El nuevo sistema político
La fase actual de transición
Creo que la nueva constitución nacional y las elecciones generales le darán al Presidente un poder muy concentrado, casi absoluto. Podríamos entrar en una nueva era de la política venezolana que se geste alrededor del ejercicio del poder absoluto del líder, y a quien la carta fundamental le otorgará la potestad de interpretar a su juicio el concepto de democracia y de participación de la comunidad. En consecuencia, será el líder quien decidirá por todos. En Venezuela se ha dado inicio al proceso constituyente. Esto nos obliga a entrar en una nueva era de participación popular. No es nada fácil alcanzar estas metas debido, entre otras variables, a las diferencias ideológicas y a los desniveles culturales de la comunidad nacional. No obstante, debemos mantenernos firmes ante el objetivo de más democracia, más participación para todos, más poder popular, más ejercicio directo de ese poder; convencidos de que esto se traduce en más libertad, prosperidad y felicidad para todos. Los venezolanos, progresivamente, hemos venido concientizando la necesidad de participar directamente en las decisiones político-económicas que hoy son exclusivas de los centros de poder y, por ello, reclamamos una parte más activa en ese proceso. Por lo tanto, creemos y estimulamos el surgimiento de un nuevo sistema político, en base a un nuevo liderazgo, más auténtico, legitimado por su propio poder de convocatoria, su trabajo político y su coherencia e integridad con los principios del bien común nacional.
No obstante, y a fin de ordenar la interpretación de este proceso y de los resultados a que se pueda llegar, se hace necesario establecer modelos de análisis de la nueva situación y de los nuevos escenarios que comienzan a aparecer en la escena. Considero conveniente que quienes participamos activamente en la política, asi como quienes se lanzan a la construcción de nuevos movimientos políticos y quienes asumen la ciencia social con rigurosidad, tenemos que aproximarnos a identificar esos nuevos actores y sus tendencias ideológicas, para que pueda hacerse viable tanto el proceso constituyente como la configuración del nuevo sistema político. Estimo que a pesar de encontrarnos en una fase de transición, el sistema político adquiere otros rasgos que exigen una nueva categorización de los elementos que comienzan a ocupar sus espacios. Nuevo cuadro, de actores y tendencias ideológicas, el cual podría asemejarse o diferenciarse radicalmente al que surja una vez finalizado el proceso constituyente.
En primer lugar vamos a entender por sistema político de transición al conjunto de actores que forman parte de la escena política actual, con respaldo de alguna organización o agrupación de la comunidad, fundamentados en una determinada concepción ideológica y cuya finalidad es hacer prevalecer los objetivos de dirección de la sociedad por los cuales luchan y deben confrontarse. El sistema político de transición se altera cuando se agote la fase de transición y se reacomoden las fuerzas, una vez sea promulgada la nueva constitución nacional y se proceda a relegitimar los poderes públicos nacionales, por medio de la convocatoria a elecciones generales. Mientras tanto, y en base a lo que observamos, identifico tres grandes elementos, o conjunto de actores, que forman este sistema de transición: el chavismo, los oponentes y los sectores sociales permanentes.
Adicionalmente a los elementos ya identificados y previamente a su definición, estimo oportuno asumir la vigencia de las siguientes categorías de orden político que establecen los parámetros en que se mueven los actores del sistema. Estas categorías son: revolución, reacción, izquierda y derecha..
En este sentido se categoriza a la revolución como el proceso de transformación de la base política y jurídica de la nación, a fin de crear un nueva institucionalidad y una nueva base estructural de soporte a un nuevo sistema político y económico, que permita la consolidación del poder constituyente. El poder constituyente es el poder del pueblo. Es la toma de decisiones de manera soberana por parte de la comunidad organizada, para decidir su propio destino. El poder constituyente es el ejercicio de la democracia directa.
Por su parte, la reacción es la concepción global y el ejercicio práctico de todo lo opuesto al concepto de revolución.
Izquierda y derecha son categorías que, a raíz de los cambios mundiales que impusieron una nueva era de unipolaridad y globalización mundial, perdieron vigencia y generaron confusión en el manejo de los paradigmas ideológicos. No obstante, estimo que debemos retomarlos para ordenar los análisis de la fase de revolución pacífica en que ha entrado Venezuela. La izquierda nos permite identificar a quienes asumen los cambios desde una posición revolucionaria. Dependiendo del grado con que se esperan esos cambios, de un nivel mayor a otro menor, la izquierda puede ser radical o moderada. Será radical en la medida que la meta por la alteración estructural se haga total sin ninguna concesión a la flexibilidad. Moderada en tanto se atenúen los niveles de ese radicalismo.
