El ministro Acuña y el debate socialista
Luis Acuña, ministro de Educación Superior,en un evento sobre el socialismo acusó a las universidades nacionales de conservadoras y refractarias, afirmando que el debate sobre el tema del socialismo del siglo XXI debe darse en todas las universidades desde adentro sin cortapisas. El profesor Acuña intenta hacernos creer que el mundo que Chávez tiene en su cabeza y que él le ha comprado por oportunismo o por cobardía, es el mundo real y pertenece a una temática necesaria de la realidad contemporánea.
Nada puede ser más reaccionario, extemporáneo y regresivo que pretender hacer del socialismo un tópico insoslayable de debate con la intención de instalarlo como respuesta a los desafíos del desarrollo. Por el contrario, Acuña: usted y su líder necesitan un par de guantes de látex para que comprueben junto a un patólogo forense que el socialismo autoritario ha muerto. Que si alguna atención genera debatir sobre el socialismo en algunos países donde lo hubo o sigue su curso es para deslastrase de él, huir del monstruo materializado en una de las más crueles y fallidas experiencias sociales que devastó naciones enteras, llenándolas de perseguidos, prisioneros y muertos.
El que una pandilla de coleccionistas de utopías lo quieran resucitar en Venezuela haciéndole la corte a un militar que desea imponerlo a la brava y los haya enviado a esa misión en su deseo nada oculto de perpetuarse en el poder, es un asunto privado suyo y de los que siguen los delirios de su ilustre trucutrú en jefe, no pertenece al interés general, ni es causa de dominio público y mucho menos puede ser transplantado a las universidades porque a usted y la codicia de su admirado amo, les dé la gana.
Es obvio que las intenciones del debate que propone son justamente para acabar y erradicar todo debate.
En Venezuela el debate es Democracia contra Despotismo y barbarie, a los que ustedes, Acuña y una pequeña fila de intelectuales trasmutados en agentes de propaganda, quieren retrotraer al país. Debate que se viene dando con todo vigor y fuerza dentro y fuera de las universidades, con una participación estelar de los jóvenes venezolanos de esas casas de estudios superiores y de las privadas, que ustedes, ministro, no se han podido coger ni han logrado arrodillar.
Conociendo bien de la vesania de su amo y los que le cumplen órdenes, al haberles fracasado hasta ahora todas sus operaciones electorales y paramilitares de penetración en las universidades ¬ sólo la reacción internacional los detiene¬, hace tiempo los estudiantes democráticos venezolanos hubieran sufrido su tragedia Tlatelolco o Tiananmen, de eso a nadie le puede caber duda.
Para que le sea más ilustrativo, hasta los intelectuales que pacen bajo la sombra de Chávez afirman que: «persiste la mentalidad rentista de los venezolanos, la ineficiencia del Estado junto a la corrupción».
Para rematar, voceros de consejos comunales señalan que la apatía de las comunidades, la partidización y las trabas legales son algunos de los factores que inciden en el mal funcionamiento de esta figura social.
Acuña, no importa que insistan con su lata de diarrea, la democracia los derrotará.