El promotor social
La crisis social que carcome a nuestro país y nos pone en desventaja ante naciones vecinas y lejanas, en materia de seguridad ciudadana, educativa, sanitaria y de desarrollo, no es atendida con eficacia; no se hizo en el pasado y en el presente las iniciativas que se han insinuado dejan mucho que desear.
No es suficiente meterles a los pobres unas dádivas, unas miserables ayudas que no resuelven sino que se sirven de paliativos, esa situación ha pervertido a gran parte de la sociedad en situación de pobreza que ahora resulta en una sociedad de pedigüeños o más bien de mendigos.
La iniciativa de los Consejos Comunales debe ser reconocida, poner al poder popular a decidir el destino de los recursos, es darle verdadero poder al pueblo, porque mediante la organización comunitaria se logra conducir de manera efectiva la realización de obras para el beneficio del colectivo, en las que se involucra la acción popular, en detrimento de la corrupción gubernamental, paradójicamente es así como nacen las verdaderas sociedades liberales.
Sin embargo la acción del gobierno se queda apenas en el afán electoral y se deja a un lado el trabajo social; los barrios de Venezuela y sus habitantes están abandonados a su suerte, la mayoría de nuestros jóvenes están ociosos, sin empleos estables, sin educación y en precarias condiciones e salubridad, en los Consejos Comunales debe considerarse la implementación de la figura de “El Promotor Social”, que no sería otra cosa que personas preparadas para llevar el desarrollo social a las zonas desatendidas.
¿Qué es llevar desarrollo social?, se trata de que en los barrios exista una figura coordinando actividades sociales, educativas, deportivas y sanitarias, con la finalidad de incorporar a los ciudadanos que la conforman a participar. No es suficiente la creación de un Consejo Comunal para la realización de obras de infraestructura, no es suficiente el reparto de bolsas de comidas y la precaria atención médica que podrían estar dando los médicos cubanos, es necesario ir más allá en áreas educativas, en la organización de charlas contra las drogas, contra el tabaquismo y el alcohol, contra los embarazos precoces, es necesario llevar a las zonas de miseria cursos a las mujeres y jóvenes, de cocina, de manualidades, estimular la lectura o cualquier otra actividad que motive a estas personas a incorporarse en actividades útiles, para ganarle la guerra a la desocupación, a la vagancia y al ocio, y por ende a la delincuencia, culpable de tanta violencia en nuestro país.
El promotor social estaría organizando junto a la comunidad cualquier actividad de extensión que ponga en funcionamiento los lazos que debería tener una comunidad organizada y con miras a progresar, independientemente de los signos políticos que prevalezcan en cada sector.
En nuestros barrios existen infinidad de jóvenes con curiosidad en actividades artísticas como la música, la pintura o potenciales deportistas que por no tener esa asistencia social por parte de entes con herramientas apropiadas, caen en el mundo de la delincuencia que más bien se convierten en un grave problema social.
La mayoría de jóvenes de zonas marginales viven en hacinamiento, no tienen acceso a una buen educación, no se incorporan a actividades culturales, pocos tienen un buen sitio para el desempeño deportivo, muchos comienzan a consumir alcohol desde muy temprana edad y otros caen en el letal mundo de las drogas tanto consumidores como expendedores, muchas niñas a los 12 y 14 años quedan embarazadas y traen al mundo criaturas que no recibirán una atención de madre por la falta de preparación e inmadurez de la joven.
Para que seamos una nación verdaderamente libre el pueblo debe crecer socialmente y hacerlo por la vía que en este artículo está planteado, arrojará un país preparado, con ciudadanos que tal vez no tengan suficientes recursos, pero si una formación como ciudadanos honestos y prestos a forjar un país desarrollado basado en la organización comunitaria. Para eso tampoco es necesario que el gobierno marque la iniciativa, somos ciudadanos libres y podemos empezar a echar las bases para crear la figura del promotor social.