Es de sabios ser conservador: Pero las vacas sagradas están démodé
No existe tal cosa como una definición universal de la palabra conservador, ya que ésta significa cosas diferentes para cada cultura, institución, familia e individuo de la humanidad; para intentar captar su esencia, piense en ella como el polo opuesto de un anarquista.
La humanidad evolucionó a partir de la familia: un padre una madre y los hijos de éstos, el próximo nivel fue el clan: grupo de familias que podían rastrear su origen hasta un antepasado común; del clan se pasó a la tribu: uniones de clanes logradas por el matrimonio de parejas cuyos miembros eran de diferentes clanes—y / o por otros acuerdos políticos entre clanes para mejorar sus chances de supervivencia como pueblo independiente. El próximo nivel fue el de la ciudad-estado: agrupación de tribus y clanes; en un territorio definido, bajo la autoridad de un rey, un mesías, un faraón, un déspota, un califa u otro líder carismático, hasta llegar al nivel actual de naciones (conjuntos de personas) y estados (concepto jurídico)—y los conceptos de súbdito (sometido a un rey, emperador o monarca) y ciudadano (poseedor de derechos y de obligaciones establecidas en leyes aprobadas por los representantes de la mayoría política).
A lo largo de ese proceso evolutivo nacieron creencias, tradiciones y valores, tanto éticos, como morales y de otras naturalezas—un conservador es aquél que practica y defiende ese variopinto conjunto invenciones humanas—y una vaca sagrada es una de esas invenciones que “debe ser eterna”, sin que importe el progreso social—el más claro ejemplo de vaca sagrada; para el mundo occidental, era el Limbo (lugar distinto al cielo y al infierno a donde iban a parar las almas de los niños fallecidos antes de ser bautizados)—y que recientemente fue eliminado de un plumazo, por el Papa cristiano, católico y romano, Benedicto Décimo Sexto (Joseph Alois Ratzinger).
Todavía existen muchas vacas sagradas; y no exclusivamente religiosas, como por ejemplo las ideologías y que la única relación sexual legítima y permisible, es la unión de parejas heterosexuales; así como creer que el socialismo marx-engelsiano es posible.
Eso es entendible; pero no sensato ni aceptable.
Es entendible, porque la humanidad lleva existiendo en el planeta Tierra entre 600 y 750 siglos; durante los cuales, las únicas y absolutas fuentes de verdad, fueron la magia y la religión, simple y llanamente porque la humanidad no había hallado ninguna otra forma posible para explicar; sin lugar a dudas, lo “inexplicable”.
Eso comenzó a cambiar hace unos dos siglos y medio; cuando algunos seres humanos descubrieron una forma objetiva e irrefutable de explicarlo todo (lo aún “inexplicable” es sólo debido a los todavía inexistentes conocimientos o tecnologías requeridas): los seres humanos descubrieron la ciencia y a partir de ella comenzaron a compilar y diseminar el conocimiento científico—el cual; a diferencia de las “verdades” mágicas y religiosas, no es absoluto, sino relativo, ya que a medida que transcurre el tiempo, el conocimiento científico es corregido, actualizado y expandido—y no pocos de los conocimientos científicos no pueden ser exactos (como los de la física, la química y la matemática), sino probabilísticos; lo que quiere decir que siempre existirán excepciones a las reglas y los chances de que ocurran hechos contrarios al conocimiento científico universalmente aceptado, es posible y a veces probable—así sea en minúsculas proporciones.
Pero los conservadores son los que mantienen a lo largo del tiempo la esencia de las naciones—de lo que significa; por ejemplo, ser cristiano, venezolano o demócrata.