El vicepresidente Hugo Chávez Frías
(%=Image(4030271,»L»)%)No es raro escuchar y leer que Venezuela va a la deriva, que sus instituciones y calidad de vida se deterioran ante la abulia gubernamental o, iluminando la escenografía sociopolítica, en una exagerada presencia del Presidente en actuaciones no indignas de un subsecretario. «Como tantas veces en la vida, afirma el escritor (%=Link(4779126,»Vila-Matas»)%), hay siempre oculto un segundo drama —mucho más serio que el primero—, agazapado detrás de la tragedia que es más obvia, más visible»: no tenemos Presidente, sino dos vicepresidentes, uno de los cuales es un mero asistente del otro.
Check list del 236
El Artículo 236 de la (%=Link(«http://analitica.com/bitblioteca/anc/constitucion1999.asp»,»Constitución»)%) de la República Bolivariana de Venezuela enumera, por lo menos, 23 atribuciones y deberes de un hipotético presidente venezolano. Si comparamos las críticas acérrimas al Dignatario desde los medios de prensa nacionales e internacionales contra las funciones inherentes al cargo, descubrimos que Hugo Chávez Frías ha estado ocupadísimo en tareas alternas, que desconocen, por lo menos, las siguientes instrucciones: «1. Cumplir y hacer cumplir esta Constitución y las leyes. 2. Dirigir la acción del Gobierno. 4. Dirigir las relaciones exteriores de la República y celebrar y ratificar los tratados, convenios o acuerdos internacionales. 10. Reglamentar total o parcialmente las leyes, sin alterar su espíritu, propósito y razón. 11. Administrar la Hacienda Pública Nacional. 12. Negociar los empréstitos nacionales. 14. Celebrar los contratos de interés nacional conforme a esta Constitución y las leyes. 17. Dirigir a la Asamblea Nacional, personalmente o por intermedio del Vicepresidente Ejecutivo, informes o mensajes especiales. 18. Formular el Plan Nacional de Desarrollo y dirigir previa aprobación de la Asamblea Nacional su ejecución. 20. Fijar el número, organización y competencia de los ministerios y otros organismos de la Administración Pública Nacional, así como también la organización y funcionamiento del Consejo de Ministros, dentro de los principios y lineamientos señalados por la correspondiente ley orgánica».
A pesar de la evidencia aplastante, que nos muestra un vacío enorme en la función presidencial, no debemos ceder al fácil ataque que han mostrado las hordas de oposición, sino que es tarea de cada ciudadano el tratar de pensar y categorizar el manojo de compulsivas andanzas del Sr. Hugo, ya que diariamente lo vemos respondiendo llamadas telefónicas del pueblo bolivariano, entregando créditos, coordinando reuniones con la Asamblea Nacional, manejando los recursos humanos de las policías a su cargo y hasta jugando béisbol.
Bajo el signo del 239
Un claro indicio para resolver el misterio de las ocupaciones del Primer Mandatario, emergió de una conversación telefónica con un amigo economista, quien nos comentó, casi molesto, que «el Presidente no tiene diseñado un Plan de la Nación». Intentamos moderar la falta, argumentándole que este señor siempre anda atareado, como un Dios de las pequeñas cosas. Entonces le narramos el caso de la Defensora del Pueblo del Estado Mérida, quien ante la visita de un alto personaje de la Comunidad Europea, que posiblemente otorgaría un financiamiento a la Defensoría — arruinada por la negativa de ayuda por parte del gobernador William Dávila—, decidió faltar al encuentro para resolver un litigio entre dos campesinos de Tabay por la propiedad de un cochino, un poco más pequeño que (%=Link(«http://www.gradingthemovies.com/html/mv/gtm_mv004.shtml»,»Babe»)%)…
El desenlace de la gestión de esta Defensora rozó la tragedia, pues fue destituida, casi demente, por su deseo fervoroso y neopopulista de atender todos los casos que recibía por chats, desde los puntos más lejanos del mundo… Este relato nos dio la respuesta al enigma: Hugo Chávez Frías es nuestro mejor Vicepresidente Ejecutivo, quien está obligado, por un mandato erróneo del soberano, a efectuar labores para las cuales no sólo le falta preparación, sino que no tiene el menor estímulo, puesto que a Él le gusta entregar y recibir papelitos, (%=Link(«http://www.venezuela.gov.ve/ns/archivohist.htm»,»hablar en pantalla»)%) y organizar parrandas masivas, es decir, funciones de un Vicepresidente. Desde 1999, Él cumple fielmente las atribuciones impuestas por el artículo 239 de la Carta Magna, que dicta los deberes del Vicepresidente : «2. Coordinar las relaciones del Gobierno con la Administración Pública Nacional. 5. Coordinar las relaciones del Ejecutivo Nacional con la Asamblea Nacional. 6. Presidir el Consejo Federal de Gobierno. 7. Nombrar y remover, de conformidad con la ley, los funcionarios y empleados nacionales cuya designación no esté atribuida a otra autoridad. 8. Suplir las faltas temporales del Presidente de la República. 10. Las demás que le señalen esta Constitución y las leyes.»
Bajo esta óptica, Chávez Frías ha tenido que ejercer el numeral 8 ( Suplir las faltas temporales del Presidente de la República) un incontable número de veces, tanto en televisión, como en los tediosos actos oficiales. Mas su vocación, lo ha demostrado con cariño, es la de Nombrar y remover, de conformidad con la ley, los funcionarios y empleados nacionales cuya designación no esté atribuida a otra autoridad, sin obviar su astucia de rodearse de clones (Rodríguez, Bastidas y Cabello) que lo suplan en su prodigioso mundo microscópico, ya que es clarísimo que Chávez, el vice, no padece de esa visión macro, integradora y global que requiere un Presidente.