanza de un Jorge Sutherland cuando el 30/08/1868, como General de los Ejército de la Unión Venezolana y Presidente del Estado Soberano del Zulia, decide separar supuestamente a la entidad federal de la república venezolana. El intento acaba a los treinta y cinco días, para ser capitaneado con ciertas variantes, por el llamado Hijo Ilustre del Zulia, el Hijo Predilecto de la Sultana del Lago: Venancio Pulgar, especie de civilizador regional, por aquello del decreto de creación de la Biblioteca Municipal; quien por voto popular… le designan Presidente del Estado.

Grandes mentiras dichas por el Ex Secretario del Cultura de la Gobernación del Estado Zulia, durante la gestión del Abogado Omar Barboza; para quien las operas y zarzuelas eran el indicador de lo cultural civilizatorio del Zulia. De seguro la referencia de esos bailes le viene por ser su esposa devota del olé español.  En primer término, cuando se lee los documentos históricos de Venancio Pulgar y Jorge Sutherland, resalta el acomodo de una transición hasta que caiga el oprobioso hombre de Miraflores; expediente usado por estos caudillos en función de si el erario nacional les era afecto y por las propias peleas de vecinas por el poder de lo local entre los dos personajes; a ello se agrega la otra mentira de una aclamación popular a la presidencia del Atila Zuliano, Venancio, en un país y una región donde el voto a las mayorías populares le estaba vedado.

El dúo Marlene Antúnez-Rutilio Ortega con el tiempo volvería a sus andanzas. Velos veintitrés años después ante el Hombre del Sur, quien le da consistencia a eso de la Zulianidad mediante decreto estatal. La Antúnez funge de organizadora del evento, de orador de orden el segundo; llevados de la mano diplomática de Antonio Morales Manzut, historiador, actual Director del Acervo Histórico del Estado Zulia, planificando el programa de Validación de la Identidad Zuliana; no sin antes haberse adelantado los añosos de la Academia de la Historia Estatal, exigiendo y logrando el cambio del nombre del popular aún Paseo Ciencias por el de 28 de Enero, día de la independencia del Zulia, a decir de ellos.

Despunta entre esos personajes la Ex Secretara de Cultura Marlene Nava, quien con su ritual de coordinadora de la semana de la zulianidad, fue agrupando a unos personajes que desde perspectivas diferentes; al final se unían en contra del proceso liderado por el gobierno nacional, entre ellos destacan: Rutilio Ortega, Jorge Sánchez Meléan, Julio Portillo y Rafael Molina Vilchéz por incauto…; de modo subterráneo el médico Luís Guillermo Hernández y el casi abogado Jesús Ángel Parra.

El primero de los personajes es digno de describirlo. En sus tiempos juveniles acérrimo izquierdista, aplaca sus ímpetus con su postgrado en historia en México y en la madre patria; ello le serviría para crear su feudo y lucha contra el timorato de Germán Cardozo Galúe, personaje que bajo categorías marxistas, crea aquello de la Macro región Cuenca del Lago de Maracaibo y su Aristocracia de Mostrador Alemana; no sin antes venerar a José Domingo Rus y así vegetar más allá de su jubilación en la Universidad del Zulia. Pues bien, Rutilio Ortega luego de su pasantía por Europa es designado Secretario de Cultura durante la gobernación de Omar Barboza, otro premio para que siguiera aplacando su posición pasada contra la destrucción del Saladillo. Pasada la euforia del poder, el hombre se refugia en la Universidad del Zulia, tiene un regreso efímero en la gestión de Osvaldo Álvarez Paz con los libros encomendados de Historia del Zulia.

En la alma mater monta cátedra buceando en un regionalismo enfermizo, que desde hace tiempo se expresa en llevar al Olimpo a personajes como Venancio Pulgar; y de ese modo montando tesis, como esa que pretende hablar de una génesis de la autonomía zuliana en semejante personaje, caudillo sin escrúpulo, asesino de pueblos y acomodado según sus peleas con el gobierno central.

