El Reto de los revolucionarios
El Salto Adelante contempla la construcción del modelo de desarrollo endógeno. Con miras a convertirse en el mediano plazo como el nuevo sistema económico, derivado de una de las metas de la revolución como lo es el cambio en las relaciones de producción, el desarrollo endógeno se ubica en el primer nivel colectivo para la producción social. A fin de lograr esta meta, el desarrollo endógeno demanda avanzar en la construcción de la nueva estructura económica, lo que significa además acelerar la creación de la nueva institucionalidad del aparato del Estado.
Bajo esta concepción, el Presidente Chávez ha delineado el Salto Adelante. La nueva dimensión de las relaciones internacionales van en esta dirección. Comenzando con su viaje de noviembre que abarcó Europa (España y Rusia), Asia (Irán), África (Libia) y Golfo Pérsico (Qatar) seguido por su participación en la creación de la Comunidad Suramericana en el marco de la celebración de la Batalla de Ayacucho (Perú), siguiendo a Brasil y Cuba para rematar en China, todo este periplo innovador va en el camino correcto de establecer el piso autosustentable del nuevo modelo económico.
Autonomía, interdependencia en el intercambio, dominio tecnológico y prosperidad colectiva sin explotación ni plusvalía, sintetizan la brecha que ha abierto el Salto Adelante. Las alianzas estratégicas que nacen de los nuevos lazos de solidaridad con los países visitados por el Presidente tienen por meta la emancipación económica de Venezuela. Buscan crear la infraestructura más apropiada para procesar nuestra materia prima y alcanzar los productos finales que actualmente importamos. Crear la red de Núcleos, Polos y Cadenas de desarrollo industrial y de servicios que permitan en el lapso de 2 años (2005-2006) disminuir la pobreza en 20% y bajar el índice de desempleo a menos de 10%. Recibir la transferencia tecnológica de estos países más avanzados que el nuestro para asumir el reto de enfocar la ruta hacia la autosuficiencia. Consolidar la tesis de la pluripolaridad que expone Hugo Chávez y que tiene eco importante en aquellas naciones que se ven amenazadas por la hegemonía del mundo unipolar.
Destaco de este primer tiempo de experiencias internacionales (noviembre-diciembre 2004) el ejemplo a seguir por la actitud luchadora del pueblo iraní. Sin asumir la perfección de sistema político alguno, ni caer en el delirio de alabanzas soñadoras, considero que los revolucionarios venezolanos debemos aprender y hasta emular lo que ha hecho Irán con su revolución de 25 años. Ante la amenazas y los ataques de todo tipo por parte del Imperio, el pueblo iraní tuvo que decidir encaminarse por la ruta de la autonomía y autosuficiencia.
En 25 años de perseverancia, trabajo intenso, estudio creador, inventos y producción plena, Irán luchó y se enfrentó al imperio. Si no lo hace, hoy estuviera sumergido en la dependencia y el subdesarrollo. Por el contrario, el pueblo en conjunto inspirado en sus principios religiosos y asumiendo nuevos patrones de conducta política, la República Islámica de Irán es hoy productora de todos los alimentos que consume y de más del 90% de todos sus bienes. Irán produce también desde un proyectil de bajo calibre hasta los más sofisticados misiles tierra-tierra y tierra-aire, pasando por la fabricación de aviones, buques, tanques de guerra, automóviles y todo tipo de vehículo rodante que su economía demanda. Este nivel de independencia económica lo ha logrado con base en el trabajo creador y la solidaridad de su pueblo. Las amenazas imperiales no le dejaron otra alternativa a seguir. Y bien que lo hicieron. Hoy es un hecho verificable, comprobable y reconocido mundialmente. Pues bien, con estas alianzas internacionales que ha logrado el Presidente Chávez, tenemos ahora en nuestras puertas a Irán presto a brindarnos su tecnología, experiencia y alianza revolucionaria para que Venezuela logre también su emancipación. Hoy Irán nos ofrece, por supuesto dentro del marco del intercambio comercial y el negocio de la compra-venta, su experiencia y sus conocimientos de manera solidaria que van más allá de los resultados materiales.
Así se van abriendo las rutas para el combate de la pobreza. El salto Adelante no se va a diluir entre la nada. El salto adelante se materializa en logros comprobables que en el primer semestre del 2005 se podrán verificar. El Salto Adelante es el reto de los revolucionarios bolivarianos.