El Foro que no quería morir
“Confiamos demasiado en los sistemas, y muy poco en los hombres”
-Benjamín Disraeli
El martes 24 de enero 2006 se inauguró en Caracas el Foro Social Mundial, en el cual, según el gobierno venezolano, participan unas cien mil almas a un costo de mil cuatrocientos dólares cada uno, aunque los asistentes a este evento se han quejado que no había en donde pernoctar, ni comer y deambulaban, en especial los delegados cubanos, por los grandes centros comerciales caraqueños con la boca y los ojos bien abiertos viendo las vitrinas de lo que aún queda del “capitalismo salvaje” venezolano, que ellos vienen a criticar y tratar de destruir. Como siempre, se irán con las alforjas llenas de porquerías chinas que no se consiguen en la isla.
Este Foro que naciera hace algunos años en Sao Paulo, para protestar en contra de la globalización “que trata de imponer el pensamiento único”, tiene como finalidad tratar de imponer otra globalización, con otro pensamiento único. Ante esto y como dice un amigo portugués, parece que estamos “fuñidos”.
Junto a este Foro “oficialista” se inuguró el Foro Social Alternativo – FSA- , convocado por quienes se autocalifican de “factores críticos de oposición (a Chávez) revolucionaria, anti-globalización y anti-capitalista”; estos críticos al gobierno de Chávez y que no fueron invitados a participar por los organizadores del Foro Social Mundial –FSM – son los miembros de las FAR de Colombia, ELN, también de Colombia, ETA del País Vasco, Movimiento Zapatista de México, IRA de Irlanda del Norte y otras fuerzas radicales, entre las que sobresalen las lideradas por Duglas Bravo, ex dirigente guerrillero venezolano, Francisco Prada, ex miembro también de la guerrilla venezolana (ambos símbolos de la izquierda radical de Venezuela), Rafael Uzcátegui, Humberto Decarli, Domingo Alberto Rangel, y muchos otros quienes con este FAS están marcando un alejamiento del presidente Chávez a quien califican de demagogo y entregado al neoliberalismo. Los organismos mencionados concurrieron a la primera y segunda versión del FSM y manifestaron ser contrarios a ser instrumentos de una caja de resonancia del gobierno chavista como ocurrió con el pasado Festival Mundial de la Juventud y de los Estudiantes, también llevado a cabo en Caracas.
Acusan al Foro Social Mundial de estar manejado por Cuba (Castro) y Venezuela (Chávez), lo cual le quita independencia y pluralidad.
Los dirigentes del FAS sostienen, y no sin razón, que el FSM se inscribe en un ambiente polarizado de Venezuela donde los movimientos sociales han caido en la trampa dejando de lado sus propias agendas “para cumplir la que viene de arriba”.
El FAS, sostienen sus organizadores, tratará de rescatar la lucha por la ecología, cuestión que ya está siendo manejada desde el poder para que no haya críticas con lo que sucede en Venezuela: deforestación, emvenenamiento de ríso y cosechas con níquel y acrbón, destrucción del amazonas con la extracción de oro, etc.. Eso no es dejado discutir en el FSM y por lo tanto la respuesta a las transnacionales es muy tímida, según los organizadores del Foro Alternativo, quienes sostienen, además, que la terrible pobreza que azota a Venezuela no será tocada ni con el pétalo de una rosa, así como no se discutirá el problema del militarismo porque eso afectaría las imágenes del presidente cubano Castro y del dueño de casa presidente Chávez.
