Es muy sencillo
El siguiente cuento me lo envió una apreciada amiga. Y dice así: “Cuenta una antigua leyenda que en la Edad Media un hombre muy virtuoso fue injustamente acusado de haber asesinado a una mujer. En realidad el verdadero autor era una persona muy influyente del reino y por eso desde el primer momento se procuró un chivo expiatorio para encubrir al culpable. El hombre fue llevado a juicio ya conociendo que tendría escasas o nulas oportunidades de escapar al
terrible veredicto: ¡la horca!
El juez, cuidó no obstante de dar todo el aspecto de un juicio justo, por ello dijo al acusado: ‘Conociendo tu fama de hombre justo y devoto del Señor vamos a dejar en manos de él tu destino. Vamos a escribir en dos papeles separados las palabras culpable e inocente, tú escogerás y será la mano del Dios la que decida tu destino’.
Por supuesto el mal funcionario había preparado dos papeles con la misma leyenda ‘CULPABLE’, y la pobre víctima aún sin conocer los detalles, se daba cuenta que el sistema propuesto era una trampa. No había escapatoria. El juez conminó al hombre a tomar uno de los papeles doblados. Éste respiro profundamente, quedó en silencio unos cuantos segundos con los ojos cerrados y cuando la sala comenzaba ya a impacientarse abrió los ojos, y con una extraña
sonrisa hizo su elección, tomó uno de los papeles y llevándolo a su boca… se lo tragó rápidamente.
Sorprendidos e indignados los presentes reprocharon airadamente:
«¿Pero qué hizo?, ¿y ahora?, ¿cómo vamos a saber el veredicto?»
«Es muy sencillo»- respondió el hombre. «Es cuestión de leer el papel que queda y sabremos lo que decía el que yo elegí».
Con rezongos y enojo mal disimulado debieron liberar al acusado y jamás volvieron a molestarlo”. Ser creativo. Cuando todo parezca perdido, usa la imaginación.
«En los momentos de crisis, solo la imaginación es más importante que el conocimiento»: Albert Einstein.
¿Servirá este cuento para estimular nuestra imaginación tan necesaria en estos momentos de lucha por la libertad y la democracia? Ojala y así sea. ¿Servirá para sortear el hecho de que el gobierno de turno te coloque una pistola en la cabeza (cuando previamente sin aviso y sin protesto con el ejército en armas te invade y secuestra tu propiedad y bienes, te la destroza y reparte, te estigmatiza públicamente) y luego te invite a “negociar” la entrega de tu patrimonio? ¿Servirá de algo? ¿O habrá que recurrir a lo tradicional e histórico: la violencia y los fusiles para defender tu vida, familia y patrimonio? ¿Acaso eso es cuanto se busca para justificar el implante del comunismo tipo cuba en venezuela? ¿Por eso tanta violencia? ¿O lo que se busca es poner de rodillas a todos los dueños de los medios de producción y comunicación, primero, luego convertirlos en verdugos voluntarios del régimen comunista? Parece que la historia se repite. Alemania fue una cruel y amarga experiencia. “CON EL SOCIALISMO DEL SIGLO XXI NO TENGO NADA”.