En ese proceso Rutilio Ortega se da a la tarea de publicar uno que otro libro sobre la historia del Zulia para los niveles básicos de educación. En apariencia dichos textos deberían promocionarse a tono con el decreto regional sobre historia local; pero es el caso que en sus contenidos subyace de modo más que encubierto la pretensión de sincronizar el discurso de una patria zuliana, desconectada de las contradicciones sociales en la entidad federal y en pro de los intereses que el hombre de historia profesa; como son un elitismo de clase y su vanagloria del llamado hombre fuerte y civilizador. El grupo de este hombre todavía mantiene fuerza en el Centro de Estudios de la Historia de la Universidad del Zulia y juntos publican su Manual de Introducción a la Historia, caso de Reyber Parra y José Lárez.

Le sigue el ciudadano economista Jorge Sánchez Meleán, venido de las filas de la democracia cristiana, el hombre forma parte de ese elite copeyana regional, que junto con Osvaldo Alvarez Paz, el difunto Negro Ferrer y Guillermo Yépez Boscán, imbuidos de las enseñanza de Jacques Maritain; resultó el intelectual amigo del Opus Dei. Si, Sánchez Meleán, siguiendo la línea de Alan Brewer Carias se convierte en el paladín de la descentralización, fruto de ello son varios libros y su presidencia casi eterna de la Copre Zulia, ahora convertida en otra institución. En lo práctico concreto el economista es un conservador instruido, un liberal no confeso, que se esconde en la llamada doctrina social de la iglesia; pero que camina en pro de la autonomía, el clasicismo y la veneración del statu quo zuliano. Hasta hace poco regentaba la propiedad paritaria de la Universidad Rafael Urdaneta, el gobierno regional lo busca como asesor y mantiene una columna fija en el periódico La Verdad; desde donde arremete contra todas las iniciativas de la administración central, con el calificativo genérico del marxismo leninismo. El también profesor de la Universidad del Zulia, quien pareciese ser el más moderado de esta intelectualidad divergente,  pero empeñada en un Zulia Glorioso a lo Vinicio Nava Urribarri; es un personaje que en lo más profundo mantiene un recelo por viejas aspiraciones no colmada y que en posición de gobierno trabajaría por su concepción elitesca de la sociedad zuliana; no por casualidad su discurso de incorporación como miembro de la Academia de Historia del Estado Zulia, lo titulo El Zulia: Un Estado Región con Vocación Nacional, donde explana su concepción sin conflicto de clases sociales en este Zulia: defensa del territorio, derecho a la autonomía, transformación de la educación y desarrollo humano sustentable; discurso que se agota en sí mismo y no pasa revista a grupos económicos y la elite que desde la colonia mantiene dividida en intereses a la sociedad zuliana..

El internacionalista Julio Portillo es el más vocinglero de todos.

Hombre astuto, hace gala de su profesión de internacionalista. Su producción intelectual es pírrica; no obstante, ha sabido sacarle provecho a excelentes fotógrafos que contrata, para luego editar libros como el Arte Sacro de Maracaibo y el Palacio de las Águilas, entre otros; que le han servido para entrar recientemente a la Academia de Historia del Zulia, desde donde sus amigos como Luís Guillermo Hernández, Jesús Ángel Parra, Márquez Morales y Kart Ángel Von Jess y Ernesto Mac Gregor, le aseguran en tiempo record la presidencia de dicha institución. Hombre de gobierno de las administraciones nacionales copeyanas, siempre vivió el mundo de embajadas, hasta en la gobierno inicial de Hugo Chávez Frías en la embajada de Venezuela en la  República Dominicana; mas durante el golpe no descifrado salto a su origen y develado y aplacado el tumulto, sale de gobierno y desde entonces conspira entre amigos abiertamente; mientras cada tarde religiosamente va a misa de cinco a confesar sus pecados, sin que pierda su amistad de rochela con el anciano poderoso, vicepresidente del Banco Occidental de Descuento; donde tampoco es gratuito que Fernando Chumaceiro, empresario venido a político en la región, Ex Presidente de Corpozulia y Ex.  Alcalde la Ciudad de Maracaibo, regente una fundación cultural de la entidad bancaria.

