El infierno a 5bsf.
En estos días el país opositor está pasando del optimismo ciego al pesimismo ingenuo. Primero algunos encuestadores halagaron al país afirmando que la popularidad de Chávez caía en picada, olvidaron que algo similar había sucedido en el pasado. Después el ánimo colectivo se ensombreció cuando arrancó la campaña electoral chavista, quince meses antes de diciembre del 2010. A Jesse Chacón le tocó la misión de seducir a los empresarios, ya se inscribieron en organizaciones empresariales chavistas algunos de origen cubano o judío: no les molesta que Chávez acuse a Israel de genocida, una enormidad, o se abrace con Fidel Castro. .
En acto público el Presidente presentó al Banco de Venezuela como la piñata del 2010. Vengan y pidan por esa boca, dijo. Esa semana la policía arrancó la caza del malandro: mataron a 10, o a 17, en El Valle, ¿la inseguridad es tema electoral? Nuevamente relanzó los programas sociales, ¡vienen 2,000 médicos cubanos! Ya no desprecia al PPT y al Partido Comunista, su destino se jugará en diciembre del 2010. No suspenderá las elecciones después de lo que está ocurriendo estos días en Tegucigalpa, en América Latina quien no celebre elecciones pierde legitimidad.
¿Chávez recupera popularidad? ¿O sufrimos una ilusión tan engañosa como la de creer que ya no tenía votos? ¿Y si gana las elecciones de diciembre del 2010? O mejor dicho, si la oposición se empeña en perderlas con su talento tan peculiar. Probablemente la unidad imperfecta se logrará a última hora, cuando falte poco para inscribir las candidaturas. Aún así la gente votará por la oposición, Chávez está despertando demasiada arrechera en el país. Nadie maneja la política con su habilidad, pero también nadie ha gobernado tan desastrosamente.
Por 5 Bs.F cualquiera viaja al infierno. Suba a un vagón del Metro a las horas pico, viaja sin aire acondicionado como una sardina, a una mujer el otro día al intentar robarle la cartera la hirieron todo el brazo con un bisturí, mendigos propios de la Edad Media acosan a los viajeros, el tren se detiene a veces en la oscuridad. Ni al gobierno ni a la oposición le interesa el Metro, los dirigentes viajan con chofer, o en taxi.
Hace un año Chávez anunció que pavimentaría al país, en parte cumplió su promesa pero una temporada de lluvia llenó las calles de huecos. Alguien ganó millones colocando unos centímetros menos de pavimento en calles.
Un amigo nos comenta que ojala Chávez imitara a la educación de la isla. Un ministro cubano de paso por Caracas a principios de este siglo comentaba que allá no hay repitientes en las universidad, a donde nadie entra sin pasar por un riguroso examen de admisión, y para estudiar ciencias, medicina, ingeniería, se exige además haber sacado en bachillerato sacar notas excelentes en física, química.
En la Universidad de Moscú le exigían esforzarse a los estudiantes, a la universidad de Lumumba, también en Moscú, enviaban a los estudiantes del Tercer Mundo. Ese es el modelo educativo chavista, una manguangua.
Chávez quiere convencernos de que planifica cada paso de Zelaya. En realidad ha sido un instrumento de Brasil. Chávez: acabó con el Pacto Andino, el único contrapeso geopolítico al poderío de Brasil, país al que ha convertido en el virrey de América Latina, representante de los grandes poderes en la región. Con el tiempo a Chávez le erigirán una estatua en Sao Paolo.