Por su parte la derecha es todo lo opuesto a los procesos de cambios. La derecha busca mantener lo establecido, las estructuras jurídicos y políticas sin alteración alguna y la defensa de un modo de producción capitalista sin que se introduzcan otros experimentos de producción social. Es en síntesis lo que se denomina el statu quo. La derecha puede tener también grados de radicalismo. El centro, cuando se asume mantener lo establecido aceptando reformas que no alteren la base funcional del sistema político. La reacción, ya definida, cuando se opone de manera irracional a todo proceso de cambio.
Con este marco introductorio, paso a hacer la descripción de los tres elementos principales ya identificados como los componentes del sistema de transición.
El Chavismo
El primer elemento es el Chavismo. El cual se conceptualiza como la postura ideológica, sentimental o fuertemente emocional de un individuo o grupos de individuos en relación al proyecto de cambio y reconstrucción de la Patria, representado por el liderazgo carismático de Hugo Chávez. Liderazgo que simboliza y sintetiza todo el proceso de lucha política que surge con la aparición del sistema de democracia representativa en la década del 60. El chavismo no es un bloque compacto y homogéneo del pensamiento de quienes lo asumen. No es tampoco una concepción ideológica única. El chavismo va más allá de Hugo Chávez. Es la acción espontánea del colectivo en base a una posición irreductible de cambio de sistema de vida. En el chavismo pueden coincidir las diferentes vertientes de la interpretación del mundo y de la política. Por eso es que dentro del chavismo identifico, hasta donde lo permite este proceso de transición, cuatro tendencias político ideológicas. La izquierda, la derecha, el clientelismo y la estructura de gobierno.
La izquierda en el chavismo, diferente a la izquierda del sistema de democracia representativa, coincide con el líder carismático en su intencionalidad por generar el cambio del sistema. No obstante, es mucho más radical en cuanto al entorno que rodea al líder y las propuestas de cambio estructural. El sector de izquierda del chavismo no está en el gobierno y con muy contadas excepciones ejerce alguna cuota limitada de poder. La izquierda en el chavismo tiene una base ideológica firma y una alta formación política. No es sumisa ni débil ante las tentaciones que ofrece el poder. Por eso es que sus posiciones son irreductiblemente de lucha por las transformaciones que puedan lograr una verdadera revolución.
En la derecha por su parte, aparecen dos sub-categorías: el centro y la reacción. El centro es la tendencia predominante del sector que ejerce el mando y mantiene la autoridad dentro de los partidos que apoyan al chavismo. Considero que el Polo Patriótico, por las debilidades internas de cada grupo que lo compone y por sus indefiniciones ideológicas, se ubica en el centro de la derecha. Aunque hay elementos del MVR y del MAS que bien pueden estar colocados en la reacción. El centro es la actitud reformista ante los procesos de refundar la República. Estimo que la estructuración de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) es predominantemente de centro. La reacción, tal como ha sido definida, es la práctica y concepción global de todo lo opuesto a la revolución. Para este sector ubicarse dentro del chavismo significa la realización de sus expectativas de mandar para dominar, para usufructuar el poder en base a sus aspiraciones personales o retaliaciones políticas. En los sectores reaccionarios del chavismo no existen ideales de lucha, ni hay ningún tipo de meta para satisfacer expectativas del pueblo. Sólo cuenta su posición personal y sectaria de grupo.
La tercera tendencia, el clientelismo, representa la incorporación de quienes buscan el ejercicio del poder, sin ninguna posición ideológica, ni consideración a la crítica situación de la población. Muy parecida a la posición de reacción, aunque lo hacen más por su afán personal de figurar que de cualquier otro objetivo retaliativo. El clientelismo carece de formación política y no tiene ningún interés en ejercer la política como meta de vida. Agréguese también al clientelismo a quienes se suman a la corriente ganadora para lograr algún cargo público que le permita extender su subsistencia. En el clientelismo aparecen dos sub-categorías: los oportunistas y los adulantes. Los oportunistas se encuentran como caimán en boca de caño. Esperando que se asome algún negociado o alguna migaja de pan para caerle encima sin ningún escrúpulo que lo detenga. Los adulantes son más sofisticados ya que, manteniendo la misma actitud de los anteriores, están muy cercanos a los que tiene el poder en toda la amplia gama de la burocracia estatal o de las cúpulas de los partidos que mandan. Son en extremo sumisos, obedientes y sin ningún valor ético que le permita autovalorarse sobre la base de la dignidad.
