El nuevo Pedro Estrada
La sola mención del nombre Pedro Estrada evoca ipso facto la dictadura del General Marcos Pérez Jiménez. Fue un maléfico represor, un perseguidor y director de la temible Seguridad Nacional, apodado como El Chacal de Güiria porque no tuvo una pizca de compasión con quienes torturó y asesinó.
El dictador Pérez Jiménez le confió la tarea a Pedro Estrada de erradicar todo vestigio de oposición al régimen que, para la época, la representaban los partidos Acción Democrática, COPEI y el PCV, y éste, apoyándose en la Seguridad Nacional, asesinó a los líderes “Leonardo Ruiz Pineda, Antonio Pinto Salinas, Castor Nieves Ríos, Germán González, Luis Hurtado Higuera, Alberto Carnevalli, Teniente (Ej.) León Droz Blanco, Capitán (Ej.) Wilfrido Omaña, Genaro Salinas, además de la masacre de Turén y la desaparición de cientos de personas que divergían de la política perezjimenista” (www.wikipedia.com). Las cárceles se llenaron de presos políticos y se creó el Campo de Concentración de Guasina para meter confinar allí a los líderes democráticos, opuestos al dictador.
Todo un prontuario de sangre, torturas y desapariciones tiñen la hoja de ese Pedro Estrada que le hizo la tarea a la dictadura pero, sin embargo, no pudo contra el espíritu democrático de los venezolano, el cual finalmente se impuso y logró derrocar al tirano, a Pérez Jiménez.
La democracia que surgió a partir del derrocamiento de Pérez Jiménez creó todo un sistema de libertades, desarrollo y modernización del país durante 40 años, mal llamados IV República, hasta el actual gobierno de Hugo Chávez donde peligra la democracia porque no se respeta la libertad ciudadana, la economía anda por el suelo y los servicios públicos comienzan a colapsar.
En este marco de dificultades, el gobierno nacional invita al país, para dirigir la política eléctrica, a un pérfido criminal, al cubano Ramiro Valdés, apodado- semejante a Pedro Estrada- “Charco de Sangre”. El país democrático ha rechazado con indignación la presencia de este esbirro de la dictadura de Fidel Castro que nade sabe de electricidad pero si mucho de tortura, persecución, fusilamiento y desaparición de gente.
La Venezuela de hoy huele y sabe perfectamente que ese Valdés reencarna a Pedro Estrada y por esa razón le exige al gobierno nacional su expulsión del país. Venezuela no necesita de este tipo de “ayuda” cuando acá hay verdaderos expertos que saben resolver la crisis eléctrica, sin electrocutar a la gente.