El futuro de los radioescuchas y televidentes en el socialismo del siglo XXI
El domingo 27 de mayo a las 12 de la noche desaparecerá Radio Caracas Televisión. Contrariamente a lo que dicen los afectos al régimen castro-chavista, no se trata de un simple vencimiento dudoso, por lo demás de una concesión sino de un cierre. Con La desaparición de RCTV sólo quedarán muy pocos canales privados en los que se practique cabalmente la libertad de expresión y de información con cabida tanto para quienes se oponen al gobierno como para quienes lo defienden. En la práctica, casi todo el espectro de ondas para televisión quedará bajo las órdenes, directas o indirectas, del gobierno. En cuanto a revocatoria de concesión o cierre por cualquier causa inventada, hay canales de televisión y estaciones de radio que ya tienen una espada de Damocles sobre su cabeza.
En materia de emisoras de radio, la información que se tiene es que más del 80% de las frecuencias de FM y AM están en manos directas o indirectas del gobierno.
En el proceso concebido por Chávez, bajo la asesoría de Fidel Castro y del G2 cubano, estamos en una primera etapa: el dominio total de todo el espectro de ondas radiales y de televisión en todo el territorio de la república. Una vez logrado ese control total, vendrá la segunda etapa: la eliminación de la televisión por cable y satélite para los operadores no afectos al gobierno. En una tercera etapa, por ley habilitante, se prohibirá la sintonización de emisoras extranjeras en el territorio de la república y se reformará la legislación penal para tipificar como delito el hecho de que un ciudadano, en Venezuela vea un canal de televisión extranjero u oiga una radio extranjera. El pueblo venezolano incluyendo a los chavistas profundamente democrático, va a impedir que culmine ese proceso de eliminación de la libertad de expresión e información
El régimen castro-chavista sabe que, en la historia del mundo en el siglo XX ese proceso se ha logrado y pretende, equivocadamente, que aquí se logre. Basta citar dos ejemplos: Cuba y la Alemania nazi. En Cuba sólo hay televisión y radio de la dictadura castrista; en el Tercer Reich sólo había radio alemana (la televisión apenas estaba apareciendo experimentalmente). En Cuba se castiga oír una emisión extranjera. En el Tercer Reich ese mismo hecho podía acarrear la muerte.
Para referirnos al caso del Tercer Reich, podemos citar un caso, descrio en el libro Los Juristas del Horror, de Ingo Müller:
Hay otro caso que nos hace ver cuan casi frenética era la determinación con la que el Tribunal Especial castigaba los delitos leves aun cuando la interpretación del texto del decreto apuntaba claramente hacia la absolución. El acusado solía oír las transmisiones de estaciones de radio extranjeras antes de la guerra, si bien lo que le interesaba no era tanto las noticias y los comentarios políticos sino más bien la música de la estación de radio suiza Radio Beromünster y la de la holandesa de Hilversum. Después de que este amante de la música había sido absuelto por un Tribunal Especial, la Cuarta sala Penal de la Corte Suprema del Reich revocó dicha decisión y declaró que los programas de música extranjeros también eran subversivos, al decir: “Si bien el preámbulo del decreto declara. ‘Cada palabra difundida por radio hacia este país por el enemigo es ciertamente falsa y está concebida para causarle daño al pueblo alemán,’ con ello sólo se tiene la intención de subrayar el medio fundamental mediante el cual la radio extranjera se esfuerza en causarle daño al pueblo alemán…(El decreto) prohíbe oír cualquier emisora extranjera. Por lo tanto, la prohibición también se hace extensiva a los programas de música emitidos por estaciones en países enemigos o neutrales.”
(Ingo Müller, Los Juristas del Horror, Editorial Actum, Caracas, 2006, p. 177)
Y es que en la Alemania nazi la censura imperaba a todos los niveles. Con la censura, el régimen de Hitler se aseguraba que el pueblo no podía ver y oír sino lo que Hitler quería y que tan sólo podía leer lo que los nazis consideraban aceptable. La policía tomaba acciones contra todos los que se salieran de los límites impuestos.
En una etapa ulterior del proceso castro-chavista, se procurará ejercer dominio más allá del territorio de la República —ya se han tomado pasos en ese sentido con Telesur. En ello se sigue el ejemplo del Tercer Reich: Cuando Hitler asumió el poder, en 1933, las onda corta la sección extranjera de la radio alemana Rundfunk Ausland, era considerada como elemento de la más elevada importancia para el nazismo. Las transmisiones por onda corta se aumentaron de dos horas diarias a 18 horas diarias y en varios idiomas. Una transmisora de 100 kw empezó a transmitir hacia Norte, Centro y Suramérica.
A pesar de todo el dominio de las frecuencias en el Tercer Reich y en los territorios ocupados por el mismo, a pesar de las severas penas impuestas a quienes oían emisiones extranjeras, los nazis no pudieron impedir que se oyera la BBC, cuyas emisiones desempeñaron un papel tan importante para la resistencia en los países ocupados y sirvieron de apoyo en la preparación de la Invasión en Normandía, en 1944.