Entre locos te veas….
«Hay ciertos modos de ver sin ver»
Oswaldo Antonio González
Mientras la popularidad del presidente Chávez sube, a puro realazo, en el Cono Sur y en ciertos sectores de Estados Unidos, en donde regala gasolina a los pobres cuyo promedio de entrada familiar es de 55 mil dólares anuales contra dos mil dólares de los pobres
venezolanos, el gobierno se ha dado el lujo de renunciar a la Comunidad Andina de Naciones, lo que significará la pérdida de miles de puestos de trabajo en Venezuela y en Colombia, Perú, Ecuador y Bolivia.
El Fiscal General de la República, abogado laboral, ahora tornado en Profesor de Derecho Constitucional Isaías Rodríguez, ha logrado hacer bajar, con unas pocas declaraciones y manejos investigativos (aunque él no es policía), la popularidad del presidente Hugo
Chávez a un 40%. Esta proeza, no la habría logrado la oposición en tan poco tiempo.
Isaías Rodríguez, al parecer, no solamente es un mal poeta publicado por las editoriales del Estado venezolano, sino que, al parecer, un mal fiscal, mal policía y un peor político.
Precisamente cuando el Presidente Chávez ha anunciado
que en mayo visitará al Papa en el Vaticano, Isaías, que de profeta no tiene nada, se ha en cargado de caerle a insultos a la alta jerarquía de la Iglesia Católica diciendo que dejaba fuera de «sus críticas» al Arzobispo de Caracas, recién nombrado Cardenal por su Santidad, porque éste era un hombre honorable; es decir, los demás miembros de la curia no lo son; así de simple.
El asunto es que, al parecer Isaías Rodríguez, de quien se viene diciendo desde hace cerca de un mes que el Presidente le pidió la renuncia por el affaire de unos bonos dólares falsos que habría avalado su socia Marisol Plaza, Procuradora de la República, quien
fuera destituida por el Presidente, ha querido manifestar su descontento nada más y nada menos que revolviéndole el gallinero al presidente Chávez. Las plumas han saltado por todos lados y le han caído, incluso, al Director General de la CICPC (Policía Civil) Marcos Chávez, primo del Presidente, por haber dado declaraciones a la prensa sobre el sonado caso del Padre Piñango, Subsecretario de la Conferencia Episcopal Venezolana, muerto en extrañas circunstancias. El Fiscal, según la Iglesia (que le pidió la renuncia en forma indirecta) poco menos que manifestó que el sacerdote se había suicidado, al declarar que «efectuó acciones que lo levaron a su muerte»; es decir, de acuerdo a esa tesis, si una dama es violada y asesinada, ella tendría la culpa por ser coqueta, o bella, o que sé yo…En todo esto hay, como dice un periodista, una mente distorsionada. Una mente
que no entiende la realidad y que está llena de odio.
El Fiscal de la Nación, al parecer no puede desprenderse de la manía de opinar cuando los casos no están aún policialmente cerrados. Así pasó con el asesinato del Fiscal Anderson, de los tres niños Fadoul y su chofer, del colega periodista de «El Mundo» de Caracas, del caso Sindoni, etc. De todos estos casos, ninguno está solucionado policialmente. Y
todos han causado una inmensa conmoción pública, llevando a la ciudadanía a hacer marchas de protestas para ver si el gobierno les garantiza el derecho a la vida. Es más, alguien ha declarado por allí, si la memoria no me falla creo que el mismo Fiscal, que
estos casos, o alguno de estos casos estaría solucionados en un 70%. Lo que se pregunta la opinión pública, sin ser necesariamente conocedores de las ciencias estadísticas, es cuales serian las variables de un crimen que permitan medir el avance de las investigaciones.
Todo esto es una locura. Y, para terminar, todo el mundo afecto al gobierno, que sigue bajando en las encuestas gracias a esta ayuda del Fiscal, está con los pelos de punta por la presencia de una flota de navíos norteamericanos cerca de las costas venezolanas. Como Pedrito y el lobo, todos los días el gobierno grita ahí viene Bush, ahí viene Bush
y la verdad es que el loco del norte ni siquiera sabe dónde está Venezuela, él sabe donde están sus campos petroleros en sociedad con el gobierno y obviamente no será tan loco como para perjudicarse económicamente…