Opinión Nacional

El encanto de “Doña Barbara”

“Doña Barbara” fue escrita por Rómulo Gallegos (1884-1969), es una obra con un estilo de exaltación y angustia de la nacionalidad. Contenía una clave simbólica; un críptico «más allá» de la descripción de la naturaleza y el retrato de los personajes. Consta de tres partes: la primera contiene 13 capítulo y la segunda escrita con el motivo de la aparición de «Doña Barbara». El ambiente de esta novela se desarrolla en la sabana del Apure, región del Arauca.

Es un relato en el cual Gallegos plantea el movimiento de una cultura donde se destaca el relato de una mujer que vio frustrado su amor y cegar el remanso de toda ternura en el desenfreno de los asaltantes. Doña Barbara resume el valiente Carmelito, el rapaz Pernalete, el cobarde Mujiquita, el generoso Santos Luzardo. Narra no sólo lo que era la vida nacional, sino el nuevo destino que debería trazarse en la historia venidera.

El autor

Rómulo Gallegos, novelista y político venezolano, Presidente de la República (1948) nacido en Caracas. De familia humilde, se hizo maestro y ejerció como profesor entre 1912 y 1930. Durante ese periodo, publicó numerosas novelas centradas en la vida de su país. Su obra más conocida, Doña Bárbara (1929), describe la infructuosa lucha contra las fuerzas de la tiranía en Venezuela.

A causa de las críticas contra el dictador Juan Vicente Gómez que la novela contenía, su autor tuvo que exiliarse en 1931. Tras su regreso, fue nombrado ministro de Educación, pero sus esfuerzos para llevar a cabo una profunda reforma escolar fracasaron, y se le obligó a dimitir. La obra literaria de Rómulo Gallegos está muy ligada a su compromiso político que arranca del planteamiento de la regeneración nacional. Sus novelas, dentro de la corriente regionalista, se inspiran en la tierra americana y trata de unir y resolver el conflicto que él ve entre una naturaleza exuberante y salvaje y la necesidad de hacer de ella una civilización moderna.

En su primera novela, Reinaldo Solar (1920), plantea las dificultades del protagonista por armonizar su vida pública y privada; La trepadora (1925) se centra en el tema de la conquista del poder; en Doña Bárbara (1929), Gallegos sigue una técnica tradicional, con diálogos directos, estructura lineal, capítulos iniciados por epígrafes y demás convenciones de la novela realista. El tema fundamental se centra en la lucha y enfrentamiento las fuerzas de la civilización y la barbarie.

En cuanto a su novela “Doña Barbara”, tiene como significado una descripción minuciosa de aquella Venezuela tornada cruel, insensible por la corrupción, traición, despotismo, falta de libertad, latifundismo e injusticia, brujería y pactos diabólicos; pero en realidad existía también una raza buena que ama, sufre y espera para luchar contra la dictadura desenfrenada de aquel entonces, representada por el personaje de Santos Luzardo.

La novela “Doña Barbara”

Esta historia comienza cuando Santos Luzardo, un joven abogado, regresa de Caracas a la Sabana de Altamira, para recuperar el esplendor de su hacienda en los tiempos en que él vivía allí. A su lado vivía Doña Bárbara que era la cacique de su hacienda llamada “El Miedo”.

Esta doña era una persona que conseguía todo por el lado equivocado. Ella disfrutaba enamorando hombres para después destruirlos. Esto lo hacia porque durante juventud, su corazón fue dañado, y era una especie de venganza. Uno de sus amantes era Lorenzo Barquero, con el cual tuvo una hija, llamada Marisela. Al nacer la niña, Doña Bárbara los echo a los dos de la hacienda, y la niña creció de una manera salvaje. Doña Bárbara se une con un americano llamado Mr. Danger, que pretendía hacer lo mismo que hacia Doña Bárbara. Santos Luzardo, en su búsqueda de la justicia, conoce a Marisela y trata de educarla, se enamoran y Doña Bárbara trató de interponerse, pero Luzardo no tomo en cuenta sus encantos, y al pasar ésto ella llena de odio, trata de matar a su hija, pero al llegar y verlos juntos se acuerda de su juventud y se va del lugar, nunca mas sabiéndose algo de ella. Pero antes de desaparecer deja una carta, en la que da como única heredera a su hija Marisela. Al final todo lo que triunfa en la llanura venezolana es el amor y la justicia.

Los hombres y mujeres de venezolanos ligados al libro y a la literatura están de acuerdo en señalar a Doña Bárbara como la obra de ficción más importante que se ha escrito en nuestro país, privilegio que comparte con Ifigenia, La tienda de muñecos, País portátil y El falso cuaderno de Narciso Espejo.

“Doña Bárbara” es un libro donde un personaje demuestra estar destinado a convertirse en un héroe, y que la vida temprana no ha hecho más que prepararle para tales designios.

Altamira es una hacienda inmensa en las llanuras del Arauca, Venezuela. Con motivo de una sucesión, la hacienda se parte en dos trozos: Altamira y La Barquereña. La letra elástica de la ley hace nacer una disputa acerca de donde termina la una y donde comienza la otra, así que para zanjar el problema y no queriendo nadie que el otro se quede con la porción disputada, nace un “bolsón” sin propietario, donde es convenido que ninguna de las partes hará usufructo. De tal porción deviene un pleito entre ambas haciendas, en la cual se aniquilan entre ellos prácticamente todos los hombres de las familias, como los Montesco y Capuleto de Romeo y Julieta.