Finalmente, la cuarta tendencia dentro del chavismo es: la estructura de gobierno. En ésta, encuentro tres sub-categorías. El entorno presidencial, la subestructura militar y el grupo de la burocracia estatal.
El entorno presidencial constituido por el conjunto de hombres del Presidente. Son sus asesores y las personas de su mayor confianza. La substructura militar, que no son las Fuerzas Armadas, sino un grupo de oficiales activos que están de manera incondicional con el Presidente, tanto para suplir la ausencia de liderazgo en su cuerpo de ejecutivos, así como para brindar respaldo a las decisiones que toma el Presidente y que tienen incidencia en todo el país. La tercera sub-categoría de esta cuarta tendencia lo forma el grupo de la burocracia estatal. Directivos del aparato del estado, procedentes de los partidos de la alianza, amigos o no del Presidente, pero en funciones ejecutivas de la burocracia gubernamental quienes creen en mayor o menor grado en el Presidente y, a partir de esta afinidad, desarrollar su identificación con el colectivo para cumplir una tarea administrativa como parte de sus funciones.
Los Oponentes
Todo actor que en el escenario no acepte el chavismo es un oponente. Los oponentes se dividen en dos subcategorías: centro y derecha. No hay, hasta ahora, ningún elemento oponente de izquierda. Hasta los más radicales y ultrosos que actuaban en la democracia representativa, a mi juicio, no están fuera del contexto del apoyo que se le brinda al Presidente o a los cambios para alcanzar los niveles de expectativa creados en lo que se refiere a la refundación de la República. Estimo que después de promulgada la constitución y de las elecciones generales aparecerán grupos de izquierda fuera del chavismo. Por lo pronto, el centro y la derecha son los que actúan en el campo de la oposición. El cual es prácticamente nulo, ya que la popularidad del líder carismático y la fuerza que concentra en todos los factores de poder de la sociedad le dan un control absoluto de todo el aparato del estado y de las instituciones que son reguladas por éste. Como oponentes identifico a los reductos de los partidos que fueron la base de sustento de la democracia representativa, los cuales se encuentran en una situación de desintegración y desmoralización que, al menos en el actual momento de transición, es imposible que puedan alcanzar algún grado de protagonismo o poder. Oponentes son AD, COPEI, Proyecto Venezuela y algunos grupos minoritarios que tienen identidad legal en el CNE, pero sin fuerza ni militancia alguna.
Los Sectores sociales permanentes
Son todos aquellas instituciones que pasan a cumplir un rol de actor en la escena política. Instituciones que de alguna manera todavía mantienen una estructura que les permite convivir con el resto de los elementos. Aunque posiblemente con el surgimiento de la nuevas relaciones que se den entre la sociedad, el gobierno y el estado, puedan desaparecer o restructurarse su funcionamiento interno. Esto sectores son: las Fuerzas Armadas, la iglesia, los gremios, las asociaciones, los medios de comunicación y los generadores de opinión.
Consideraciones finales
Es este el nuevo cuadro político que sustituye al que existía hasta hace un par de semanas atrás. Por lo tanto, el resumido análisis que presentamos de la realidad es un modelo. Una aproximación a lo concreto y objetivo. Los modelos son representaciones que facilitan la comprensión de esa realidad. Siempre quedarán por fuera algunos elementos de mayor o menor significancia no considerados en las apreciaciones iniciales; pero, a medida que se profundiza el nivel de análisis y la comprensión del objeto de estudio, estos elementos irán adquiriendo su propio espacio. Sin embargo, estimo que avanzamos hacia un nuevo sistema que será diferente al descrito. Creo que la nueva constitución nacional y las elecciones generales le darán al Presidente un poder muy concentrado, casi absoluto. Hecho que permitirá la aparición de nuevos elementos no incluidos en este modelo. El chavismo tiende a ocupar posiciones más objetivas y en consecuencia a que se den los deslindes propios de la lucha política. Creo que los resultados de la ANC permitirá entrar en una nueva categoría del modo de ejercer el gobierno y eso radicalizará posiciones que hoy se mantienen de bajo perfil a la espera del desenvolvimiento del proceso constituyente. El gobierno que sostendrá la nueva constitución y que será la base del nuevo sistema político girará en torno al liderazgo carismático del Presidente y su estructura de gobierno, tal como la describimos arriba. Podríamos entrar en una nueva era de la política venezolana que se geste alrededor del ejercicio del poder absoluto del líder, y a quien la carta fundamental le otorgará la potestad de interpretar a su juicio el concepto de democracia y de participación de la comunidad. En consecuencia, será el líder quien decidirá por todos.