Sin ser historiador entra a la academia Julio Portillo; no sin antes pregonar que los recursos del Zulia dan para hablar de un país. En honor a la verdad, el personaje no pasa de ser un vocinglero pero con importantes relaciones, como ser amigo de uno de los vicepresidentes del Banco Occidental de Descuento ya referido; con quien ha logrado financiamiento de libros como el Diccionario General del Zulia, de los regionalistas Luís Guillermo Hernández y Jesús Ángel Parra y otro de su autoría en proceso sobre Los 50 Años del BANCO OCCIDENTAL DE DESCUENTO. El también profesor pero de la Universidad Rafael Urdaneta, donde creó la Facultad de Ciencias Políticas; no descansa en sus relaciones con la elite caraqueña y las relaciones con las islas del Caribe  y Centroamérica; sobre todo en Republica Dominica, país al que le dedicó uno de sus acostumbrados libros de fotografía para incautos.

 El internacionalista Julio Portillo es hombre que tiene contactos relevantes con la banca, la política nacional y subcontinental; no tiene pasta de líder pero si el entusiasmo en sus empresas; viene de esa élite salida del antiguo Colegio Los Maristas, que vive entre el lujo de lo clásico, se arropa del santuario y tras tienda esconde bemoles.

Tres hombres y una dama son los líderes intelectuales de la zulianidad como coartada en la región; después vendrá la otra fase, sin que aludan al Zulia concreto. En la mente de este equipo no despunta cual Rayo del Catatumbo las figuras de tres mujeres robles, como la india Zulia, Domitila Flores y Ana Maria Campos, asesinadas algunas, otras vencidas y humilladas; pero con la valentía de mirar de frente para combatir al poder estatuido. La constancia femenina se mantuvo, allí la imagen de la brava Ana Maria Campos viendo la despedida por siempre del vencido en combate, Morales; después de la derrota naval, a quien en cara y sin miramiento le había dicho: -Si no capitula, monda; afrenta que hizo que la ultrajara en su dignidad de hembra, paseándola casi desnuda y latigándola por la ciudad, por uno de sus esbirro, un mulato inconsciente.

Se cocina el imaginario zuliano con su indio Mara, mito o realidad.

Los historiadores de diversas metodologías, afirman o niegan su existencia; pero del Cacique Nigale la fuente histórica es irrebatible. Líder de la Cuenca del Lago; quien en la ingenuidad de la creencia del principio de la buena fe, expresada mediante la palabra, cae ante la horca ibérica. Con Nigale muere otra esperanza de redención popular; se tendrá que esperar la asonada libertaria del mulato Francisco Javier Pirela

Al ruido de mueran los blancos, el poder imperial captura al mulato Pirela y se vence la posible rebelión. El difunto cronista de la ciudad de Maracaibo, Fernando Guerrero Matheuss, venido de ese rancio conservadurismo clerical, no obstante haber sido un hombre cultísimo, reduce la asonada del mulato a su vil entrega a la empresa de libertinos franceses, por la suma en aquellos tiempos de nueve mil pesos; es decir, que para él la rebelión popular sólo era cuestión de cimarrones e indios alzados contra la majestad de la curia romana y la devoción al rey; desconociendo que los vientos de libertad llegaban al lago,  la rebelión francesa se había aposentado en Haití y de allí viajaba a nuestro lar; donde el sastre Pirela la hizo suya. Viaje largo del sublevado, logra en el periplo del destierro hacia prisión cierta acción militar en el Caribe a favor de su majestad; y velo después, ahora si ante la posibilidad cierta de la muerte, gestionando seiscientos pesos ante la corona allá en Madrid. Similitudes con la india Isabel, la Malinche Zuliana, quien en sumo amor alienado por su opresor: Alonso de Ojeda, muere a los pies de su sarcófago.

Vamos al pasado colonial y vemos que en el 7 de Febrero de 1606- se apunta del profesor Vinicio Nava: El Zulia Glorioso- hubo un levantamiento de los aborígenes del centro-norte del Lago ante el gobernador de Venezuela, Sancho Urquiza, cuando éste se juramenta en Maracaibo; sigue la rebelión con viso de elite con el movimiento independentista de la Escuela de Cristo, el 26 de marzo de 1812; pero tiene un paréntesis profundo, obviado por los historiadores acomodados: La sublevación del 19 de mayo de 1799, capitaneada por Francisco Pirela, como se ha referido.

