El mejor ciudadano
«Mi único mérito ha sido el haber tratado de ser un buen ciudadano»
Eugenio Mendoza
Hoy hubiera cumplido cien años. Trabajador insigne, empresario exitoso, pensador visionario y hombre de inmensa calidad humana, Eugenio Mendoza vivió una vida de superar obstáculos, obrar con mística y convertir las dificultades en retos y los éxitos en responsabilidades.
El cuarto de siete hijos, Eugenio Mendoza nació en el seno de una familia honorable y de tradición, pero de limitados recursos económicos. Su padre, Don Eugenio Mendoza Cobeña, sub-gerente de la compañía «Tranvías de Caracas», no sólo fue el gran ejemplo de decencia y rectitud de su vida, sino la fuerza que lo impulsó a seguir adelante en los momentos difíciles.
Mi abuela contaba que cuando el padre fue a inscribir al muy joven Eugenio en bachillerato del Instituto San Pablo, esos insignes pedagogos que fueron los hermanos Martínez Centeno le sugirieron a don Eugenio que más bien lo pusiera a estudiar comercio. Aunque ha debido ser difícil para el padre aceptar que su hijo no seguiría estudiando, les hizo caso. Eugenio Mendoza entró como office boy en el almacén de don Juan M. Díaz.
De allí en adelante, todo fue ascenso: comenzó a hacer soldaditos con las zapatas de plomo de los frenos de los carros que ya no se usaban, y a vender el resto del plomo a las ferreterías. Más tarde se asoció con Moisés Miranda en una venta de materiales. Dice Ramón J. Velásquez que cuando Eugenio Mendoza le propuso a Miranda convertirse en su socio, Miranda le preguntó que con qué dinero se iba a asociar y Mendoza le respondió: «con el que vaya ganando mes a mes». Miranda respondió: «hay que premiar la osadía». La compañía tuvo éxito. También pasó por una época difícil que a Mendoza le sirvió de fogueo para enfrentar las adversidades, y en 1932 se instaló definitivamente por su cuenta.
En 1938 se casó con Doña Luisa Rodríguez Planas, quien fue la compañera ideal, discreta, inteligente, culta.
No evadió Eugenio Mendoza las responsabilidades políticas: fue Ministro de Fomento en el gobierno de Medina, y miembro de la Junta de Gobierno en 1958.
Su visión para los negocios lo convirtió en una suerte de Rey Midas venezolano: todo lo que tocaba lo convertía en oro. Materiales Mendoza, Venezolana de Pinturas, Venepal, Venezolana de Cementos, Protinal, el Banco La Guaira… Pero a diferencia de muchos ricos, mientras más dinero ganaba, Eugenio Mendoza sentía que tenía más responsabilidades con el país y su gente.
De allí salieron el Hospital Ortopédico Infantil, la Fundación para la Vivienda Popular, el Sistema Nacional de Ahorro y Préstamo, la Fundación Mendoza, el Dividendo Voluntario para la Comunidad, el Centro Médico Docente La Trinidad y su obre cumbre, la Universidad Metropolitana.
Cientos de miles de venezolanos han sido beneficiados por la obra de este prohombre, que por encima de cualquier otro reconocimiento, como el Libertador, prefirió el título de ciudadano.