Opinión Nacional

En la Bolsa de Caracas

En estos días cuesta bastante trabajo encontrar un tema positivo. Pareciera que sólo suceden cosas desagradables y en oportunidades nos rebelamos ante esta situación.

El martes antepasado, último día de mayo, asistimos al bautizo del libro En la Bolsa, estupendo compendio de trabajos relativos al funcionamiento de la Bolsa de Valores de Caracas que hasta la aparición de la primera Ley de Mercado de Capitales se llamaba Bolsa de Comercio de Caracas.

Debemos resaltar que Alejandro Pulgar Corao decidiera publicar un libro, que esperamos tenga trascendencia, en lugar de celebrar con una pomposa fiesta los primeros veinte años de su actividad bursátil.

La preciosa publicación, cuidada en extremo por su responsable José Grasso Vechio, contiene, amén de su presentación, diez trabajos que hacen una panorámica del significado y del desarrollo del mercado de capitales en Venezuela y muy especialmente del llamado templo de sus realizaciones.

Sesudos trabajos de hombres muy vinculados a las actividades de la Bolsa y a los entes que intervienen en su operación y en su supervisión, fueron redactados con especial cuidado y dedicación por Alfredo Morles Hernández, Efraín J. Velásquez, Carlos Emmanuelli Llamozas, Luis García Montoya, Francisco García Palacios, Nelson Ortiz y Rafael Rodríguez Navarro.

Un capítulo dedicado a los pioneros, describe vivencias de tres corredores importantes en el corro venezolano, Pedro Mendoza Goiticoa, Jacinto Gutiérrez y Robert Bottome. Son descripciones que, algunas, pudieran haber sido narradas por varios otros de los meritorios corredores de la época inicial de la Bolsa.

Alfredo Morles Hernández, hombre de actuación importantísima en la transformación de la Bolsa y actual flamante Presidente de la Academia de Ciencias Políticas y Sociales de Venezuela, presenta un detallado trabajo que analiza la importancia y el marco regulador de la actividad bursátil del país.

Quisiéramos abundar en este punto. Creemos que no existe ley alguna que pueda sustituir a la honradez, fidelidad y confianza que deben existir entre el cliente y el corredor en cualquier operación.

La Bolsa que conocimos y donde trabajamos varios años, era un templo de la confianza, de la honradez y de la fidelidad. Admirábamos en todo su valor y extensión el significado de la palabra en las transacciones que se realizaban en los primeros cuarenta años de actividad de la Bolsa. Hoy, por razones diversas, la palabra y su compromiso han sido sustituidas por una serie de documentos que difícilmente pueden mejorar las relaciones que entonces existían.

Fueron innumerables las oportunidades cuando celebramos operaciones con personas que no conocíamos personalmente, es decir, no sabíamos como tenían la cara, pero habíamos desarrollado una relación telefónica que garantizaba a ambos lados, una confianza y una fidelidad absoluta.

Resulta gratificante repasar las numerosas fotografías -de la más variada data- que ilustran profusa y oportunamente cada uno de los trabajos presentados.

Nos sentimos felices que el heredero de Luis Guillermo Pulgar y de Maruja Corao y por lo tanto nieto de ese caraqueño singular que fue Jesús Corao, nuestros queridos amigos, dedique su celebración a exaltar los casi sesenta años de la actividad bursátil organizada en Venezuela.

Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Te puede interesar
Cerrar
Botón volver arriba