La historia escrita pero olvidada, estrategia de intelectuales de la traición, rufianes que en desesperación por la necesidad van y se acoplan al romántico de la historia, con viso de seudo humanista de Ángel Lombardi, Rector de la universidad clerical: Única; en las voces de un Miguel Ángel Campos, Norberto Olivar y el Milton Queros, quienes tampoco refieren sucesos populares, aunque muchos intervenidos por los mantuanismo marabino, como los siguientes: La destrucción en

1614 por parte de los indios kikikires y aliles de Gibraltar; el levantamiento de los aborígenes del centro-norte del lago el 7/02/1606, contra el Gobernador de Venezuela, Sancho Urquiza, cuando trata de juramentarse en Maracaibo, ante la imposibilidad de haberlo hecho en Caracas, ya comentado; intentos de rebelión iniciado por Nigales, quien necesitó desde la llegada del español casi dos siglos para el dominio total, cuando las misiones capuchinas, ayudadas por el negrero Juan Chourio, someten definitivamente a los aborígenes motilones y los reducen en sus cárceles religiosas: La misiones,  en la Subregión de Perija; mientras los jesuitas seguían formando la elite marabina.

Pero no, estos hombres callan y prefieren desacralizar la región o bien poetizar en ediciones de lujo el producto deformado de la zulianidad; así, menos hacen mención en sus prosas de la gallardía de un Pérez Soto, de ponerle un freno a los esclavistas modernos en nombre de los Paris, los hasta poco descendientes, dueños de las Tienda Paris; quienes perseguían y azotaban, sin mediar autoridad oficial alguna, a los peones que se fugaban de sus haciendas y recalaban en Maracaibo; tampoco señalan la matanza de aborígenes en la Sierra de Perija a la caída de la dictadura de Pérez Jiménez por parte de los  hacendados de esa subregión perijanera; que todavía hoy prosigue según las investigaciones de ese guerrero de la denuncia y la acción, que es el profesor Lubi Portillo; como tampoco dirán nada ante los neo esclavos, formados por esa masa de colombianos, que pueblan los municipios foráneos de la región, mano de obra no calificada, sin porte de transito en el país, ave dócil para hacendados y seudos empresarios del Zulia Glorioso de Vinicio Nava.

Pluma para el decoro, de acomodados plumíferos y bardos. Pero el artífice de la Zulianidad, campesino andino con ascendencia de comerciante, no podía quedarse con un equipo de intelectuales. El político como él necesita el ruido, la algarabía para incautos; por lo que decide sacar otra paloma de su manga: El economista Néstor Suárez; hombre diminuto, con semejanza al pajarraco de la serie Batman, venido de las filas copeyanas, con cargos importantes en esas administraciones puntofijista. Amigo del poder, sin aporte intelectual sustantivo; sabe leer los nuevos tiempos. En la caída en picada de Copey lanza la toalla y busca apoyo de los adecos en la región; lo vemos entonces como candidato a la legislatura regional de la mano de su amigo de intereses empresariales: Omar Barboza. Recluido el economista como muchos intelectuales de Acción Democrática y Copey en la Universidad Rafael Urdaneta, comienza su campaña aproximadamente desde el año 2007 en serio.

Un paréntesis se impone con el objetivo de precisar más los autores.

Dos universidades privadas despuntan en la región: Rafael Urdaneta y Rafael Belloso Chacîn; la primera con influencia importante en sus inicios de los adecos y la segunda obra dadiva de Osvaldo Álvarez Paz a su compañero de partido, el ex diputado nacional Rafael Belloso Chacîn, hijo. En la llamada Uru su ex rector fundador, Eloy Parraga Villamarin, especie de inmaculado dirigente adeco, quien llegó a ser gobernador de la entidad, con viso de intelectual mantuvo un liderazgo de seudo etnicidad en la militancia adeca regional, con lo cual no pudo detener los intereses planificados por el chino José Páez, quien como Secretario General de Acción Democrática en la región, impulsaba al ex urredista Omar Barboza. Pues bien, el abogado Villasmil crea dicha institución junto al economista Jorge Sánchez Meleán, quien también mantenía en su partido cierta aureola de santidad por aquello de haberse formado en el Opus Dei; de ese modo se inicia un laboratorio de supuestos nuevos emprendedores con las carreras tradicionales de derecho, ciencias políticas, administración, contaduría, psicología y una contada ingeniería.

