Opinión Nacional

El Presidente como problema

No es la primera vez que me refiero a este tema. Tampoco será la última. Sentimos la necesidad replantearlo para crear conciencia sobre la necesidad de impulsar la acción necesaria para ponerle punto final al régimen que gobierna en Venezuela. Lo peor que puede sucederle a una nación es que su Presidente deje de ser instrumento para resolver problemas y se convierta en el problema más serio y devastador que la nación tiene que soportar. Más allá del análisis de las circunstancias en que se produjo la llegada de Chávez y el condicionamiento progresivo que, dentro o fuera de la ley, ha impulsado para concentrar todo el poder público, disponer del dinero y del crédito del país y asfixiar lo que del sector privado no se le rinda a sus pies, con este régimen no hay democracia posible.

No tengo duda con relación a la poca legitimidad del Presidente. Ni por el origen de sus últimos mandatos, ni mucho menos por el ejercicio de los mismos. Mientras más poder ha concentrado en manos de un estado personalizado, más se ha alejado de la gente de carne y hueso. Aquí en Venezuela se contradice a diario la razón de ser del estado. No es otra que ejercer la representación jurídica y política de la nación. Para eso existe y no para controlarla, reprimirla, silenciarla o manipularla a su antojo. Hay un enfrentamiento tácito y hasta expreso, entre los representados y quien debería ser su representante. El mandato viene siendo traicionado desde hace rato, tanto desde perspectivas internas como en materia de política internacional. Sentimos agigantada la pena propia, como venezolanos, con las últimas actuaciones del señor Chávez en Argentina y Bolivia, entre otras, y las insólitas aventuras de algunos embajadores y altos funcionarios del régimen en acciones tan subalternas como peligrosas. Ha sido dicho que el lenguaje es el reflejo del alma. Ese palabrerío soez, vulgar y retador, a conciencia de que la propia dignidad del ofendido, la majestad de su investidura y la enorme responsabilidad mundial que tiene impiden una respuesta apropiada a las chabacanerías de Chávez, genera consecuencias que trascienden el límite de lo tolerable. Bajo su dirección Venezuela avanza hacia una gravísima confrontación. Los daños que ya se están generando no podrán corregirse con discursos, ni con maromas financieras y monetarias más efectistas que efectivas, ni silenciando por la fuerza a los medios de comunicación independientes que van quedando en pie, ni inventando magnicidios, conspiraciones o rebeliones para justificar nuevas y mayores purgas dentro de la escalada de represión que se anuncia. La violencia física e institucional es lo único que le permite mantenerse. Toda solución pasa por resolver el primero y principal de los problemas: este régimen no debe continuar. Este es el objetivo central que debería unir a quienes no somos, ni seremos comunistas, ni socialistas a la cubana.

Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Te puede interesar
Cerrar
Botón volver arriba