Opinión Nacional

El satanizado Pacto de Punto Fijo

Ante la acusación de implantar en Venezuela una dictadura, Chávez y sus más cercanos seguidores sostienen que “la última dictadura en Venezuela fue la del Pacto de Punto Fijo”. Es cierto que el Partido Comunista no fue incluido en los acuerdos suscritos por Rómulo Betancourt, Rafael Caldera y Jóvito Villalba, respectivamente los líderes de los tres partidos más importantes. Quien esto escribe militó durante años en la Juventud del Partido Comunista, formamos parte de una generación de jóvenes que fue a la lucha armada –la aventurera lucha armada- con el pretexto de que el PCV había sido excluido del pacto de gobierno, y sobre todo que Betancourt como presidente, estaba empeñado en imponer un régimen anticomunista en el país. El PCV fue el único excluido, aunque participaba en la política venezolana con todos sus derechos y en plena legalidad; el MIR no podía ser excluido porque no existían, todavía eran adecos, como Soto Rojas y Aristóbulo Isturiz, y por supuesto estaban en sus inicios dentro del famoso pacto. Los comunistas, obnubilados por la victoria de Fidel Castro, se alinearon con los nuevos líderes cubanos y prefirieron el camino de la lucha insurreccional y armada a la lucha democrática y de masas.  Los comunistas venezolanos estuvimos varios años en armas contra el Pacto de Punto Fijo, en realidad contra la democracia que buscaba estabilizarse. Fueron los años de los gobiernos de Betancourt y Leoni. Seguramente Chávez no participó en esto, era muy joven, un cadete con uniforme de gala los domingos.

     El Pacto de Punto Fijo duró menos de un período constitucional. Por presiones de Luis Miquilena, José Herrera Oropeza, José Vicente Rangel y Fabricio Ojeda, dirigentes de URD, Jóvito Villalba retira a su partido de la coalición de gobierno y pasa a la oposición. Lo que continúa es el bipartidismo, el intento de Betancourt y Caldera de crear un sistema político bipartidista en Venezuela, al ejemplo de varias democracias del mundo.  No les fue fácil; existían o fueron apareciendo otras formaciones políticas: URD, el FDP de Jorge Dager y Wolfgang Larrazabal, el FND de Arturo Úslar Pietri, el PRIN de Ramos Giménez, Domingo Alberto Rangel y José Vicente Rangel. Los que veníamos de la absurda lucha armada nos dedicamos a construir nuevas fuerzas políticas que desde el campo de la izquierda enfrentaran al bipartidismo hegemónico. Nace el MAS y la Causa R de Alfredo Maneiro. Durante años dedicamos trabajo y esfuerzo a construir una alternativa de izquierda democrática a lo que representaban AD y COPEI. En esos años, Chávez era oficial, con sueldo y todo, ascendía en la escala institucional de las Fuerzas Armadas.  

     Con los años, después de la experiencia guerrillera y de la lucha contra el bipartidismo, miramos con ojos distintos al Pacto de Punto Fijo, valoramos su importancia. Se trataba de un lúcido intento unitario de transición democrática, que al mismo tiempo impidiera una nueva dictadura en el país. Fueron muchos los golpes de estado militares, de derecha y de izquierda contra la joven democracia. Alzamientos de Castro León, Moncada Vidal, Molina Villegas, Manuel Ponte Rodríguez; algunos sangrientos como los de Carúpano y Puerto Cabello. Intentos insurreccionales y guerrillas activas, sostenidas logísticamente (con armas, dinero y combatientes) por el régimen fidelista. Cuando ya el Pacto de Punto Fijo es historia, historia positiva, los falsificadores de la verdad buscan satanizar aquel acuerdo democrático que impidió que Venezuela volviera a la dictadura, cayera en las garras de la violencia política como había sucedido en Colombia. En eso andan el Presidente de la República, los jefes del PSUV y el remedo de partido comunista que es el PCV actual. Con Chávez y el PSUV se explica puesto que estos andan disfrazando la dictadura actual. El PCV, hace años hizo autocrítica de aquellos graves errores, aquel partido que adversó al “punto fijismo” contaba con gente como Gustavo Machado y Pompeyo Márquez, Rodríguez Bauza y Sanoja Hernández, entre muchos. Nada que ver con el PCV actual. Después de doce años de respaldo incondicional a Chávez tienen un solo diputado electo en las planchas del PSUV. Además de pérdida de personalidad política, hasta el tradicional color rojo les fue quitado. El PCV, aun en las peores condiciones, después de la división que dio origen al MAS, elegía con sus votos comunistas un diputado. Recordamos a Trino Meleán, Alonso Ojeda Olaechea y Lino Pérez Loyo en distintos períodos. El PCV chavista de hoy, ignora la importante autocrítica cuando revisó su presencia en la llamada lucha armada contra la democracia.

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