Los copeyanos en nombre de Rafael Belloso Chacîn comienzan su negocio tarde pero con más éxito. El médico empresario Chacîn le imprime al negocio una visión de futuro, como dicen los consultores gerenciales; que se refleja en el segmento que capta: niños y niñas de la clase media ascendente y de la burguesía de la entidad federal. Manteniendo un perfil bajo, el hombre crece y abre sus puertas a una intelectualidad oscura de copeyanos como Carlos Altimari y hasta el propio Jorge Sánchez Meleán, destronado en la Uru a la muerte de Villasmil, por el filósofo del derecho Jesús Esparza Bracho.

De vuelta al proceso que nos compete, se puede darle más precisión al tema. En la Uru desde la escuela de ciencias políticas, liderada por Julio Portillo y el área de administración y contaduría, intervenida con cierta parsimonia por Néstor Suárez y el politólogo Mansueti, además de la figura rechoncha de Sánchez Meleán, se va configurando un cuadro de adalides, pregoneros de supuestos nuevos paradigmas en la gerencia pública, de la anti política y el libre mercado. La onda neoliberal tiene en esa casa de estudio su centro hegemónico, aunque con cierta reticencia del viejo Villasmil; quien próximo a la muerte nada pudo hacer; pues, su heredero el tildado filósofo del derecho, Jesús Esparza, entraría en el gobierno del golpista Arias Cárdenas, pasantía para que luego girase a la derecha, como sucede con los supuestos izquierdistas cuando saborean las delicias del poder.

El campo abierto para los ex copeyanos, ahora metamorfoseados en adocenados catedráticos y pregoneros del fin de la historia y demás simplezas; mantienen contactos con los medios informativos de la región. El Sánchez Meleán es un articulista de vieja data; el Néstor Suárez a poco,  en todo caso el discurso está montado ante la mirada más distante y calculadora, de otro personaje de sus filas, como es el economista Adalberto Zambrano, quien después de su paseo por el gobierno regional copeyano y haber digerido en su casi mayoría el aporte del economista chileno Carlos Matus con su Escuela de Gobierno; se va a la sede regional del Instituto de Estudios Superiores Administrativos (Iesa), pregonero en grande de la ola liberal en el país; para hasta hace poco montar su negocio aparte con el Instituto de Altos Estudios Gerenciales. Todo un enlace en apariencia desarticulado, un engranaje invisible, ganado para el mantenimiento de las relaciones sociales de producción de explotación en el terruño de Yépez y Baralt

El tinglado está montado, los verdes trasmutados en Primero Justicia y con una que otra figuración en la política regional, véase Alcaldía de San Francisco con el economista Sady Bijani y en Lagunillas con Mervin Méndez; mientras el paquitìn de de la Cañada Rogelio Boscán, hace de las suyas en función de sus intereses de clase, esa rancia burguesía blanca blanquísima de aquellos lares. Despiertan los motores, no sin antes, el auto titulado Zuliano Mayor haya hecho entrada de primera en la gestión del Hombre del Por Ahora: Osvaldo Álvarez Paz, quien junto al trío del laborista de Francisco Carrasqueño; el testaferro de Omar Barboza, Oscar Rincón y el supuesto filósofo del derecho, ex rector de Luz Manuel Delgado Ocando; todos contribuyeron y contribuyen a imponer el denominado poder originario.

Mientras eso sucedió la elite marabina venida de los colegios maristas y Gonzaga seguían trabajando calladamente; no había tiempo para el reposo, y entre reuniones ocasiones y presentaciones de libros, como el Arte Sacro en Maracaibo, de Julio Portillo, con apoyo de la Siemens; se van abriendo paso hasta encontrarse en la boda del año de la hija del banquero presidente del Banco Occidental de Descuento allá en República Dominicana, donde nacieron Rafael Maria Baralt y Domingo del Montes.

Todavía no finaliza de salir en estampida el carro, hay que esperar.

Manuel Rosales espera la seña, cual piache para comenzar el ataque; está en la casa Amarilla como Ministro del Interior y Justicia, José Vicente Rangel, amigo de Miquelena, ahora fuera de gobierno; aprendió que en política hay que esperar, él debe esperar. Los sobresaltos ante el supuesto radicalismo del guerrero del micrófono, como bien lo califica el viejo Domingo Alberto Rangel; asustan el entorno nacional e internacional y el ministro tiene que salir a apagar fuego y en otros casos prender subterráneamente otros. El hombre José Vicente Hoy tiene la coartada, sabe que el regionalismo enfermizo del Zulia todavía tiene asiento en cierta elite de intelectuales, recuerda como Caldera los calmó entre el final del sesenta y el comienzo de los setenta, con aquello del decreto de regionalización. La gaita incluso en voz del negro Ricardo Aguirre, no fue más que un canto de un copeyano, un maestrito de escuela venido de los Andes; quien internalizó el discurso de los jóvenes copeyanos de la región, liderados entre otros por Osvaldo Álvarez Paz. Pues bien, el plan es el siguiente.

