Energía sustentable
Se configura en el mundo un nuevo paradigma energético fundamentado en los principios del desarrollo sustentable (eficiencia económica, equidad social y protección ambiental). El desarrollo de las naciones no estará basado en el aumento constante del consumo de los combustibles fósiles en concordancia con el crecimiento económico, si bien estos (carbón, gas y petróleo) mantendrán la preponderancia en la matriz energética global durante varias décadas más, más que todo por el surgimiento del gas como combustible limpio.
Las naciones industrializadas tradicionales parecen haber quebrado la tradicional ecuación del crecimiento económico atado al aumento de la demanda petrolera. El efecto precio e ingreso sobre la demanda por los aumentos en las cotizaciones, las legislaciones sobre energías renovables y eficiencia energética, las nuevas tecnologías para vehículos, aviones, equipos y plantas de bajo consumo, los edificios y casas inteligentes, las conductas conscientes de los consumidores y las medidas de seguridad de suministro, permiten prever para esos países mayores estándares de calidad de vida en sociedades crecientemente descarbonizadas.
Los países emergentes no han roto la correspondencia entre el consumo de carbón y petróleo y el del crecimiento económico. Asia lidera la expansión de la demanda, seguida de América Latina, el Medio Oriente y África; pero China, por ejemplo, cuenta con un ambicioso programa de expansión de las energías renovables y de mejoramiento de la eficiencia energética.
La revolución del gas, convencional y de esquistos, está redibujando el mapa energético mundial. Las mayores reservas de gas de esquistos están en Argentina, Estados Unidos y China. Venezuela, por poseer vastas reservas de crudo y gas natural convencional y no convencional, debe estar muy atenta, aprovechando las oportunidades de inversión; pero bajo principios de desarrollo sustentable.
@lxgrisanti