El paquetazo
La Sabiduría popular enseña: “el que la debe, la teme”. Este es el drama del que te conté. En el marco de la alternativa democrática, fue electo presidente constitucional por 5 años, a semejanza de quienes lo precedieron en la Presidencia de la República: Rómulo Betancourt, Raúl Leoni, Rafael Caldera, Carlos Andrés Pérez, Luis Herrera Campins, Jaime Lusinchi. En Venezuela existía estado de derecho, separación e independencia de poderes, libertades y garantías constitucionales inviolables, descentralización política y administrativa, pluralismo partidista, presencia organizada de la sociedad civil, coexistencia pacífica en la comunidad internacional. Quien asumía la Presidencia, por el voto popular, no podía hacer lo que le diera la gana, debía ajustar sus actuaciones a lo dispuesto en la Constitución y en la Ley.
El señor no creía en la democracia: poco a poco fue zafándose de las ataduras constitucionales, dando inicio a la implantación de un modelo político importado que la desconocía, que la despreciaba. El modelo cubano. Aunque estaba avanzando sin mayores tropiezos en la implantación arbitraria de ese modelo inconstitucional, quiso darle cobertura legal. A tal efecto, convocó un referéndum constitucional el 02 de octubre de 2007. Triunfó el NO, pero a diferencia del de Chile de Pinochet, aquí el alto mando militar cohonestó la usurpación y ha venido dándole apoyo incondicional a este gobierno de facto, que carece por completo de legitimidad.
El señor tenía un programa de gobierno secreto y cuando pudo dio su “paquetazo”. Esta es la fuente de inspiración para la estratagema de confeccionar un documento apócrifo y presentarlo como el programa de gobierno verdadero de Capriles Radonski. La maniobra murió al nacer. Nadie ha caído en el engaño. Revela, eso sí, que el hombre está desesperado. No se resigna a salir de Miraflores. No se conforma con 14 años -una pelusa- de poder absoluto. No percibe que su empeño continuista está fuera de tiempo. En el siglo XXI los autócratas han venido desapareciendo; y los que sobreviven van a desaparecer también.
El programa de gobierno de Capriles Radonski ha sido preparado cuidadosamente por equipos de alta calificación y fue consultado con los electores de todo el país en innumerables foros y asambleas. No son promesas teóricas, fruto de elucubraciones de gabinete. No hubo simulación, no hay engaño. Ese es el camino.