Opinión Nacional

El Socialismo Según Y Cómo

1.-

Tengo una afición que durante años mantuve secreta: leer libros de economía.

A veces, restrinjo el campo a la historia económica. No creo haber perdido el tiempo con ello, más bien me parece que he aprendido dos o tres cosas sobre el género humano.

La poca matemática que se me quedó prendida a mi paso por la universidad me ha permitido no arredrarme ante las fórmulas y las ecuaciones que a veces surgen en los libros de economía, en especial y con notable frecuencia, en aquellos realmente valiosos.

El modo despiadado con que Milton Friedman destrozó para siempre jamás toda la martingala de la curva de Phillips, por ejemplo, no se disfruta sino con un poquito de matemáticas.

A Karl Marx, es cosa sabida, no se le daban bien las matemáticas y por eso sus elucubraciones han resultado tan celebradas para millones de personas a quienes tampoco se les dan las matemáticas.

Marx discurre con ayuda de muy pocas y sencillas ecuaciones y su estilo literario, tan inimitable como imitado, lleno de metonimias y sinécdoques, unido al tono profético que tienen sus textos infunde en el lector la ilusión de que le están revelando algo numinoso en torno al funcionamiento del capitalismo. No es cierto, desde luego, pero todo suena a verdad revelada y ahí está el detalle. Para no ser más que un periodista, Marx da la impresión de estar sumamente enterado. Otro Karl, Kraus, acertó cuando dijo que “no tener ninguna idea y saber expresarla es lo que hace al periodista.” Tratándose de capitalismo, Karl Marx fue un ejemplo superlativo de ello.

2.-

He pensado algo en esto de la economía y el periodismo, porque con el tiempo mi afición secreta me granjeó al fin un empleo.

Una website de una fundación estadounidense me encomienda todos los meses unas 1500 palabras sobre América Latina y su vida económica. La fundación pone énfasis en el tema de las libertades. Ambas materias, economía y libertad, acotan el terreno de lo que puedo abordar. El editor espera, además, que los artículos resulten razonablemente entretenidos y que tome en cuenta al escribirlos que no debo dar nada por sabido : los lectores de esa website no están obligados a saber un rábano sobre nuestros países así que si, en el curso de una de mis entregas, escribo, por ejemplo, “peronismo”, debo remitir al lector gringo a un recuadrito en el que sucintamente aclaro—es un decir— qué se entiende habitualmente al sur del Rio Bravo por peronismo, quién fue Juan Domingo Perón, qué nexo tuvo el personaje protagónico de un famoso musical de Broadway llamado “Evita”, etc.

Si le sobra a usted tiempo, lo invito a echarle un vistazo a esa website en (%=Link(«http://www.econlib.org»,»econlib.org»)%). Mi sección se llama “Reflections from Latin America.” Trae una foto mía, algo desactualizada, en la que aparezco risueño con un habano en la boca. Lo de “reflections” no debe traducirse como “reflexiones” sino más bien como “reflejos”.

Todo este introito deshilvanado sobre mi afición secreta se justifica porque, leyendo y leyendo, un día topé con la definición de socialismo que hizo Leszek Kolakoswski.

Corrían los años cincuenta cuando Kolakoswski— quien además de ser obviamente polaco tal vez sea uno de los filósofos más grandes del siglo XX— escribió su definición de socialismo. El texto fue censurado por el gobierno polaco de entonces. Permítanme compartir algunos fragmentos con quienes todavía no la conozcan.

3.-

¿Qué es el socialismo?»

Por Leszek Kolakowski.

Vamos a decirles lo que es el socialismo. Pero antes tenemos que decirles lo que no es el socialismo. Sobre este tema solíamos tener una idea muy diferente de la que ahora tenemos.

Y bien, el socialismo no es:

Una sociedad cuyos dirigentes se nombran a sí mismos en sus puestos.

Un Estado que desea que todos sus ciudadanos tengan la misma opinión en filosofía, política exterior, economía, literatura y moral.

Un Estado cuyos ciudadanos no pueden leer las más grandes obras de la literatura contemporánea, ni ver las grandes obras de la pintura contemporánea ni escuchar las grandes obras de la música contemporánea.

Un Estado cuyos gobierno define los derechos de sus ciudadanos pero cuyos ciudadanos no definen los derechos del gobierno.

Un Estado en el cual el resultado de las elecciones son siempre predecibles.

Un Estado siempre orgulloso de sí mismo.

[…]

Un Estado cuyos vecinos maldicen la geografía.

Un Estado que quisiera ver cómo su ministro de relaciones exteriores dicta la opinión política de toda la humanidad.

[…]

Un Estado que distingue difícilmente entre una revolución social y una invasión armada.

Un Estado en el que los trabajadores no tienen influencia alguna en el gobierno.

Un Estado en el que el número de funcionarios aumenta más rápidamente que el número de trabajadores.

Un Estado en el que algunos miembros de la población reciben salarios cuarenta veces más altos que los demás.

Un Estado que produce excelentes aviones de guerra y pésimos zapatos.

Un Estado en el que diez personas viven en un solo cuarto.

Un Estado en el que se está obligado a recurrir a la mentira.

Un Estado en el que se vive obligado a robar.

Un Estado en el que los perezosos viven mejor que los esforzados.

Una sociedad en la que alguien puede vivir desdichado por el hecho de ser judío y otro puede sentirse afortunado de no serlo.

Un Estado en el que los militantes racistas gozan de una total libertad.

Una sociedad que es la tristeza misma.

Una sociedad de castas.

Un Estado en el que existe el trabajo forzado.

Un Estado en el que existen los vínculos feudales.

Un estado que tiene dificultades para establecer la diferencia entre reducir a alguien a la esclavitud y liberarlo.

Hasta aquí la primera parte que explica todo lo que el socialismo no es. Pero ahora, atención, vamos a decirles todo lo que el socialismo sí es.

Y bien, el socialismo es una cosa muy buena.”

Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba