El otoño del chavismo
El Mundo marcha hacia sistemas de tolerancia y pluralismo. El movimiento sorpresivo que irrumpió durante la “primavera árabe”, derroco a los tiranos que durante décadas sometieron a sus ciudadanos a condiciones de pobreza, exclusión política y social. Antes de esa realidad, vimos con sorpresa un fenómeno parecido al que ocurrio en la década de 90 en la Europa Comunista caracterizado por la desaparición de la “Cortina de Hierro” Antes vimos con orgullo en la década de los 80 como se dio la “primavera” de la democratización en America Latina, a la cual los sectores políticos venezolanos dieron una contribución efectiva.
Pero la experiencia venezolana del Siglo XXI muestra que puede surgir un Otoño con el riesgo de que irrumpan nuevos modelos de dominación semi-democrática (o semi-autoritaria). En 1998 la opción ofrecida por Chávez a la Nación, era ofrecer un “cambio en democracia” para solucionar los problemas y fracasos de la denominada oficialmente “Cuarta Republica”.Pero esa promesa pronto se convirtió en un fracaso y un engaño
Después de 13 años en el Poder y un ingreso superior al millón de millones de dólares (además del colosal endeudamiento nervioso), no solo no se produjo el anunciado Cambio en Libertad, sino que se impuso un modelo autoritario y una “revolución” fracasada.
Constatamos como aumenta cada vez mas una indignación nacional ante tanta torpeza, corrupción, y autoritarismo. Pero los indignados venezolanos no manifiestan de manera global concentrados en una Plaza, sino que sus protestas son puntuales y especificas. Todos coinciden en seguir la denuncia de manera pacifica, como se produjo durante los movimientos encabezados por Ghandi, Martin Luther King o Mandela.
Pero decir pacifica, no significa que no sea “irreverente” ante el autoritarismo como lo definió Leopoldo López ante el Grupo Santa Lucia la semana pasada
Los Pre Candidatos recorren el país, y si bien cada uno tiene su mensaje diferenciado mostrando su especificidad y características propias, coinciden todos en que deben retomar los elementos positivos de la era democrática, para asegurar la vigencia de los derechos humanos y las libertades; y al mismo tiempo producir los cambios necesarios para mejorar las condiciones reales de los sectores mas pobres del país, a través del pluralismo y la inclusión.
Se trata de responder al Otoño de una “revolución” traicionada y una “democracia” humillada por una Primavera de esperanza. Octubre del 2012 arrojara la respuesta irreverente a pesar de las condiciones poco transparentes que impone el Gobierno.