Del lado de La Barquereña sobrevive Lorenzo Barquero, por el lado de Altamira sobrevive Santos Luzardo, quien es enviado por su madre a Caracas para salvarlo de la barbarie. Durante esa ausencia, entra en escena Doña Bárbara.

Doña Bárbara es un personaje contradictorio. Hay maldad en ella, pero su historia tiene una explicación para esa maldad. Ella había sido criada a bordo de un barco cuyo capitán estaba reservándola para sí con motivo de la belleza que en ella se iba desarrollando. La tripulación del barco tenía las mismas intenciones. Un día recogen a un tal Asdrúbal, quien solicita viajar a cambio de trabajo. Éste se enamora de Barbarita y es correspondido, el primer amor de ella. Pero contraponiéndose esta situación a las intenciones de la tripulación, Asdrúbal es asesinado y la tripulación se rebela, asesinando al capitán y al sirviente fiel. Es la tripulación la que disfruta de Barbarita y quienes le siembran en el corazón el odio hacia los hombres, de los que en lo sucesivo se aprovechará solamente para sus propósitos, siendo su primera víctima Lorenzo Barquero. Es así como ella se convierte en la dueña de La Barquereña, a la que rebautiza con el nombre de El Miedo.

Santos Luzardo, personaje importante en la trama, regresa con la intención de cerciorarse del estado de su hacienda para posteriormente venderla, pero el espíritu de la llanura se apodera de él y decide quedarse y enfrentar a “la cacica del Arauca” por la vía legal. Así una y otra vez y sin contravenir la ley le gana la partida a Doña Bárbara, quien por su lado se enamora de Santos Luzardo y quiere de una u otra forma hacerse de él, por momentos dominada por el odio y por otros en una regresión a la mujer que era cuando Asdrúbal se enamoró de ella.

El asesinato de dos peones de Altamira cambia las cosas y la disposición de valerse solamente de medios legales es dejada de lado por Santos Luzardo, lo que acelera el desenlace de la historia.

Esta obra literaria inspirada en los Llanos apureños, simboliza la lucha entre dos fuerzas, el bien y el mal; la civilización y la barbarie. Es una novela realista, hay en ella una observación profunda del mundo, una marcada descripción de una realidad, su intención va más allá de lo literiario. Persigue un fin social, un cambio en la sociedad, sus personajes no se mueven por su propia voluntad sino que están condicionados por el medio en que se desarrollan. Su mensaje es amplio, claro y preciso. El mal es temporal, la verdad y la justicia imperan siempre.

Aunque endurecida por las circunstancias, doña Bárbara es una mujer con múltiples debilidades. Sus apetitos sexuales, que satisface cuando es necesario, no superan el tamaño de su apetito de poder y de riquezas. A la par que escoge hombres para destruirlos, para “devorarlos”, va amasando una fortuna en morocotas de oro oculta en algún lugar que nadie conoce. Y, para asegurar su poder material, le hace creer a la gente, ayudada por los rufianes que trabajan a su servicio, que tiene poderes sobrenaturales.

La aparición de Santos Luzardo la hace recuperar a ratos la lozanía de su feminidad, estropeada en el remoto episodio del Arauca cuando fuera vejada por los bandidos de su padre, y aunque sólo fuera para “devorarlo” se empeña en enamorar a Luzardo. A medida que van siendo inútiles sus esfuerzos y que Luzardo gana terreno, tanto en su intención de hacer prevalecer la ley como en su amor hacia Marisela, doña Bárbara se afirma en el recuerdo de Asdrúbal para percatarse de que ha sido vencida. La simetría implícita en la novela la castiga, pues el amor actúa al principio y al final para convertirla en un ser sufriente, dejando su época triunfal para el largo centro que existe entre ambos extremos y que constituye la sustancia de la trama.

En la estructura de Doña Bárbara, Rómulo Gallegos alcanza la cumbre de su preocupación estética por la simetría formal. A un nivel superficial, por ejemplo, el título de cada capítulo es explicado, o inclusive copiado textualmente, al final del mismo. Más en lo profundo del arte narrativa galleguiana en sí, las relaciones entre los personajes dibujan una trayectoria cuyas líneas se hallan unidas en los extremos y separadas en el centro: los Barquero y los Luzardo, pese a estar emparentados por la sangre, son enemigos; Lorenzo Barquero empieza a convivir con la aún joven Bárbara, quien le quita su hacienda mediante una trampa y lo manda a vivir a un rancho con la hija de ambos, Marisela; luego, cuando Santos Luzardo regresa al llano, se enfrenta a ella y se enamora de Marisela, cerrando el círculo y anulando las diferencias entre Barqueros y Luzardos cuando doña Bárbara es derrotada y los hatos Altamira y El Miedo vuelven a convertirse, como lo fueron años atrás, en uno solo.

Hoy en día estos manejos no impresionan a muchos, aunque ciertamente siguen utilizándose con mayor o menor suerte. Pero en 1929, cuando Gallegos publicó la novela, la literatura se nutría mucho de la geometría.

No es extraño que el regusto de don Rómulo por lo simétrico se extendiera a su apreciación de la belleza femenina. Es harto conocida la historia de cómo llegó María Félix a interpretar a la devoradora de hombres en la versión que rodaron en 1943 Fernando de Fuentes y Miguel M. Delgado.

Referencia Bibliográfica

Arguello, Rodrigo (1990).Análisis de Doña Barbara. Caracas, Editorial Panamericana-Global.

Gallegos, Rómulo (1978).Doña Barbara. México, Editorial Parrúa.

Suárez de Porras, Mercedes y Gilda Seniro de Lehofer. Lengua y Literatura. Caracas, Ediciones CO-BO.

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