Equipo de Pensadores
Hace unos días me reuní en mi apartamento de Lechería con el arquitecto Roberto Armas, ex-senador de la República por el Estado Anzoátegui y uno de los guardianes natos de Venezuela. Refería Roberto que en la época del gobierno de Pérez Jiménez, existía un equipo de pensadores cuya tarea fundamental era esa: pensar. Hacerlo para inventar, crear, proyectar a Venezuela hacia 50 años más adelante. El equipo de pensadores, luego de sus productivas discusiones, le proponía al Presidente el futuro de la nación. Éste, que no por recio dejaba de atender la intelectualidad del pensamiento y las ideas de vanguardia, escuchaba y ejecutaba.
El equipo lo constituían, entre otros personajes, Carlos Raúl Villanueva, Gustavo Ferrero Tamayo, Leopoldo Martínez Olavarría, Pedro Pablo Azpúrua, Laureano Vallenilla, Bacalao Lara, Gustavo Wallis. Roberto era para esa época dibujante y quien colocaba los mapas en la pared. De ese equipo cargado de erudición y nacionalismo, salieron grandes obras públicas como la Ciudad Universitaria, la red de ferrocarriles nacionales, la avenida Bolívar, la CVG, la autopista Caracas-La Guaira (emblema de la ineficiencia del Estado post Pérez Jiménez), la red hotelera nacional agrupada en la conocida Conahotu, el Helicoide, (proyecto deformado posteriormente por los gobiernos de AD). Surgió también el plan para la capacitación de jóvenes en universidades internacionales clase «A». Formación concentrada en las áreas de petróleo, petroquímica, minería y profesiones técnicas vinculadas con los proyectos supremos de obras públicas y de desarrollo industrial.
Obras que trascendieron el tiempo, alcanzando su meta de establecerse en una Venezuela del futuro. Obras tangibles que hoy siguen vigentes. Obras concebidas por un equipo de pensadores que supo cumplir su tarea, pero que también fue escuchado.
Esta referencia histórica la cito, como muestra de lo que puede hacerse ahora mismo. Más que nunca el Presidente de la República necesita emular las cosas buenas que han realizado otros gobernantes. Lo del equipo de pensadores es una alternativa que puede resultar en la solución urgente. Porque el ejecutivo, indistintamente de la calidad o talento de quienes lo componen, no tiene tiempo para pensar. El ejecutivo atiende y resuelve la cotidianidad de la burocracia y los compromisos del Estado. Pero no tiene tiempo de pasar las 3/4 partes del tiempo pensando. Y eso es lo que necesita Hugo Chávez ya. Un equipo de talentosos pensadores venezolanos que su tarea sea exclusivamente la de pensar el país para los próximos 50 años. Inventar el modelo de sociedad del futuro. Construir la infraestructura material, humana y espiritual de mediados y fines del siglo XXI. Un equipo de pensadores, despojados de ambiciones, de prejuicios sociales, involucrados con la realidad dramática del país, revestidos de humildad, pero envueltos con la sabiduría de engendrar el país que habitarán nuestros nietos y bisnietos.
Lo de urgente vale también, porque empeñarse en realizar las propuestas que surjan de ese equipo obligará al gobierno a emprender obras monumentales. Se reactivaría la economía, se estimularía marcadamente el empleo, se dibujaría la vanguardia del futuro nacional. Y, también, se desmontaría a la reacción. Un plan nacional de obras públicas con las consecuencias positivas para la prosperidad del colectivo, le daría en el mero centro del blanco de la oposición. Se quedaría sin argumentos para seguir dándole pie a la conspiración.
Talento existe en Venezuela. Hombres dispuestos a integrar un equipo de esta magnitud también. Como también un Presidente que necesita nutrirse de ideas que vayan más allá de la confrontación diaria y la pelea entre iguales. Eso es para otro rango subalterno. El Presidente debe abocarse a vislumbrar la Venezuela próspera del futuro.