Hay que atizar el fuego casi ceniza del regionalismo zuliano. Se sabe que incluso hay divergencia entre ellos; la subregión Sur del Lago clama por su autonomía con el pretendido Estado Panamericano; si es la Costa Oriental del Lago, hablan del Estado Coquivacoa; incluso si mal no recuerda  hasta el Idelfonso Finol, en la actualidad director del Centro Internacional Anti-imperialista del Gobierno Nacional, en su aspiración a la Gobernación del Estado Zulia, en disputa contra Arias Cárdenas, hablaba con más extremismo, aduciendo el modelo que su jefe en la actualidad pregona: Una especie de estado gobernado por una autoridad única con diversos vicepresidentes por regiones. Entonces hay que pregonar viejos sueños, el estado Zulia tienen las

Características: decisivo en votos está en manos de un golpista, tiene una población colombiana excesiva y una intelectualidad de medianería pero altanera con eso de su autonomía fiscal, hacia allá se debe enfilar la puntería. El Manuel es hombre negocio, sabe que acepta o las rejas le esperan; así que negocia. Ese es el relato, la verdadera génesis del secesionismo para incautos, pregonado por el pajarraco de Néstor Suárez.

El reacomodo se hizo posible. Si bien Sánchez Meleán fue destituido de su cargo casi vitalicio de Presidente de la Comisión para la Reforma del Estado Zulia (Copre-Zulia). Los pactos y negociaciones de adecos, copeyanos y la triple alianza; crean la Carles, comisión con parecidos fines adscrita la Asamblea Legislativa, que luego sería traspasada al Ejecutivo Regional. En el otro lado simultáneamente a sus clases de economía en la Uru, Suárez se convierte en el abanderado del Centro de Orientación Económica, Seccional Zulia, que en alianza con el de la región capital y en gran medida replica del discurso de la globalización, el mercado, el neoliberalismo y las nuevas realidades de Peter Drucker, va camino parejo a las pretensiones del bachiller de Colón. Puesto en marcha el plan de validación cultural de la zulianidad por Morales Manssur, ante la campaña feroz contra el gobernador por su sustitución de hasta el himno regional y sus símbolos, por los emblemas y demás elementos propagandísticos de su partido un Nuevo Tiempo; las amenazas del gobierno nacional no se hacen esperar, pero el hombre del sur sabe cuál es la pelea y lanza a Suárez al cuadrilátero.

La escena por un rato será de un Rumbo Propio, como dos solitarios en un pueblo dispuesto a recibir de todo. Los medios de comunicación se hacen eco de los profesores; quienes en apariencia, no pasan de ser dos ensimismados hombres con buenas intenciones. Plantean un discurso de vieja data, como es la autonomía con viso de supuestos valores humanos, donde la competencia de los mejores daría al traste con las diferencias sociales y la distribución de la riqueza estaría dada por las oportunidades que ofrece el mercado y el trabajo productivo. Al hacer abstracción de los agentes sociales, los catedráticos borran las relaciones económicas sociales de producción, que imperan en la región zuliana; el gran culpable es el estado troglodita, el que come de todo en contra del etéreo ciudadano. En una fase de distanciamiento de Manuel Rosales, como estrategia política, hablan de ser la oposición no socialista del país. El cuento está montado, los incautos y cierto sector de la clase media, siempre dada al miedo, cuando el coco del comunismo se asoma a sus ventanas; dejan sus tribulaciones en la sede de Rumbo Propio y siguiendo la intuición, que también es inteligencia, apuestan por un Nuevo Tiempo, Primero Justicia y hasta por el Psuv, por si acaso.

La dinámica política es cambiante. Nada permanece estático, Manuel lo sabe si no veamos su trayecto político. De simple muchacho jodedor en las esquinas de Colón, apenas concejal por desgano en ese viejo distrito, se lo trae a Maracaibo el ideólogo con carpeta de Benigno Velazco y el maestrito Américo Araujo. En el partido es uno más, especie de recadero de Américo Araujo, el verdadero hombre fuerte de la organización, quien tomó un poder casi sideral durante la presidencia nacional de Jaime Lusinchi; nada se movía en el Zulia si este andino no daba su brazo a torcer y firmaba. Tanta gloria se vino abajo, perdido el poder y venida a pique la hegemonía adeca, desaparece el maestro Araujo, igual el Manuel, quien apenas pudo hacer pasantita en la extinta Asamblea Legislativo Estatal, donde desde la comisión de finanzas dio muestra del lujo, imponiendo en el jet set de la política local el uso del Crown Victoria, que junto a su vestimenta de modelo y su visitas a restaurantes y barras de caras, bien ganaba el titulo de patiquín campesino.

El hombre del Sur perdido entre copas y sus visitas al bardo marinero, beodo cotidiano de Hugo Figueroa Brecht, el mismo que hizo pasantía en los supuestos movimientos de avanzada de Guillo y el Maracuchismo-Leninismo. El dúo político-poeta, asiduos visitantes del restaurante Mi Vaquita y centro de bebidas aledaños a la Plaza La República en Maracaibo; a pronto cuando el muerto vivo de la política asumiera poder, entraría por la puerta grande con su esposa Gisela Nones, quien en una primera instancia seria la Directora de Cultura de la Alcaldía de Maracaibo. Nada importante que valorar, el hombre pasó dos periodos de burgomaestre, suficiente para enfrentarse en poder a la escuálida estructura adeca y negociar de tú a tú con los Barboza, quienes en voz de Rubén Barboza, ya habían recibido sustanciosos contratos con la modalidad de limpieza de la ciudad con los salserines.

El discurso slogan de haber cambiado Maracaibo fue suficiente. Un ciudadano acostumbrado al desorden, captó como un avance la limpieza de calles y avenidas centrales de la ciudad, junto al pesebre de luces de diciembre en la avenida Bellavista. Entre salserines, árboles y plazas remodeladas, el Hombre del Sur impuso una idea de progreso, sólo una idea; pues la realidad más allá del pentágono de La Limpia, Bellavista, Milagro, 18 de Octubre y Veritas; se mueven otras ciudades, que sólo ahora se desnudan en su crudeza en los pasquines, nuevo negocio de Pineda Belloso y los Auvert, de: Mi Diario y Hoy. No obstante, el individuo ganó la opción a la gobernación; no sin antes destruir lo poco que quedaba de la Seccional Zulia de Acción Democrática. El hoy diputado presidente del Consejo Legislativo Estatal, Eliseo Fermín, en compañía del candidato a la Gobernación, el abogado Pablo Pérez, trasladarían la data informática de la tolda blanca a la sede en las Mercedes del partido Un Nuevo Tiempo. El correaje estaba hecho, hasta el mediocre del Licenciado Roberto Leal, también diputado a dicho consejo, volvió a la política pero junto a Manuel, y el chino Páez trastienda, negociando aquí y allá, como un cargo para sus hijos, en la actualidad el joven politólogo Henry Páez, director de la Escuela de Estudios Económicos, Políticos y Sociales (Izepes); plantifican movilizaciones, declaraciones y contra informaciones; hasta un supuesto distanciamiento con el Amo de la Cuenca, Pineda Belloso, estratagema para pulsar la opinión pública en función de los intereses de Miraflores y claro está de las posibilidades ciertas de un hombre, que entre dadivas, astucia innegable y logros efectistas, se ha posicionado como la única referencia política contra el oficialismo en la región ; aunque no logra tener la pasta para dirigir la organización que crea, al punto que debe comisionar al acartonado pero con lobby, de Omar Barboza, en la dirección nacional de la organización. Recuento necesario para seguir adelante.

