El repliegue
Más de dos años tenía el presidente Chávez sin reunirse con el sector privado. Dos años en los que acusó a los empresarios de todo lo malo que hay y que puede haber, exceptuando de sus acusaciones a los empresarios «socialistas», que a cuenta de «socialistas» pueden hacer lo que les venga en gana. Dos años en los que ha habido tomas, invasiones y decomisos sin el menor disimulo y con el mayor abuso, desparpajo e ilegalidad, cosa que nunca vivimos durante los gobiernos de la república civil.
Por esto ha sorprendido a muchos la actitud del presidente Chávez del pasado miércoles, cuando invitó a la crema y nata del empresariado venezolano a darles más de dos horas de lecciones de economía socialista, para terminar anunciando la eliminación del Impuesto a las Transacciones Financieras, la agilización en las autorizaciones de divisas para importaciones iguales o menores a 50.000 dólares, entre otras medidas.
¿Recule?… ¿Frenazo?… ¿Vuelta atrás?… Ninguna de las anteriores. Siento mucho no ser partícipe de la alegría de ciertos sectores ante el discurso presidencial. No quiero sonar pesimista, porque no me gusta ser pesimista. Pero el presidente Chávez es absolutamente predecible por la sencilla razón de que no puede quedarse callado. En otras oportunidades, él mismo ha hablado del «repliegue», una táctica que no significa que haya cambiado de parecer, sino que más bien le permite «saltar más adelante» una vez que la situación que le impide avanzar se haya resuelto o apaciguado. Entonces, ¿qué nos impide pensar que esto sea una táctica con miras a las elecciones regionales?… ¿Creen que si no estuvieran las elecciones regionales a la vuelta de la esquina hubieran derogado la recién promulgada Ley de Inteligencia y Contrainteligencia?… Yo me permito dudarlo.
El Presidente ha sido un gran estratega. La oposición lo ha subestimado constante y consistentemente. Además, es de un caradurismo insólito. Para muestra, su posición con respecto a las FARC: hace un par de meses clamaba beligerancia para el movimiento terrorista, hace un par de días se deslindó como si nada de esa posición.
Creo que las movidas presidenciales de esta semana no son más que un repliegue. Por mi parte, estoy esperando el zarpazo que vendrá más adelante.