La tesis puede sonar descabellada pero en política todos los escenarios son posibles: Manuel Rosales lanza la bomba propagandística de sólo humo de la zulianidad, como estrategia para adentrarse en el escenario nacional. El gobierno central al arremeter contra dicha posición, juega con su mentira, le conviene alguien con quien desviar la opinión pública. El dueño por Ahora de Miraflores necesita tener pelea, dar a lo interno y externo del país, que aquí hay debate político aun con la campaña golpista y secesionista de una oposición perversa. El negocio rinde fruto de ambos lados, Manuel se defiende y saca a relucir la olvidada Ley de Hacienda Pública Estatal, se hace allegar de hombres que conforman la sociedad civil de la región, como e ex rector de Luz., Ing. Leonardo Atencio y hasta con pañuelo en la nariz, el ex alcalde Fernando Chumaceiro; y va desnucando cualquier liderazgo que ose contrariarle, así se ve claudicando como ayer al abogado Juan Pablo Guanipa de Primero Justicia, al copeyano de Mervin Méndez, al Toto Márquez, burgomaestre de Jesús Enrique Losada, llama a negociación al alcalde de San Francisco, el economista Sady Bijani, quien al parecer sondea su parcela política y renunciaría al financiamiento de Pineda Belloso…, amo de la Cuenca, quien juega al gobierno y sin convicción le extiende la mano al italiano de Carlos Di Martino.

A todas estas Rumbo Propio vuelve a su origen: El conservadurismo. No es una casualidad que el hijo del viejo Domingo Alberto Rangel, de igual nombre a su padre sólo que finaliza en Mantilla, con su movimiento Resistencia Civil junto al partido Alianza Popular, el nuevo negocio de Osvaldo Álvarez Paz, coordinado por su hermano, el otrora socialista de cátedra, economista Fernando Álvarez Paz, le dan el apoyo a Néstor Suárez y Mansueti. El ultimo show ha sido de este grupo la introducción en el Consejo Legislativo Zuliano de un estatuto autonómico para la región, que para hacer más álgida la róchela es expuesto días después del referendo autonómico en Bolivia. La comedia sigue hasta el amanecer, el pueblo zuliano y venezolano, ve en confusión este desfile de políticos pillos, venidos a empresarios y los bucaneros empresarios de siempre, llenando sus botijas de más dólares.

El Zulia sigue durmiendo con somníferos. Entre Vallenato, paracos y guerrilleros, sus diarios de muertes, siguiendo la cátedra bobalicona de Ocando Yamarte con su programa Ángulos y las vísceras de un Juan Carlos Fernández y Argenis de Arienzo; en el otro bando los plebeyos de la Red con el economista Omar Prieto, candidato a la Alcaldía de San Francisco y el abogado Henry Ramírez, candidato a la Alcaldía de Maracaibo, el Zulia duerme profundo. El consumo activado con dólares, que no son producto del trabajo, del plus trabajo; nada le importa, que se vaya a la carroña el pensar sereno, que para eso están las misiones y las becas de la Ana Maria Campos y la de Jesús Enrique Losada, ésta según denuncias no confirmadas, nueva modalidad de enriquecimiento del hombre del sur, que así le paga a ex catedráticos adecos de Luz, ahora de rectores y vice-rectores en universidades privadas, como la José Gregorio Hernández. El Zulia dejó de relampaguear, el citadino no mira su Rayo de Catatumbo, presto está a lanzarse a la calle y bailar hasta el amanecer con Celerone, el Cacique de Junta, los regatoneanos y otro de la farándula del momento.

Sin conciencia histórica, sin identidad cultural, el zuliano da marcha atrás a su proyecto de gran estado. La entidad federal convertida en una carpa fenicia, no mira ni a su lago, puebla los comercio y los malls; y hasta memorialistas como el médico Luís Guillermo Hernández, autor del Diccionario General del Zulia, debe pensar en lo más profundo, que esa empresa de amor por lo propio, al parecer ha sido en vano; juguete de político para embaucar las buenas intenciones de un pueblo altanero pero al fin sincero. El tiempo ha pasado y El Sultán del Zulia vive exiliado en Perú, dejó a su pichón Pablo Pérez en la Gobernación, su mujer Evelyn trabaja por la Alcaldía Marabina; en premio los intelectuales nombrados, ideadores de la Zulianidad como coartada, lograron sus sillones en la Academia de Historia Regional; la supuesta otra intelectualidad se esconde en los cuentos de camino de fantasmas como la Caballero y el viejo Hotel Granada, mientras el pueblo día a día se levanta a ritmo de vallenato y música evangélico, así con toda la sorna ríen los dueños de la Cuenca del Lago.

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